El poder de la consistencia

Javier Treviño DETONA un ensayo sobre la consistencia y las múltiples formas en las que se manifiesta tanto en los individuos como en los negocios.
2025 será un año difícil.
  • La mejor manera de encararlo será a través de la consistencia.
  • El éxito rara vez es el resultado de un único avance o un destello momentáneo de brillantez.
  • Es la culminación de un esfuerzo sostenido y disciplinado aplicado a lo largo del tiempo.
  • El poder de la consistencia es una piedra angular para lograr el éxito a largo plazo en cualquier emprendimiento.
La esencia de la consistencia

El concepto de consistencia se refiere a la coherencia y estabilidad de un conjunto de elementos o a la propiedad de mantener un comportamiento uniforme a lo largo del tiempo.

Es el acto de realizar acciones de manera uniforme y regular. Implica presentarse todos los días, adherirse a un conjunto claro de principios y mantener el foco en los objetivos a largo plazo a pesar de los reveses a corto plazo.

En los negocios, la consistencia se manifiesta en múltiples formas: identidad de marca, servicio al cliente, relaciones con los empleados y toma de decisiones estratégicas.

James Clear, en su exitoso libro Atomic habits, escribe: “no te elevas al nivel de tus objetivos. Te bajas al nivel de tus sistemas”.

Esta cita resume la esencia de la consistencia: son los hábitos y sistemas diarios, no los estallidos esporádicos de genialidad o de esfuerzo, los que conducen al éxito sostenible.

Las empresas que ejecutan sus estrategias de manera consistente generan impulso, mejoran sus procesos y superan a los competidores que dependen de esfuerzos erráticos.

Generar confianza mediante la consistencia

Uno de los beneficios más importantes de la consistencia es la confianza.

Los clientes se sienten atraídos por las marcas que ofrecen experiencias fiables y predecibles.

Como destaca Stephen R. Covey en “Los 7 hábitos de la gente altamente efectiva”: “la confianza es el cemento de la vida. Es el principio fundamental que sostiene todas las relaciones”.

La consistencia en la entrega de valor y el mantenimiento de la calidad fortalece la confianza que los clientes, empleados y partes interesadas depositan en una empresa.

Esta confianza, a su vez, genera lealtad del cliente, recomendaciones de boca en boca y crecimiento sostenido.

Si bien la consistencia es crucial, las empresas también deben innovar para seguir siendo relevantes en mercados dinámicos.

La clave está en equilibrar la consistencia con la adaptabilidad.

Muchos directores de empresas exitosos son obstinados en la visión, pero, al mismo tiempo, son flexibles en los detalles.

Consistencia en el liderazgo y la cultura

Los líderes desempeñan un papel fundamental a la hora de establecer el tono de la consistencia dentro de una organización.

Según John Maxwell, autor de “Las 21 leyes irrefutables del liderazgo”: “un líder es aquél que conoce el camino, recorre el camino y muestra el camino”.

Un liderazgo consistente crea un entorno estable y predecible en el que los empleados se sienten seguros y motivados.

Cuando los líderes alinean sus acciones con los valores y la misión de la organización, inspiran a sus equipos a seguir el ejemplo, fomentando una cultura de fiabilidad y responsabilidad.

Además, la consistencia en los procesos internos y la comunicación refuerza la cultura organizacional.

Superar los desafíos de la consistencia

En 2025, mantener la consistencia no estará exento de desafíos.

La volatilidad del mercado, las limitaciones de recursos y las preferencias cambiantes de los clientes pueden poner a prueba la determinación de una empresa.

Sin embargo, las empresas exitosas priorizan la consistencia mediante:

  1. Definir objetivos y valores claros: establecer una visión y una misión bien articuladas sirve como una estrella guía, asegurando que todos los esfuerzos estén alineados.
  2. Desarrollo de sistemas robustos: los procesos automatizados y los procedimientos bien documentados minimizan la variabilidad y el error humano.
  3. Seguimiento del progreso: la evaluación periódica de las métricas de rendimiento garantiza que las empresas sigan por el buen camino.
  4. Mantener la resiliencia: el compromiso con la consistencia suele requerir perseverancia, especialmente durante períodos de progreso lento o desafíos externos.

Los beneficios de la consistencia se acumulan con el tiempo.

Así como el interés compuesto genera un crecimiento exponencial de los ahorros, las acciones consistentes producen resultados exponenciales en los negocios.

Las empresas que se comprometen con la consistencia ven mejoras en la reputación de la marca, la moral de los empleados, la eficiencia operativa y el rendimiento financiero.

La teoría del flujo

El 2025 será tan complejo que no bastará con ser consistentes.

No nos quedará de otra más que fluir.

La “teoría del flujo” podría ayudarnos a afrontar tiempos económicos difíciles y gobiernos complejos.

