¿Conoces los beneficios de las constelaciones familiares?
Ha sido un gusto conocer a Cristina Bernardez, de carácter muy amable, siempre sonriente.
De origen brasileño, estudió biología y se especializó en psicología transpersonal y educación ambiental.
Todo comenzó al cuestionarse por qué las personas nos hacemos tantos enredos internos... por lo que decidió trabajar en la "sustentabilidad interna" y poder ser herramienta de apoyo para lograr ese equilibrio que tanto buscamos para llevar una mejor calidad de vida en todos los sentidos.
Al charlar con Cristina, me compartió que no puede haber educación ambiental si nosotros no estamos bien con nosotros mismos, pues lo de afuera es un reflejo de lo de adentro.
Comenzó como participante en constelaciones familiares e inició su camino en constelaciones familiares con una formación que conllevaba mucho trabajo interno, pues no se puede trabajar con el otro si no trabajas contigo mismo.
La salud como una sola
Últimamente hemos escuchado mucho sobre la salud mental, la importancia de su cuidado y detectar esos focos rojos para trabajarla, sin embargo, Cristy nos comparte que la salud es UNA, la física y la mental como una sola, no puede estar bien sin la otra, pues se trabaja en ambas para lograr ese bienestar integral.
Vio la necesidad de hacer procesos, ir entrando en los movimientos de las constelaciones de acuerdo a la necesidad y posibilidad de la persona.
Como parte del origen de este tipo de terapia, me platicó sobre los campos mórficos, los cuales se forman del inconsciente colectivo, un lugar que guarda información y que no tenemos acceso con facilidad, solo brechas, contactos pequeños del colectivo.
Es esa historia en común, la cultura en común, instituciones, la sociedad, la familia...
Esos campos mórficos es en donde se quedan registrados esos patrones y desequilibrios, y lo que hace la constelación es accesar a ese campo mórfico y el constelador busca volver a equilibrar lo que está desequilibrado.
Las constelaciones familiares se basan en 3 pilares:
PRIMER PILAR:
*Todos tenemos derecho a pertenecer*
Algunas personas son excluidas, consciente o inconscientemente por diferentes circunstancias que se van viviendo.
Es dar lugar a que todos tengan derecho y poder mirar a nuestros antepasados para darles un lugar en el corazón con el objetivo de que este campo se equilibre y no se vuelva a repetir algún determinado patrón.
Esto aporta a equilibrar el presente y que pueda fluir el futuro.
Este proceso no es mágico, se trata de trabajar con constancia en uno mismo para lograr los objetivos, lograr la paz interna.
SEGUNDO PILAR
En todo sistema hay jerarquía, quien vino antes tiene derechos y deberes distintos de quien llegó después.
Cuando los mayores están debilitados, se suele tomar su lugar y eso es un desequilibrio. Es muy común "usurpar" el lugar del otro, mayor y eso provoca un gran desequilibrio.
"Familiarmente, hay que cuidar la diferencia entre lo que debo hacer y en la postura que me pongo. Una cosa es apoyar a tus padres mayores y otra cosa es ponerte en lugar de superioridad, la postura. Estas intentando ocupar su lugar", dijo la experta.
"Este desorden puede llegar a afectar porque esa persona no encuentra su espacio, ni con su pareja ni con sus hijos...no puede conectar".
TERCER PILAR
Dar y tomar o dar y recibir
Este fue uno de mis favoritos. Es honrar, agradecer la vida y dar lugar a que fluya.
"Cuando uno se pone al servicio del mundo, no deja de estar pasando delante la vida, es la aportación con la que honras la vida que recibiste", agregó.
Esto me pareció sumamente valioso, pues el mundo debe de regirse por ese círculo virtuoso que le da armonía al planeta, a las comunidades, a las familias.
No estemos aferrados al pasado y darle vueltas a cosas que ya no tienen sentido, porque es más complicado conectar con el hoy y con lo que va a venir y eso dificulta abrirle espacio al futuro.
Si no retribuyes lo que te da la vida, te endeudas y no hay equilibrio.
Cristina nos invita a incluir y a dejar fluir, no detenerse por rencores, resentimientos, más bien, dar ese perdón, uno de los regalos más grandes que nos podemos hacer a nosotros mismos y abrir esa puerta a lo que venga, a lo que la vida nos tiene preparados para enfrentarlo con amor.
Gracias, Cristy por compartir tu filosofía de vida y ser un ejemplo de cómo podemos vivir con más plenitud.