Irreverente

¿Te llamas Juan? ¿No? Pues deberías. Te queda ese nombre

Plácido DETONA en el inicio del año nuevo escribiendo de forma un tanto inusual.
Les platico:

Juan ¿y tu apellido no es perro?
Qué lástima, porque eres el caso perfecto para ilustrar el cuento que me apresto a contar aquí. ¿Arre? Arre!
Esta es la historia de un matrimonio que era muy feliz pero les faltaba serlo todavía más, por eso y para eso engendraron a su primer hijo.
Nació terso y bello el varoncito, hasta que un día cuando cumplió dos años, se sumió en un mutismo que no hubo forma de sacarlo de ahí.

Cuando apenas balbuceaba sus primeras palabras, dejó de hablar y se se la pasaba como idiota viendo la televisión.
Sus padres no entendían y los médicos que trataban al niño, menos.
Quisieron darse una segunda oportunidad y tuvieron al segundo, que resultó hombre, también.

Todo iba perfecto hasta que otra vez, a los dos años le sucedió lo mismo que a su hermano.

La televisión de la casa tenía ahora a dos audientes idiotizados frente a ella.
Padre y madre eran obstinados y como se sentían inteligentes, guapa -ella- y apuesto -él-, no podían aceptar esta doble desgracia.
Y vino el tercer intento y sucedió exactamente lo mismo. Tres idiotas masculinos pegados al televisor, con un año de diferencia cada uno entre ellos, babeantes e incapaces de proferir palabra alguna.

"La 4a es la vencida", se dijeron y llegó así el cuarto vástago

Los padres rezaban temiendo que a sus dos años de edad sucediera lo mismo…y sucedió. Juan vino a ser el cuarto que se pasaba el día completo frente al televisor.
“No hay 5o malo”, le dijo en una noche de placer, la esposa a su marido y volvieron a intentarlo.
Esta vez nació una niña, hermosa como sus hermanos, que tenían otra adoración, además de la televisión: el rojo los enloquecía, sus rostros se transformaban cada vez que se topaban con ese color.
Su única hermana crecía bella y sana, pero llegó su segundo año de vida… luego un día después, dos, tres, una semana, dos meses, un año y la niña seguía hermosa e inteligente.

Los padres se desentendieron de los cuatro idiotas y solo tenían ojos para su hija.

En su cumpleaños 7, sus hermanos -los mayores ya rozando la adolescencia- los padres le pidieron a su cocinera que preparara un festín, matando a una de las gallinas que criaban en el corral del citadino traspatio de tierra.
La cocinera escogió a la más gorda, la hizo girar tomándola del pescuezo hasta que le arrancó la cabeza.
Después brotó la sangre a borbotones y Juan, el menor, al darse cuenta del rojo tan amado por él y sus hermanos, llamó a todos a la cocina y se extasiaron con la marea de ese color que manaba de la gallina.
Los padres habían salido junto con la cocinera al mercado cercano a comprar cosas para la comida familiar y se llevaron con ellos a la hija, de la que no se despegaban para nada, pero la niña se desesperó y regresó sola a su casa.

Estaban los cuatro idiotas frente al televisor, todavía extasiados tras haber visto la marea roja en la cocina, cuando enfrente de ellos pasó su hermana.

Al regresar el matrimonio y su cocinera a la casa, comenzaron a llamar a gritos a la hija, pero ésta no respondía.
El padre la buscó en la cocina y desde ahí soltó un grito-gemido-lamento brutal que hizo llegar corriendo a su esposa y a la cocinera.

“No entren, por favor”, les imploró llorando.

Las dos mujeres se detuvieron en seco pero no pudieron evitar ver detrás del hombre, una marea roja esparcida por el piso de la cocina, más grande aún que la que había después de que la cocinera degollara y pasara por cuchillo a la gallina que comerían para celebrar el cumpleaños de la única hija del matrimonio.

 Cajón de Sastre:
  • Este relato se parece a uno de los cuentos de Horacio Quiroga, pero pensándolo bien, no tanto.
  • Me faltó agregar que el padre era jubilado y vivía de las rentas de unas propiedades -como 12- que tenía en un pueblo mágico cercano.
  • Quizá este dato no venga mucho al caso de esta historia, pero vendrá... cuando mañana les platique el siguiente episodio: "Envoltura para acomplejados". Les va a gustar. Bueno, a uno que otro no...
  • Entonces, mañana cambio leve de programa, sin faltar el Incomparable Iván y toda la Compañía.
Plácido Garza

Presidente y fundador de la plataforma noticiosa www.detona.com que cuenta con un periódico digital y canales de TV en YouTube y TikTok. Ganador del Premio Nacional de Comunicación para Medios Digitales 2023, otorgado por la “Fundación José Pagés Llergo”. Ganador del Trofeo Regio 2024 en la categoría de Comunicación. Ganador del Premio Estatal de Periodismo en NL,  “Francisco Cerda Muñoz” 2024, al mejor medio digital. Nominado a los Premios de Periodismo “Maria Moors Cabot", de la Universidad de Columbia en Nueva York; "Sociedad Interamericana de Prensa", con sede en Miami y “Nacional de Periodismo”, por cuatro años consecutivos. Miembro de los Consejos de Administración de diversas corporaciones globales.  Creador de la primera plataforma BigData en América Latina.  Exporta información a empresas y gobiernos de varios países.
Es uno de los periodistas más influyentes en el ámbito socio-político de México. Escribe todos los días su columna "Irreverente" para medios nacionales y extranjeros. Maestro de distinguidos comunicadores en el ITESM, la U-ERRE y universidades de EEUU. El 29 de septiembre de 2022, Plácido Garza es incluido en la Enciclopedia de la Literatura en México por su libro “Irreverente”, donde se le destaca en la reseña como “un disparador incansable de ideas, algunas provocadoras, otras, lapidarias”. Es reconocido por su tono fresco y mordaz de crítica política y social, así como una viva expresión de la lengua y la cultura mexicana, mezcla antagónica generada por la proximidad con Estados Unidos. Como montañista, ha conquistado las cumbres más altas de América y algunas de Asia y Europa.