Mihaly Csikszentmihalyi, un reconocido psicólogo, introdujo el concepto de “flujo” como un estado de experiencia óptima en el que las personas están completamente inmersas, concentradas y rinden al máximo de su capacidad.

El flujo se produce cuando las habilidades de una persona se adaptan perfectamente a los desafíos, lo que da como resultado una sensación de control, un compromiso profundo y una motivación intrínseca.

En tiempos de agitación económica, la teoría del flujo de Csikszentmihalyi puede servir como un marco valioso para que las empresas encaren los retos, mejoren la productividad y fomenten la resiliencia.

Impulsar el compromiso de los empleados durante las crisis económicas

Las crisis económicas generan incertidumbre y reducen la moral dentro de las organizaciones.

La teoría del flujo enfatiza la importancia del compromiso y la concentración, que pueden contrarrestar estos efectos negativos.

Al fomentar el flujo en el lugar de trabajo, las empresas pueden ayudar a los empleados a mantenerse motivados y productivos a pesar de los desafíos externos.

1. Durante las crisis económicas, la ambigüedad suele invadir las organizaciones.

Proporcionar a los empleados objetivos claros, medibles y retroalimentación inmediata garantiza que comprendan su papel en la superación de los desafíos.

Esta claridad les permite centrarse en lo que pueden controlar, lo que reduce la ansiedad y promueve un sentido de propósito.

2. Las crisis económicas pueden requerir que los empleados asuman nuevas responsabilidades o desarrollen nuevas habilidades.

Asegurarse de que las tareas se alineen con las capacidades de un individuo, al tiempo que lo empujan un poco más allá de su zona de confort, puede ayudar a mantener el compromiso y la motivación.

Este equilibrio evita sentimientos de frustración o aburrimiento, que son perjudiciales para la productividad.

3. En tiempos difíciles, dar a los empleados una sensación de control sobre su trabajo fomenta la propiedad y la resiliencia.

Cuando las personas sienten que tienen iniciativa en sus tareas, es más probable que experimenten fluidez y contribuyan significativamente a los objetivos de la organización.

La inestabilidad económica a menudo exige soluciones innovadoras. Csikszentmihalyi creía que el flujo está estrechamente vinculado a la creatividad, ya que alienta a las personas a pensar profundamente, explorar posibilidades y producir ideas novedosas.

Al crear condiciones que permitan el flujo, las empresas pueden liberar el potencial creativo de su fuerza laboral.

El flujo fomenta la motivación intrínseca.

Los empleados no sólo se ven impulsados por recompensas externas, como bonificaciones o promociones, sino por la satisfacción derivada del trabajo en sí.

Este impulso interno puede sostener a las empresas en tiempos difíciles, ya que los empleados se mantienen comprometidos y concentrados a pesar de las presiones externas.

Además, el flujo contribuye a la resiliencia psicológica al ayudar a las personas a encontrar significado y satisfacción en su trabajo.

En su investigación, Csikszentmihalyi observó que las personas que experimentan el flujo con regularidad están mejor preparadas para manejar el estrés y la adversidad.

Medidas prácticas para las empresas

Para aprovechar el poder del flujo durante las crisis económicas, las empresas pueden adoptar las siguientes estrategias:

  1. Alinear los objetivos organizacionales con objetivos alcanzables a corto plazo que inspiren la acción y brinden una sensación de progreso.
  2. Equipar a los empleados con las habilidades que necesitan para enfrentar nuevos desafíos, asegurando que las tareas sigan siendo interesantes y dentro de su zona de capacidad.
  3. Implementar sistemas que brinden retroalimentación inmediata y constructiva, ayudando a los empleados a mantenerse encaminados y ajustar sus esfuerzos según sea necesario.
  4. Empoderar a los equipos para que tomen decisiones y se apropien de su trabajo, fomentando una sensación de control, reduciendo el agotamiento.
  5. Alentar el trabajo profundo minimizando las distracciones, reestructurando los flujos de trabajo y promoviendo el equilibrio entre el trabajo y la vida personal para mantener la energía y el compromiso.
Como escribió el propio Csikszentmihalyi:

“Los mejores momentos de nuestras vidas no son los momentos pasivosreceptivos y relajantes...

Los mejores momentos suelen ocurrir cuando el cuerpo o la mente de una persona se estiran hasta sus límites en un esfuerzo voluntario por lograr algo difícil y que vale la pena”.

Así será 2025.
Javier Treviño Cantú

Javier Treviño es Vice Presidente de Walmart para México y Centroamérica. Fue Director General Ejecutivo del Consejo Coordinador Empresarial, CCE. Además es Fundador y Presidente de la consultoría Javier Treviño y Asociados. Es Licenciado en Relaciones Internacionales por El Colegio de México y Maestro en Políticas Públicas por la Escuela Kennedy de Gobierno de la Universidad de Harvard.