Polvo en el aire, en los zapatos

José Luis Galván Hernández DETONA: El polvo es un testigo silencioso.
  • Se levanta en el aire y cubre el asfalto caliente de la metrópoli, contamina. 
  • Se posa sobre los techos, las ventanas, los parques. 
  • Se adhiere a los zapatos de quienes caminan sin mirar atrás. 

Viene de todas partes: de las fábricas que nunca duermen, de los escapes de los autos, de las pedreras que muelen la tierra hasta hacerla ceniza. 

Eso pasa en nuestra metrópolis, daña nuestra la salud, mata poco a poco, con la contaminación ambiental. 

¿Pero qué pasa con la contaminación social?   
  • Hay otro polvo más denso, más oscuro, uno que no viene solo de la industria. 
  • Es el polvo del miedo, de la impunidad, de los desaparecidos que nadie nombra. 
  • Lejos de la ciudad, más allá del ruido y la prisa, hay un rancho en el que el viento no cesa. 

En Teuchitlán, Jalisco, a unos kilómetros de Guadalajara, el polvo cubre algo más que el suelo. 

Se enreda entre los restos de uno hallazgos: Zapatos con polvo. 

  • Quizás de las cenizas de sus dueños calcinados. 
  • Cientos de pares, abandonados.
  • Sucios, desgastados, algunos aún manchados de lo que fue vida.
  • Son los rastros de aquellos que caminaron por última vez, arrastrados por manos criminales, ocultos de la mirada de las autoridades. 

Zapatos de hombres, de mujeres, de jóvenes cuyos nombres ya no resuenan, pero cuyas huellas persisten en la tierra seca, en la memoria de sus familias.

Los encontró la sociedad civil. 

No las autoridades, que parecían ciegas, con polvo en los ojos y en la conciencia. 

Los hallaron las madres y padres que buscan lo que les arrebataron, los colectivos que no se cansan de excavar entre el olvido. 

El viento juega con el polvo en aquel rancho. 

Lo levanta, lo arrastra, como si quisiera borrar la historia.

Pero hay cosas que ni el viento ni el tiempo pueden llevarse. 

El dolor, la ausencia, la certeza de que bajo esa capa de tierra removida aún quedan verdades enterradas. 

Algunas prendas, una biblia abierta en medio del silencio. 

Objetos sin dueño, señales de una existencia que fue y que ahora solo es eco. 

Las autoridades quisieran que el polvo cubriera la memoria, que el viento barriera las preguntas incómodas. 

Pero el polvo está en el aire, en los zapatos que siguen ahí, testigos mudos de un pasado que se niega a ser olvidado.
José Luis Galván Hernández

José Luis Galván Hernández es originario de Monterrey, N L. Licenciado en Derecho y Ciencias Jurídicas y estudios de maestría en Letras Españolas, ambos por la Universidad Autónoma de Nuevo León; Máster en Derecho Público por la Universidad de Valencia, en España. Tiene estudios de artes dramáticas en la Escuela de Teatro de la Facultad de Filosofía y Letras, así como en el Centro de Capacitación Artística de Televisa. Ha escrito varias obras de teatro como: “Una Historia en común”, “Desde un Teatro”, “La alegría del querer”, “El Zoológico del futuro”, entre otras. Escritor de la biografía de “Pepe Maiz, su vida hasta extrainnings”. Actor, editorialista, productor de teatro y televisión. Además ha laborado  como funcionario público por más de treinta años en el ámbito cultural, desarrollo humano, entre otros, a nivel municipal, estatal y federal. Fue Diputado en la Legislación LXXIII del H. Congreso de Nuevo León. Desde el año 2009 es editorialista en diversos periódicos reconocidos, tanto en medios digitales como impresos.