"Aquí no existe el NO como respuesta"
Increíblemente carismática
Así describiría a esta chica que sobresale en el competido, brusco y despiadado mundo de las comunicaciones y el entretenimiento a nivel mundial.
Ante una audiencia expectante, Gaby narró su paso por la Facultad de la cual egresó, rumbo a los medios tradicionales de hace poco menos diez años.
Una de las conclusiones de su relato es que...
...la magia no existe
Para sobrevivir y luego sobresalir se necesita trabajo arduo y una voluntad férrea, porque todos los sentidos y las defensas de una persona -y más si es joven- se ponen a prueba en esta jungla que es la industria de la comunicación y del entretenimiento.
Gaby hizo brotar lágrimas a los más adultos, cuando compartió la brutalidad con que le anunciaron en TV Azteca México, que a escasos días de haberse mudado a la CDMX estaba despedida, al igual que todo el equipo de cierto programa de alto pegue nacional.
No hubo explicación. Sus jefes le dijeron que así son las cosas en la televisión
Y en vez de ponerse a llorar o a "hacer magia" como algunos nombran a sus responsabilidades de trabajo, empezó a mandar su CV como desaforada a todas las empresas que podrían contratarla.
En vez de regresarse a Monterrey, al terruño, decidió quedarse en CDMX, donde uno de los peros que le pusieron de entrada era que su acento norteño era muy marcado.
Había llegado a la Capital con su cajita llena de sueños y para nada se le convirtieron en pesadillas, merced a su afán de logro y al esfuerzo de superación que la caracteriza.
Neutralizó su acento y al hacerlo sintió que le era infiel a su amado Cerro de La Silla
Y que se le viene encima la pandemia y con ello, muchas puertas que en tiempos normales estarían abiertas, se cerraron, no solo para ella, para muchísimas personas en todo el mundo.
¿Qué hizo? Puso en juego sus habilidades y aprendizajes adquiridos y creó su propio podcast, mismo que mantiene como un proyecto personal, además de su cargo dentro de NETFLIX.
Recordando el mensaje de Moris Dieck -quien le precedió en el escenario- se puso a ahorrar y este se volvió inversión cuando se pagó una Maestría en Guiones en la prestigiada Universidad Pompeu Fabra, de Barcelona.
Se dio cuenta estando allá, que se trataba de un universo desconocido para ella, pues aprendió técnicas sorprendentes en ese arte, que está detrás de muchísimos éxitos del entretenimiento mundial.
Tuvo que desaprender buena parte de su acervo de conocimientos, porque el que no se renueva, se muere.
En ese periodo descubrió a Steve Jobs en su portentosa aportación la nueva era del entretenimiento y las comunicaciones.
Emergió una nueva realidad que puso en vías de extinción o al menos en cuidados intensivos a los medios tradicionales de entretenimiento y comunicación.
Y por ahí se fue Gaby, moviendo piedras que le salían al camino y haciendo contactos por todos lados.
Uno de esos le abrió las puertas de NETFLIX
La contrataron para un puesto muy humilde, pero ella lo aceptó, porque se trataba de entrar a ese universo.
Y fue creciendo, a base de muchas horas de trabajo y pocas de sueño.
De muchos sacrificios, de gustos y preferencias a los que tuvo que desplazar en el afán de labrarse un nombre en ese competido ambiente.
Cierto día faltó el responsable de la producción. Le preguntaron a Gaby si podía intentarlo y sin saber del todo de qué se trataba, aceptó.
Poco a poco fue destapando capas de su cerebro y se abrió ante ella un campo inmenso para poner en acción sus aprendizajes en la universidad española.
Superó lo que ella llama "síndrome del usurpador" y se ganó un puesto, y luego otro y otro.
Hoy, Gaby sobresale en un ambiente que se rige por estándares mundiales
Donde la habilidad individual es nada si no se pone al servicio de un equipo.