El eterno retorno
Torneos de futbol exprés.
Género epistolar para confesar intensiones de noviazgo.
Cristo rompe las cadenas, Cristo da seguridad; las cabañas fueron antiguos gallineros.
El milagro de la multiplicación de los alimentos.
En la semana santa donde comían 300 lo hacíamos 500. Koinonia de paz.
Siempre la última noche lanzan la red salvacionista.
Encontrar nuevos apostolados en esos parajes yermos la utopía, venimos a ser la sal del mundo.
Crujen las ramas de mesquite al carbonizarse.
El cielo estrellado habla de la plenitud del cosmos, los coyotes, cascabeles y almas afines a unos pasos del arroyo El Encadenado.
Mañana temprano desandaremos lo aprendido, quizá dure semana y media el vendaval de emociones.
- Cristo irá a la cruz y resucitará al tercer día.
- Las mujeres vestirán de blanco.
- Los varones apenas recordaran esos romances.
Rebosa el cesto de ropa sucia, huele a campo al rocío de la mañana o al sudor de la tarde.
Abandonamos el hospital casi tres semanas desde el ingreso, agradecidos por las montañas de plegarias, desde comunidades ecuménicas, neopaganos bien intencionados y amistades de toda la vida.
De camino al auto, el taxista de base con la peor prepotencia, la del mafioso de central obrera, hace descender al usuario.
Ni modo, aquí no puedes trabajar, lo graba como si estuviera omitiendo algún código laboral o un poder extralimitado.
Bájate y llégale.
Ahí nos está viendo el delegado de la sección, esto es exclusivo.