El reto de la lectura en la era digital
Sin duda el hábito de la lectura se está perdiendo a pasos agigantados, hay quienes dicen que simplemente ya se perdió. Las razones pudieran ser muchas, pero la principal es muy sencilla:
Nuestro ocio ha cambiado
No es ningún secreto que nos hayamos convertido en devoradores de series de plataformas digitales y que los tiempos de espera que antes usábamos para leer, ahora los utilicemos para consumir de manera masiva los contenidos, una gran mayoría basura, que nos ofrecen las redes sociales.
Sería fácil culpar a los padres o profesores por no motivar al hábito de la lectura, o ¿por qué no también al gobierno?
Por no apoyar de manera firme programas de impulso a la lectura, adicionales a las Ferias del Libro, a donde sólo asisten para cortar listones de inauguración...
Ahora bien, podríamos culpar a todo el mundo, pero evidentemente la razón principal por la que cada vez se lee menos, es la amplia oferta de entretenimiento al alcance de cualquiera, a través de los diferentes medios digitales, llámeseles smartphones, tablets o televisores.
En caso de que usted haya llegado hasta este punto del artículo, me gustaría felicitarlo, ya que está comprobado que lo poco que leemos en nuestro día a día, queremos consumirlo en unos pocos segundos, leyendo generalmente sólo encabezados, titulares y resúmenes.
Pasamos de la lectura reposada a la lectura a ráfagas
¿Será que nos tenemos que adaptar a los tiempos modernos? La respuesta sería “quizás”, siempre y cuando lo que supliera a la lectura ofreciera los mismos beneficios o al menos similares, sin embargo… tristemente eso no ocurre.
Es bien sabido por todos que la lectura estimula nuestro cerebro, aumenta la inteligencia, ejercita la memoria, nos brinda conocimiento, nos relaja, nos hace menos manipulables, más autocríticos y nos convierte en mejores personas.
Por el contrario, las otras opciones de contenido audiovisual… aportan muy poco o nada de lo anterior
Lo importante quizás, sería dejar de ver a la lectura como simple entretenimiento y empezar a verla como un ejercicio mental donde el cerebro participa de una manera activa y continua. Y no estoy diciendo que actualmente no se lea, ya que hasta para consumir contenido digital, tienes que leer frases, párrafos y subtítulos, pero estará de acuerdo conmigo que ese tipo de lectura, no aporta ningún beneficio fuera de hacer entender lo que se esta observando.
Sin duda, la comunicación digital nos incita a buscar lo llamativo, lo breve y lo rápido, favoreciendo la multitarea y haciéndonos perder nuestra capacidad de concentración...
...digamos que todo lo contrario a lo que ocurre cuando se lee un buen libro.
Considero que hoy más que nunca, debemos mejorar la enseñanza en las etapas iniciales e impulsar el gusto literario durante toda la formación de la persona, ¿no cree usted?