Marx en México
El psicoanalista Erich Fromm analiza el concepto de enajenación en el libro "Marx y su concepto del hombre", publicado a partir de los sesenta por el Fondo de Cultura Económica.
Según el Diccionario de uso del español de María Moliner, se entiende por enajenación, “transformar la conciencia de un individuo o colectividad de modo quepierda su propia identidad”.
Este fenómeno de la enajenación fue acuñado por Hegel y desarrollado por Marx, señala Fromm, fundador de la sección de Psicoanálisis y catedrático en la Facultad de Medicina en la UNAM, entre 1949 y 1973.
La enajenación significa para Marx, de acuerdo con Fromm, que el hombre no se percibe a sí mismo como el factor activo en su percepción del mundo (la naturaleza, los demás y él mismo) sino que el mundo le es ajeno, es decir, uno está separado de todo lo que le rodea.
Según el autor, la primera expresión de la enajenación se encontró en el concepto de idolatría del Antiguo Testamento.
El problema no es que el hombre adore a muchos dioses en vez de a uno solo, sino que los ídolos son obras de la mano del hombre, son cosas, y el hombre se postra y adora a las cosas.
Al adorar lo que él mismo ha creado, se cosifica, se transforma en cosa.
Agrega que la idolatría es siempre el culto de algo en lo que el hombre ha puesto sus propias facultades creadoras y a lo que después se somete.
Enajenación del lenguaje.
El doctor Fromm, fallecido en 1980, afirma que entre las diversas formas de enajenación, la más frecuente es la enajenación en el lenguaje, es decir, confundir la palabra con la experiencia.
Fromm advierte del peligro de confundir el sentimiento con la renuncia y la sumisión: “hay que tener en cuenta siempre el peligro de la palabra hablada, que amenaza con sustituir a la experiencia vivida”.
En mi opinión, confundir la lealtad con la sumisión equivale a renunciar a la libertad de pensar por uno mismo por temor a desagradar al líder manipulador, pues la enajenación, dice Fromm, conduce a la perversión de todos los valores.
Marx advirtió en La ideología alemana sobre el riesgo de confundir la apariencia con la realidad:
- “Mientras que en la vida vulgar y corriente todo tendero sabe perfectamente distinguir entre lo que alguien dice ser y lo que realmente es.
- “Cada nueva clase que pasa a ocupar el puesto que la dominó antes de ella se ve obligada, para poder sacar adelante los fines que persigue, a presentar su propio interés como el interés común de todos los miembros de la sociedad.
- “Su triunfo aprovecha también, por tanto, a muchos individuos de las demás clases que no llegan a dominar, pero solo en la medida en que estos individuos se hallan ahora en condiciones de elevarse hasta la clase dominante.
- “Cuando la burguesía francesa derrocó el poder de la aristocracia, hizo posible con ello que muchos proletarios se elevasen por encima del proletariado, pero solo los que pudieron llegar a convertirse en burgueses.
- “Por eso, cada nueva clase instaura su dominación siempre sobre una base más extensa que la dominante con anterioridad a ella, lo que, a su vez, hace, más tarde, se ahonde y se agudice todavía más la contraposición de la clase no poseedora contra la ahora dotada de riqueza.
- “Y ambos factores hacen que la lucha que ha de librarse contra esta nueva clase dominante tienda, a su vez, a una negación más resuelta, más radical de los estados sociales anteriores de la que pudieron expresar todas las clases que anteriormente habían aspirado al poder”.
Pareciera que Marx se referiría al México actual.
Detonamos esta publicación de Milenio, con autorización de su autor.