¿Cómo aminorar la violencia en Monterrey y tener una impartición de justicia más justa?
Nos referimos, en estas columnas, al ataque armado en el Centro, que dejó un saldo de cuatro heridos y generó pánico en Colegio Civil, delatando la falta de autoridad en materia de seguridad.
No podemos consentir que comerciantes y ciudadanos, que deberían sentirse protegidos, hoy le piensen para salir a trabajar o pasear en las calles del primer cuadro de la Ciudad.
Insisto con la pregunta de las anteriores editoriales, que ya va con ribetes de cuestionamiento:
¿Cómo bajarle a la violencia regiomontana?
Menos imágenes triunfalistas en Instagram y Facebook, menos declaraciones sin efectos concretos y más resultados.
Insistiremos con esa exigencia, sin cansancio, al comisario Eduardo Sánchez Quiroz.
Por otra parte, reitero mi queja por el exceso legal en el caso de Alejandra Morales, candidata a alcaldesa de MC para San Nicolás, vinculada a proceso por violencia política de género.
Si se cumple con éxito la demanda, Alejandra podría estar en prisión el mismo número de años que el sanguinario sujeto que le arrojó ácido a la cara a María Elena Ríos, en Oaxaca.
Sujeto que, por cierto, ya consiguió la suspensión del proceso penal en su contra en tribunales de esa entidad.
Y va otro ejemplo, también en el plano del Poder Judicial en los estados.
Si el Foro Márquez se hubiese declarado culpable al inicio de su juicio por golpear salvajemente a una mujer de 54 años por un accidente vial menor, el “Fofo” habría sido sentenciado, con procedimiento abreviado, a un máximo 5 años de prisión.
¿Conclusión?
Le hubiese salido más barato a este joven aspirante a feminicida en grado de tentativa agredir sin piedad a esta señora en un estacionamiento público, con videos y testigos presenciales, que las palabras por las que Alejandra podría ser encarcelada.
De ese tamaño la desproporcionada comparación.
Así que, como decía el presidente López Obrador:
“En estos casos absurdos, no me salgan con que la ley es la ley”.