Evolución de la inteligencia artificial intensificará competencia por liderazgo global
Diversos expertos y científicos coinciden en que la inteligencia artificial avanzará de manera acelerada en múltiples tecnologías aplicadas al funcionamiento de infraestructura crítica, transporte, salud, operaciones financieras, comercio, sustentabilidad, educación, y producción de bienes y alimentos, entre otros.
Mencionan también que la inteligencia artificial provocará una transformación al menos similar o inclusive mayor, que la “Revolución Industrial”.
Entre las mayores preocupaciones de especialistas, está la falta de acuerdos y límites sobre el uso y las capacidades potenciales de daño de la inteligencia artificial, debido a la rivalidad geopolítica entre potencias globales.
El ex Director General de Google, Eric Schmidt, menciona que las democracias deben unirse para mantener el liderazgo, frente a los avances de China y gobiernos autoritarios, ya que la inteligencia artificial “reorganizará” al mundo, dirigirá las economías, reformará las sociedades, y determinará qué países establecen el orden mundial. Asimismo, otro especialista menciona la importancia de lograr un avance y adopción equilibrado de la inteligencia artificial, lo más uniforme posible en todos los países, para así poder mantener el crecimiento y desarrollo de largo plazo de las economías emergentes.
Mi análisis y prospectiva:
La evolución de la inteligencia artificial enfrentará con mayor frecuencia, la disyuntiva del beneficio o potencial perjuicio de sus avances. Por un lado, los beneficios de productividad en múltiples actividades, pero por otro, su aplicación con objetivos de perjuicio, ataque y defensa.
Las potencias globales, principalmente EUA y China, en su competencia por el liderazgo, difícilmente llegarán a un acuerdo sobre los avances, aplicaciones y límites del uso de la inteligencia artificial.
Por lo tanto, habrá visiones distintas que agruparán a los países según sus ideales y sistema de gobierno. No obstante, lo anterior no impide que surjan temas de coincidencia donde todas las potencias cooperen con sus avances, por ejemplo, para enfrentar los retos de sustentabilidad, mejora del medio ambiente, servicios de salud, y educación, aspectos que pudieran lograr unidad hasta cierto punto. Por el contrario, todo lo relacionado con capacidades militares, productividad y eficiencia, tecnologías autónomas de transporte y actividades rutinarias, e inclusive biotecnología, serán ámbitos con intensa rivalidad. Además de los gobiernos, la academia, las grandes empresas de tecnología, y los actores no gubernamentales con agendas propias o disruptivas, serán también parte de esta compleja evolución, y en el mejor de los casos, habrá que controlarlos y hacerlos partícipes de los posibles y necesarios acuerdos internacionales del uso de la inteligencia artificial.
Adicionalmente, si las potencias globales no facilitan y comparten bajo condiciones razonables, sus avances y tecnologías de inteligencia artificial a las economías emergentes y países en desarrollo, existe una alta probabilidad de incrementar aún más la disparidad entre naciones desarrolladas y en desarrollo, ya que estas últimas pudieran perder ciertas ventajas competitivas de producción de bajo costo, contra países ricos que automaticen cada vez más sus procesos productivos y servicios.
Generalmente se consideran los ámbitos económico y militar, como los principales factores que determinan el liderazgo global de un país, sin embargo, en el largo plazo, la inteligencia artificial se convertirá en uno de los principales aspectos diferenciadores.