Nadie puede con los desaparecidos
Cuando ya nada parece sorprendernos, la tenebrosa violencia mexicana, real, cruda y carnicera, nos abofetea en el rostro para recordarnos al México bárbaro, el que apenas se oculta bajo una delgada capa de civilidad y justicia, pero no deja de estar al acecho.
La reacción de las autoridades ha sido de manual de la política mexicana: del lado del partido oficialista Morena, el gobierno nacional de Claudia y la fiscalía general de la república (en minúsculas, por favor) se lavan las manos y culpan al gobierno estatal (de Movimiento Ciudadano) y a la fiscalía de Jalisco.
A su vez, las autoridades estatales le devuelven la cortesía de la culpa a los funcionarios federales.
Todos ellos ignoran a las madres y padres buscadores, cuya organización Guerreros Buscadores de Jalisco, realizó el hallazgo de los enterrados y cremados en un rancho que, fíjense ustedes, ya había sido investigado y resguardado por las autoridades federales y locales.
A nivel de autoridad, en México nadie puede con los desaparecidos.
Ninguno admite, por supuesto, que no puede ni quiere meterse de lleno al tema, reconocer sus responsabilidades y dar la cara a las madres y padres buscadores.
Es indispensable, entonces, acudir a las instancias internacionales.
El Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) que colaboró desde 2015 en las indagatorias y en materia forense en el caso Ayotzinapa (los 43 estudiantes guerrerenses desaparecidos en 2014) realizó su trabajo contra viento y marea por las presiones oficiales y mediáticas, la destrucción de evidencias, el asesinato de testigos y participantes, etcétera.
La experiencia del GIEI en nuestro país, a pesar de las adversidades, produjo tres informes sobre el caso que nunca se hubieran realizado sin su intervención.
¿Qué hacer en adelante?
Mantener el tema de los desaparecidos en lugar prioritario en la opinión pública y, además, exigir a las autoridades -de todos los niveles- que acepten la ayuda de organismos y expertos internacionales para descubrir hasta la última fosa clandestina en México.
Guerreros Buscadores de Jalisco nació a iniciativa de padres, madres y familiares buscadores a partir de una premisa: que las autoridades mexicanas “buscan sin buscar” a las personas desaparecidas, simulan su trabajo, pero no lo cumplen.
Creada en enero de 2024, la organización encabezada por Indira Navarro Lugo, se sumó a una decena de organizaciones de buscadores en Jalisco, con el objetivo de buscar y difundir las razones de sus búsquedas.
En una entrevista que le hizo el periodista Darwin Franco (@DarwinFranco, portal ZonaDocs, periodismo en resistencia, www.zonadocs.mx), Indira habló sobre la formación del colectivo:
- “Nos decidimos por ese nombre para que nadie se sienta excluido al sólo decir madres, pues en Guerreros estamos madres, padres, hermanos, hermanas, hijas e hijos, pero también muchas personas más que nos acompañan como voluntarios”.
- “Actualmente estamos en el colectivo alrededor de 100 familias buscadoras, también tenemos una red de voluntarios de universidades”.
Respecto a los retos que enfrentan, Navarro Lugo los ennumeró:
- “Superar los retos burocráticos que ellos (las autoridades) siempre ponen al momento de buscar”.
- “Seguir visibilizando las situaciones reales con relación a las fosas donde las autoridades no son honestas en las cifras o con los hallazgos, pues ocultan información”.
- “Obligarles a que cumplan su trabajo porque no siempre quieren hacerlo, luego nos dicen que están cansados, que ya no pueden continuar o que sólo pueden trabajar dos horas”.
- “Exigir que avancen las investigaciones, pues desde que entró el actual gobierno no avanza nada, a menos que uno tenga por ahí palancas o buenas relaciones en la Fiscalía”.
- “Con el tema forense hay que estar presionando porque si no, pueden pasar meses o años para una confronta o una entrega (de los restos de la víctima)”.
Finalmente, Indira toca un punto de la mayor sensibilidad:
- “Yo a la sociedad le pediría un poco más de empatía, pues hay veces que juzgan a las y los desaparecidos, pues siempre dicen que andaban metidos en algo, pero la realidad es que ya es un tema (las desapariciones) que a cualquiera nos puede pasar”.
- “Nos ha tocado conocer de mucho reclutamiento de jóvenes estudiantes, por eso estamos acudiendo a las universidades para tratar de generar esa simpatía y sensibilización, queremos que vean cómo está la situación real para que tengan cuidado”.
Bajo las circunstancias actuales, no hay atisbo de alivio del problema de las personas desaparecidas en México mientras no exista la voluntad y determinación de las autoridades para reconocer y abordar el problema.