Samuel y Colosio: prometer no empobrece
Soñar, como prometer, no cuesta nada y así lo vienen demostrando (y no recientemente), el alcalde electo de Monterrey, el príncipe Sir Luis Donaldo Colosio Primero y el emperador de Nuevo León, el ungido, aunque no sentado, Samuel García Sepúlveda, también primero.
Mediante su órgano oficial de comunicación, es decir, el otrora periodicote de la calle Washington (El Norte, pa’ la raza) sus graciosas majestades avisan que ya acordaron que la Policía de Monterrey se hará cargo de la seguridad en todo el municipio.
Ambos usan El Norte para comunicarse con el vulgo, porque sus cálidas voces, como las de los emperadores de antes, no merecen ser gastadas en oídos plebeyos.
Pero volviendo a la promesa policiaca, reconocen que el primer problema para efectuar ese paso, es pequeño, ínfimo, de cochino dinero que nada vale…
Es decir, ambas majestades tendrían que ordenar el relevo de unos mil elementos de la estatal Fuerza Civil, los cuales serían suplidos por policías de Monterrey, aunque también hay otro pequeño inconveniente (pero nada que una chequera bien abastecida no componga).
Reconocen que existe una centena de polis regiomontanos que deberán ser liquidados, es decir, despedidos e indemnizados, no piense usted mal, por la minucia de que no pasaron los exámenes de control y confianza.
Pero la humildad de tan nobles caballeros no acaba ahí: ambos señalan con dedo flamígero que hay sectores de Monterrey, donde francamente son tales los niveles de inseguridad, que solamente le entra Fuerza Civil, por lo que tendrán que idear (o soñar) una buena estrategia para solucionar este entuerto y que puedan circular por ahí los de la Policía Regia.
El problema, queridos regios, es que contrario a los cuentos de hadas, aquí no ha habido “colorín, colorado” y este cuento de la inseguridad no se ha acabado… ni se acabará, como diría Don Teofilito.
CLAUDIA SÍ CUMPLE
La diputada independentísima Claudia Tapia Castelo cumplió (y demás) con sus obligaciones y entregó cuentas a los electores que la llevaron a ocupar su curul, y lo hizo al doble, ya que ha sido la única legisladora que reveló su informe de actividades por escrito, pero también en redes sociales.
Por minucias como esa fue que el Consejo Nuevo León la reconoció como primer lugar en productividad parlamentaria en Nuevo León.