2024, más sombras que luces
Termina 2024 con un cambio de era. Algunos acontecimientos positivos, otros que mostraron el peor rostro de la humanidad.
En México celebramos comicios en junio de 2024 y elegimos a la primera presidenta de México, Claudia Sheinbaum.
Se abrió un “tiempo de mujeres”. La Presidenta ganó de manera contundente con 6 millones de votos por arriba de su predecesor.
Su partido, Morena, en coalición con el PT y el Verde, obtuvo el 53% de los votos a las Cámaras del Congreso.
Pero en una tergiversada interpretación de las disposiciones constitucionales, se “agandalló” el control del Congreso, para imponer el nefasto Plan C, una serie de reformas constitucionales más negativas que positivas.
Hasta ahora, la gestión de Sheinbaum se ha visto dominada por el dogmatismo ideológico, con algunos cambios positivos en la estrategia de seguridad, las mañaneras y la presencia de la Presidenta en el G-20.
Los márgenes de maniobra de Sheinbaum son muy limitados ante el déficit fiscal heredado, la violencia sin control en Sinaloa, Chiapas, Guerrero, Michoacán y la presencia del crimen organizado en todas sus facetas en diversas partes del País.
Sus operadores en el Congreso y en secretarías clave como Gobernación, Bienestar y Economía, no le responden a ella, no están interesados en su proyecto y su éxito. Tienen proyectos propios.
Una buena parte de los servidores públicos morenistas son incompetentes
A nivel internacional, la elección de Donald Trump limita su espacio de acción.
La política hacia EU será de carácter defensivo. Trump ha amenazado con aprobar órdenes ejecutivas cuando asuma el poder, a las que ya me he referido, que tendrán un fuerte impacto en México y nuestra comunidad en EU.
El gobierno mexicano primero trató de minimizar la gravedad de éstas y tardíamente comenzó a hacer su tarea y a reiterar la importancia de la cooperación.
Pero hay muchas áreas de posibles confrontaciones y demasiadas debilidades internas en México
Todo en el marco de una proliferación de conflictos a nivel global sin precedentes en los últimos años.
De acuerdo con un centro de investigación dedicado al análisis de conflictos armados (ACLED), se estima que en 2024 murieron cerca de 233 mil personas en Ucrania, Gaza, Líbano, Sudán y Yemen, en comparación con 179 mil 99 muertes en 2023. Un 30% más.
La invasión rusa a Ucrania registró más de 67 mil muertos, y en Gaza y la Franja Occidental, ha habido más de 35 mil, en especial mujeres y niños.
Esto, ante la parálisis absoluta del Consejo de Seguridad de la ONU y la impunidad de Putin y Netanyahu, ambos con una orden de captura de la Corte Penal Internacional. Se ha violado el derecho internacional una y otra vez.
Al cerrar el año, volvimos a atestiguar actos irracionales como el ataque en el mercado navideño de Magdeburgo, el bombardeo de Yemen, el derribo de un avión de la línea aérea de Azerbaiyán, la inestabilidad política y económica en varias regiones y países.