¡Así no MiaMOR! Transformación sí, Destrucción NO
Su palabra es santa y ellos son los elegidos por Dios-Pueblo para hacer y deshacer a su antojo, es más, ni al pueblo que votó por ellos les preguntan (si acaso una votación a mano alzada en algún meeting de acarreados) ni mucho menos los dejan participar y están afectando gravemente el Estado de Derecho en el país.
El Ataque al Poder Judicial
La reforma al Poder Judicial Federal, aiga sido como aiga sido, es un ejemplo claro de esta destrucción, usando sus tanates unilaterales y dictatoriales justificando que miles de millones de ciudadanos votaron por ellos (cosa que hacia el PRI en los 70), legislan a modo y a gusto sin que nada ni nadie los detenga, no se detienen si quiera ellos mismos areflexionar y si alguien se atreve a cuestionar una coma se le tacha inmediatamente de opositor anti patriota, facho, derechairo, derechango, Chochilista, Claudio X. Gonzalista entre otras.
Tristemente esta situación no solo debilita la independencia del poder judicial, sino que también pone en riesgo la separación de poderes y el equilibrio de la democracia.
La Eliminación de Organismos Autónomos
La propuesta de eliminación de organismos autónomos como el Instituto Nacional de Acceso a la Información Pública (INAI) es otro ejemplo de la concentración de poder en manos del ejecutivo.
Que triste ver que el Gobierno que prometió ser el más transparente de la historia se haya convertido en el más opaco de la historia moderna y quiera destruir al único organismo que ha transparentado documentos e información gubernamental.
Esto merma la transparencia y evita la rendición de cuentas en el gobierno.
La Ignorancia a la Oposición
Cuando Morena era oposición y minoría el PRIAN no les hacía caso, los sobajaba, les decía: el pueblo votó por nosotros, sin embargo, hoy Morena aplica la venganza y se las devuelve al no hacerles caso y repetirles: el pueblo votó por nosotros; el único que pierde con todo esto es el ciudadano, la decepción aquí es que Morena prometió que de llegar al poder serían diferentes pero salieron mentirosos y peores.
La falta de consideración a la oposición política o cualquier voz disidente (aun dentro de Morena) es un tema recurrente.
La no inclusión de voces disidentes en la toma de decisiones y la falta de respeto a la diversidad de opiniones son características de un movimiento político y un gobierno autoritario.
Estas acciones tienen consecuencias graves para la democracia mexicana:
- Pérdida de confianza: La ciudadanía pierde confianza en las instituciones y en el gobierno.
- Polarización: La sociedad se divide y se polariza.
- Inestabilidad: La inestabilidad política y económica aumenta.
Así no MiaMor…
La forma en que Morena está llevando a cabo esta transformación-destrucción ha generado preocupación entre diversos sectores de la sociedad, incluyendo a aquellos que inicialmente apoyaron su proyecto.
Morena, en su afán por acelerar las reformas, ha adoptado en ocasiones tácticas que rayan en el autoritarismo, socavando los mismos principios democráticos que juró defender.
Un gobierno verdaderamente democrático no teme a la crítica ni a la oposición; por el contrario, las ve como elementos esenciales para el debate público y la construcción de consensos.
La verdadera transformación que México debe cimentarse en el diálogo, la inclusión y el respetoa la pluralidad de voces.
Las reformas, por más necesarias que sean, deben ser el resultado de un proceso deliberativo que involucre a todos los sectores de la sociedad, no imposiciones unilaterales que generen división y polarización.
Morena tuvo y tiene la oportunidad histórica de liderar un cambio en México, pero para hacerlo de manera efectiva y duradera, debe abandonar las prácticas autoritarias y abrazar plenamente los principios democráticos. Esto implica:
- Respetar y fortalecer la independencia de los poderes legislativo y judicial.
- Preservar la autonomía de instituciones clave para la democracia.
- Fomentar un diálogo constructivo con la oposición y la sociedad civil.
- Implementar reformas de manera transparente y con amplio consenso social.
- Garantizar la libertad de prensa y el derecho a la crítica.
Una transformación verdadera solo puede surgir de un proceso profundamente democrático.
Morena debe entender que su legitimidad y su capacidad para efectuar cambios duraderos dependen de su adherencia a los principios democráticos.
La historia juzgará a Morena no solo por los cambios que logre implementar, sino por la forma en que lo haga.
Un México más justo, equitativo y próspero es una aspiración compartida por todos.
Alcanzar este objetivo requiere de un liderazgo que una, no que divida; que construya consensos, no que imponga; que fortalezca las instituciones democráticas, no que las debilite.
El llamado a Morena es claro: sí a los cambios y reformas necesarias, pero no a costa de nuestra democracia.
La verdadera transformación de México debe ser un proceso inclusivo, respetuoso de la ley y las instituciones, y fundamentalmente democrático.
Solo así se podrá construir un legado duradero que beneficie a todos los mexicanos, no solo a unos cuantos.
¿Qué Hacer?
Es hora de que los mexicanos nos unamos para defender la democracia y el Estado de derecho. Debemos:
- Exigir transparencia: Demandar transparencia y rendición de cuentas en el gobierno.
- Promover la participación: Fomentar la participación ciudadana en la política.
- Respetar la oposición: Respetar y considerar las voces disidentes.
La transformación que no queremos es la que nos lleva a un gobierno autoritario y una sociedad dividida.
Es hora de actuar y defender la democracia.
Es imposible no contrastar la situación actual con la de 2006, cuando el actual presidente, Andrés Manuel López Obrador, entonces en la oposición, no dudó en tomar las calles para protestar contra lo que consideraba atropellos a la democracia.
Aquél López Obrador que llamaba a la resistencia civil pacífica y que exigía el respeto a las instituciones democráticas, parece haber quedado en el olvido.
Si el AMLO de 2006 pudiera ver las acciones del gobierno de Morena en 2024, sin duda estaría liderando marchas multitudinarias, organizando plantones y denunciando desde cada plaza pública los excesos y violaciones a la democracia que hoy se cometen en nombre de la "Cuarta Transformación".
La ironía es palpable.
El movimiento que nació proclamando la defensa de la democracia y la lucha contra la corrupción, hoy parece empeñado en concentrar el poder, debilitar los contrapesos institucionales y silenciar las voces críticas.
Esta no es la transformación que México necesita ni la que la mayoría de los mexicanos desean.
Es momento de que la ciudadanía despierte y exija un alto a esta deriva autoritaria.
Los mismos principios por los que AMLO y sus seguidores lucharon en el pasado deben ser defendidos hoy con igual o mayor fervor.
La democracia mexicana, aún joven y frágil, necesita de todos sus ciudadanos para sobrevivir y fortalecerse.
Y finalmente, así no, MiaMOR… la verdadera transformación que México necesita es aquella que fortalece nuestra democracia, no la que la socava.
Es tiempo de alzar la voz, la historia juzgará duramente a quienes, habiendo prometido un cambio para mejor, terminaron por poner en peligro las conquistas democráticas por las que tantas generaciones de mexicanos lucharon.