Trump, la presidenta y Chiang Kai-shek

Ricardo Ruiz DETONA: “Es extraña la ligereza con que los malvados creen que todo les saldrá bien.” Víctor Hugo (1802-1885). Escritor francés.
Año 1938:

En junio de 1938, las tropas japonesas, tras la declaración de la segunda guerra sino-japonesa de 1937, invadieron China.

Ya tenían el control de toda la China del norte y avanzaban hacia el sur para ocupar las ciudades más importantes.

Siendo tomado por sorpresa, Chiang Kai-shek, líder del Gobierno nacionalista de China central en la década de 1930, dio órdenes de desbordar el rio Amarillo (sexto en longitud en el mundo) para detener las tropas de japón y ganar tiempo para reorganizarse.

Sin embargo, rompiendo los diques laterales del lado sur del rio, inundó la mayoría de los pueblos y líneas de transporte ferroviario. }

Millones de habitantes chinos fueron desplazados de sus casas y convertidos en refugiados.

Se estimó que más de 800 mil personas se ahogaron y miles de kilómetros cuadrados de tierra cultivable se inundó, con graves pérdidas. 

En realidad, los japoneses siempre estuvieron fuera del alcance de la inundación pues estaban hacia el norte, el este y el sur de China.

De cualquier modo, los japoneses finalmente tomaron el territorio estratégico de Hunan llegando por un flanco diferente, haciendo el sacrificio de tanta gente china y el desastre ecológico inútil.

Año 2025:

El día de hoy lunes 20 de enero de 2025, Donald Trump, tomó posesión como presidente número 47 de los Estados Unidos, siendo su segundo mandato, no consecutivo. 

Trump se ha armado de un equipo relativamente joven y enérgico en el cual primordialmente se apoyará para llevar a cabo un plan de gobierno agresivo, enfocado principalmente en proteger la producción, el empleo, la seguridad, la salud (atacar las causas de la drogadicción), y la eficiencia del aparato gubernamental, en su país.

Hoy ha enfatizado su objetivo de “hacer su país grandioso, fuerte e independiente otra vez”.

Para llevar a cabo su plan, desde antes ha enfatizado acciones que pretende implementar tan pronto como tome posesión del cargo.

Sobresale la “guerra” internacional de aranceles a importaciones contra China, México y Canadá, países de la UE y otros, cada uno con diferentes motivos y razones, pero con el objetivo de frenar las importaciones de su país y despertar la producción.

Esto ha despertado la alerta en todos los países involucrados, que dependen en parte de esos ingresos.

En ese punto, si bien la interdependencia de importaciones entre EEUU y varios países, incluido México, es muy grande y sería muy difícil y tardado para EEUU producir de inmediato lo que consume de los demás, nada es previsible en la mente de Trump y su equipo.

Extraoficialmente, entre las opciones que van vislumbrándose, ya se cuece una teoría de reorganización de corto plazo de bloques de países exportadores e importadores, uno liderado por China, y otro por los EEUU. Veremos.

Como ha estado anticipando Trump en semanas anteriores, entre las acciones más relevantes en su relación a México, que es lo que más nos ocupa, además de frenar mediante altos aranceles las importaciones por motivos económicos, es su intención:

Uno

Presionar fuertemente al gobierno de México para frenar la migración de mexicanos y otros migrantes que usan a México como vía hacia EEUU (por cierto protegidos y extorsionados por autoridades y cárteles mexicanos).

Y dos

Destruir o frenar a los cárteles mexicanos responsables del narcotráfico de drogas y especialmente de Fentanilo a EEUU, fabricado enMéxico (y en opinión del equipo de Trump, producido con materia prima de China “con la intención de envenenar al pueblo americano”).

En su discurso de toma de protesta como presidente de EEUU, hoy ratificó su plan y enfatizó sus acciones inmediatas de:

  • Declarar emergencia en la frontera sur y envío de tropas;
  • Eliminar la práctica de aprehender y luego soltar;
  • Calificar a los cárteles como organizaciones terroristas; y calificarlos como enemigos extranjeros.
  • Entre otras cosasmedio absurdas como cambiar el nombre al Golfo de México, y recobrar el canal de Panamá.

Las “amenazas” a México anunciadas por Trump antes de su toma de protesta, en caso de no cumplir México estas exigencias, fueron instituir inmediatamente aranceles de alto impacto en las exportaciones mexicanas a EEUU del 25%, que pudieran incrementarse si México no coopera y no desmantela a los cárteles mexicanos que introducen droga a su país. 

Además, Trump ha mencionado anteriormente una cuestionable y poco probable amenaza de invadir militarmente territorio mexicano para atacar los cárteles si el gobierno mexicano no lo hace.

Si Trump cumpliera esta amenaza, seguramente se desataría un conflicto internacional.

