Vicios privados, virtudes públicas, en Embamex Uruguay

Los asuntos laborales de una embajada dejan de ser privados cuando se cometen injusticias y dañan el prestigio de México.
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Aquí hemos defendido tanto a empleados locales por abusos sufridos como a diplomáticos de carrera por la demora de menajes, pero ahora brindamos nuestra solidaridad a empleados domésticos por ofensas y vejaciones.

Personal de la residencia de la embajada de México en Uruguay (Embamex Uruguay, en el argot diplomático) denunció acoso laboral recibido durante años por parte de la señora Josefina Monroy, esposa del embajador Víctor Manuel Barceló Rodríguez, según documentos en poder de la Secretaría de Relaciones Exteriores.

De acuerdo con los testimonios que tenemos a la vista, el embajador no hizo nada ante el continuo acoso laboral de su cónyuge a los trabajadores, quienes exigen respeto a su dignidad como personas y trabajar en paz, pero de continuar el maltrato podrían presentar una demanda laboral en contra de la embajada.

El 4 de enero de 2023 y en fechas posteriores el mayordomo, la cocinera y la empleada doméstica comunicaron a la SRE y al Ministerio de Asuntos Exteriores de Uruguay...

...El permanente y continuado acoso laboral, moral y psicológico, maltrato verbal y físico que hemos estado recibiendo por parte de la Sra. Josefina Monroy desde hace más de tres años y medio.

El embajador Barceló, de 87 años, decano de lo que aquí llamamos “gerontocracia diplomática”, tomó posesión de la embajada en Montevideo en mayo de 2019, nombrado por su paisano y amigo el Presidente de la República.

Por respeto a los afectados, nos abstenemos de publicar sus nombres y, por consideración a los lectores, nos abstenemos de reproducir los insultos y humillaciones de la cónyuge del embajador dirigidos al personal de la residencia.

Tampoco difundimos las tareas vejatorias sufridas, indignas para un país como México que promueve los derechos humanos como principio constitucional de política exterior.

Con este motivo, la cancillería uruguaya envió a la embajada mexicana la nota verbal número 025/23 instándola a respetar los derechos laborales y dar un trato digno al personal doméstico.

En consecuencia, a través de la Consultoría Jurídica, en un mensaje fechado el 10 de marzo de 2023, la SRE recordó al embajador Barceló la obligación de hacer respetar las leyes laborales del país receptor, de conformidad con el artículo 41 de la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas y de acuerdo con disposiciones legales de México.

Asimismo, la SRE instruyó al embajador Barceló reiterar a las autoridades uruguayas el pleno compromiso de atender las quejas transmitidas por el personal y respetar sus derechos laborales.

Mientras en el ámbito privado de su residencia se cometía todo tipo de ofensas a la dignidad humana, el embajador difundió un lindo mensaje con motivo del año nuevo 2023:

Les recordamos que los servicios consulares y de protección de la Embajada están siempre abiertos para toda la comunidad mexicana en cualquier tema que requieran.

Al escribir esta columna sobre las denuncias de su propio personal doméstico, en la misma residencia donde duerme, por las constantes vejaciones y crueles humillaciones infligidas por su propia esposa, y al observar la impunidad que disfruta por ser amigo del Presidente, me pregunto:

¿Con qué clase de carácter y de moral puede alguien seguir siendo representante de México?

DETONA este artículo publicado en Milenio, con autorización de su autor.

Agustín Gutiérrez Canet

Periodista y Embajador de México en retiro. Licenciado en comunicación por la Universidad Iberoamericana. Diplomático de carrera, representó a México como embajador en Rumania (2013-2016), en Finlandia, concurrente en Estonia (2008-2013) y en Irlanda (1995-1996). Fue cónsul general en Hong Kong y en Macao (1991-1995), ministro y jefe de cancillería en España (1989-1991), consejero en Italia (1985-1986) y representante alterno ante la FAO en Roma (1986-1987). En la Secretaría de Relaciones Exteriores fue director general de Comunicación Social (1982- 1985) y subdirector general de Prensa Extranjera (1980-1982). De 2003 a 2005 fue coordinador de Información Internacional en la Presidencia de la República y director del Departamento de Estudios Internacionales de la Universidad Iberoamericana (1998-2002).