¿Cuándo conseguiremos una verdadera transformación?
¿México está viviendo una transformación?
Transformar significa "hacer cambiar de forma a algo o transmutar algo en otra cosa".
Desde un punto de vista político-social, “transformación” podría definirse como la implementación de cambios profundos en la economía, sociedad y gobierno de un país, con la finalidad de mejorar la calidad de vida de sus ciudadanos.
En nuestro país, gran parte de los mexicanos cree que el presidente de la República está transformando al país, o que estamos viviendo una transformación; sin embargo, eso jamás sucederá mientras los ciudadanos no ejerzamos la participación ciudadana.
La mayoría de los ciudadanos debemos participar activamente en temas sociales, públicos, gubernamentales y políticos, siendo una obligación ciudadana inexcusable nuestro involucramiento, actuando permanentemente como protectores del bien colectivo.
Para conseguir una verdadera transformación, los ciudadanos debemos asegurarnos de implementar las siguiente acciones:
- Auditar permanentemente a los políticos, gobernantes, sus familiares y amigos. La falta de auditoría y control fomenta la corrupción y el abuso de Poder, si no se les audita, pueden tomar libremente decisiones en beneficio propio en lugar de trabajar por el bien común.
- Ejercer permanentemente nuestros derechos de participación ciudadana, involucrándonos en asuntos, sociales públicos y gubernamentales.
- Dejar de tratar a los políticos y gobernantes como si fueran estrellas de Hollywood, influencers o estrellas de rock. Ellos son únicamente funcionarios públicos, con nuestros impuestos les pagamos sus sueldos, por ende, son nuestros empleados y tenemos todo el derecho de exigirles resultados permanentemente.
- Terminar con la adulación, veneración y defensa de políticos y gobernantes como si fueran santos o nuestros familiares. Te ven la cara y aun así vas a sus meetings y les aplaudes.
- Exigir y obligar a los políticos y funcionarios públicos a que sean responsables ante la sociedad y rindan cuentas sobre sus acciones y decisiones.
- Dejar de creer ciegamente en los políticos y gobiernos sin cuestionar sus acciones, ya que esto puede llevar a la falta de transparencia y rendición de cuentas.
- Ser una sociedad permanentemente informada y que participa activamente en la toma de decisiones, cuestionando y evaluando críticamente las acciones de los políticos y gobiernos para asegurarnos de que están trabajando en beneficio del país.
- Evaluar a los políticos y gobernantes por sus acciones y resultados, no por su popularidad o carisma. La adoración ciega puede llevar a la falta de responsabilidad y a decisiones equivocadas.
La verdadera transformación no es la que venden los políticos o gobernantes; el poder de generar una verdadera transformación recae en los ciudadanos.
Mientras sigamos siendo una ciudadanía apática, que además adula y rinde pleitesía a sus gobernantes y no nos involucremos permanentemente en los asuntos públicos del país exigiendo la rendición de cuentas y sanciones ejemplares, jamás conseguiremos la verdadera transformación de México, y seguiremos soñando cada sexenio con una quinta, sexta, séptima y octava transformación que jamás llegarán.