Los retos del 2024
El año 2024 aparece en el horizonte como uno estratégico para nuestro país, más que vital; dejando de lado la estridencia y tremendismo consustancial al ámbito político y de la vida pública de nuestro país, México está en la disyuntiva de continuar con un proyecto político que busca establecer una hegemonía donde la diferencia es vista como oposición, como crítica, como adversarios.
Nuestro país ha dado pie a la confrontación permanente, a la polarización entre seguidores y enemigos; no somos vistos como adversarios, como competidores, sino como enemigos.
La polarización entre sectores de nuestra sociedad se coloca en escenarios donde la violencia puede dar lugar a desenlaces trágicos.
Durante los últimos 5 años, nuestro país ha atravesado un proceso de desmantelamiento institucional; los frágiles contrapesos que habían costado 25 o más años construirlos, durante los siguientes 5 años la oposición o negativa a atender a pie juntillas las instrucciones presidenciales, sin considerar las restricciones jurídicas o que dichas indicaciones restrinjan el pleno ejercicio de los derechos de los ciudadanos.
El rumbo de nuestra democracia y el ejercicio de nuestra libertad encuentra en el 2024 un año crucial.
México se enfrenta a un año donde la sociedad debe decidir si renuncia voluntariamente al ejercicio de sus derechos; o bien, decide trabajar por la ampliación de los mismos y asegurar los mecanismos que le permitan disfrutar de estos mismos derechos.
Asimismo, 2024 resulta un año capital para reconfigurar nuestra política de seguridad.
México está en un páramo de muerte y dolor: más de 92 mil desaparecidos y más de 130 mil muertos como balance 2023 muestran el fracaso en seguridad que tiene nuestro país.
En economía, el reto que enfrentamos es mantener la estabilidad y salud de nuestras finanzas públicas; si bien es cierto que las políticas sociales del actual gobierno no generaron inestabilidad económica, lo cierto es que la amenaza de socavar las finanzas públicas es un riesgo tangible, ya que los fondos financieros existentes han sido agotados y el endeudamiento que ha sido una salida para el ejercicio 2024, exhiben la falta de una política fiscal progresista que asegure el cumplimiento de las obligaciones de pago y la inversión en infraestructura del sector público.
En 2024, tendremos un gran reto en temas migratorios: la visita del secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, el de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, y la asesora de Seguridad de la Casa Blanca, Elizabeth Sherwood-Randall, no fue una visita casual para desearles felices fiestas a los mexicanos.
La visita del equipo de alto nivel que envió Joe Biden es en el contexto del dramático momento que tenemos en temas migratorios y con el contexto de una caravana de entre 6 mil y 8 mil migrantes que vienen a México procedentes de Honduras, El Salvador, Venezuela y Haití, entre otros orígenes y que van hacia Estados Unidos.
Datos oficiales indican que de octubre a noviembre pasado, la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos detuvo a 483 mil 404 personas en su frontera sur, de los cuales 127 mil 810 eran ciudadanos de México, 105 mil 476 de países de Centroamérica y 250 mil 118 de otros países, en especial de Venezuela, Haití o Cuba.
México enfrenta un año importante, definitorio en muchos aspectos, de su trabajo y sobre todo de su capacidad de compromiso depende el futuro inmediato.
No se trata de llamar al catastrofismo, como tampoco de asegurar que el actual proyecto conducirá a nuestro país un futuro de riqueza y prosperidad asegurados. Lo cierto, es que nuestra sociedad debe ver este 2024 como un año de trabajo y compromiso común, de saber que atender la parcela propia permitirá asegurar una estabilidad duradera y aspirar a un mejor país.