Pero hacerlo en coordinación con el gobierno mexicano, difícilmente será efectivo por el conflicto de interés del propio gobierno de la 4T.

Además de los aranceles, que podrían afectar gravemente la industria y la economía mexicana, el radical plan de deportar “masivamente” de EEUU a una cantidad significativa de mexicanos indocumentados (se calcula que son un tercio de los 12 millones de mexicanos que viven allá), impactará a México con el consecuente desempleo, el posible incremento a la criminalidad y el deterioro social.

Si le agregamos una posible caída de las exportaciones, el impacto en el empleo en México podría ser muy grave.

En México, la presidenta Sheinbaum y su equipo de la 4T, han respondido a estas “amenazas” adoptando una postura de “no permitir la intervención de EEUU en las decisiones y acciones del gobierno de México” aludiendo a la soberanía del país.

De hecho, en reunión de la semana anterior con gobernadores y alcaldes de su partido de todo el país, también promovió entre ellos su petición de no dejar que EEUU “afecte nuestra soberanía” aludiendo a que no permitan la intervención extranjera en el caso de la guerra contra los cárteles. 

Es evidente que el gobierno de la 4T no quiere la intromisión de EEUU en “la supuesta guerra” contra los cárteles de la droga en México.

La presidenta y la 4T están entre la espada y la pared, con el gobierno de EEUU por un lado y su complicidad y protección a los cárteles criminales por el otro lado.

Por otro lado, en relación a las deportaciones de mexicanos anticipada por Trump, la presidenta Sheinbaum con poca seriedad, afirma que recibirán “con los brazos abiertos” a los mexicanos deportados.

No parece ver, o tener idea de cómo se va a absorber esa fuerza laboral en México (aunque tome algún tiempo), ante un inminente desempleo por la baja de exportaciones, falta de gasto del gobierno, disminución de inversión extranjera y nacional (por la inseguridad), por la inflación, y por el ataque despiadado de la delincuencia que se recrudecerá al cerrarle las puertas de la frontera.

En concreto, no se mencionan planes, solo demagogia.

En relación a las exportaciones, aunque los negociadores mexicanos están acudiendo a la unión europea para ampliar el tratado comercial existente, la gente de Claudia ha declarado su intención de “jugar” a una guerra de incrementar aranceles a EEUU.

Obviamente, esta decisión es suicida, dada la desventaja de México en el intercambio comercial con el país vecino del norte (en 2024, el 84% de las exportaciones mexicanas no petroleras son a EEUU).

A EEUU le sobrarán clientes, a México nó.

Tal vez en plan oculto, el gobierno de México se atiene a la protección de China, el aparente precursor del socialismo del siglo 21 en Latinoamérica (vía Cuba), y posible mayor interesado en instalarse en México, a un lado de EEUU.

Tal vez.

Pero eso agrietaría la relación mucho más con EEUU, el país más poderoso del mundo, con consecuencias impredecibles, donde México y principalmente los mexicanos, sufriríamos las consecuencias irremediablemente.

Es obvio que el “malvado” gobierno de la 4T de México, a través de la ingenua y manipulada presidenta, cree que todo lo que haga y diga le va a salir bien.

No reconoce lo que enfrenta.

Esperemos conocer pronto las verdaderas intenciones y acciones de Trump hacia México y los mexicanos, y esperemos que la reacción y acciones del irresponsable y poco confiable gobierno mexicano a cargo de Claudia Sheinbaum, inducida por su predecesor López Obrador, no vayan a “desbordar un rio” diplomático (como hizo CHIANG KAI-SHEK en China de 1938) que provoque un desastre económico y social que tengamos que pagar solo el pueblo mexicano en muchos años, y que éste gobierno de Morena se lave las manos echando la culpa a la derecha, como acostumbra engañar al pueblo. 

De verdad esperamos en estos críticos momentos, prudencia e inteligencia en los pocos miembros con cerebro (para hacer el bien) de este gobierno de la 4T.

 

Ricardo Ruiz

Hijo, hermano, padre en una buena familia mexicana de clase media con valores sólidos y espíritu de crecimiento. Ciudadano y profesional continuamente preocupado y ocupado por mejorar nuestro País. Regiomontano, orgullosamente egresado de la UANL, ITESM e IPADE. Con cursos de especialización en importantes instituciones en USA y América Latina. Conferencista en algunas ciudades de EEUU y Sudamérica sobre temas de prevención de fraudes y lavado de dinero. Deportista dignamente representando a mi Alma Mater y a mi estado en mi juventud. Ejecutivo con larga carrera en administración y finanzas en empresas nacionales y extranjeras de primer nivel, con experiencia en varios países. Opinante, proponente y apoyador de acciones y de ideas que exhiban cosas que afecten positiva o negativamente a nuestro país y busquen mejorar los procesos para lograr una auténtica democracia y buen gobierno en México.