Hasta siempre Cervecería
Fue un placer conocerte.
Pasar algunas tardes en tu Museo. En el jardín cerveza. Degustando la bebida más nueva. Con el sabor del norte. Como le han dado a llamar.
Visitar la planta y el Museo del Beisbol, en esa sede tan antigua. Con aroma de la nostalgia de los emprendedores, los brujos de las finanzas y de la generación de empleo.
A la venta de las últimas acciones de FEMSA al grupo de Heineken, se cierra el capítulo del Grupo Monterrey. La ciudad donde antes se bebía pulque, mezcal, sotol y choneño.
La de la familia de Isaac Garza, José Calderón y Schneider, los dueños de la fórmula para crear el holding.
En los terrenos aledaños a los precaristas del Pozo y los inmigrantes en la Industrial, la causa social de La Cuauhtémoc, una llave publica, donde los transeúntes y quienes habitaban en contiguo, pudieran llevarse una parte de lo suyo.
FEMSA ha abierto muchos negocios en frentes como los hidrocarburos, los alimentos procesados, las tiendas de conveniencia y con ellos desde la generación hasta la venta al mayorista.
Monterrey ahora es cosmopolita.
Comunidades de Hebreos, libaneses, Coreanos del Sur, japoneses, Chinos y hasta Norteamericanos de Canadá y los Estados Unidos, viven en la zona conurbada.
Ya no conocerán de la Fundidora o Cervecería, a una la conocen como parque de diversión y conciertos
A la otra, el consulado financiero de Bélgica en México.