¿Caintra, para qué?
Les platico:
Por todos lados y a todo costo, la Caintra de NL anda anunciando su próxima asamblea anual -la 79- para el próximo 3 de marzo.
Su presidente es Rodrigo Fernández Martínez, que también preside a Sigma Alimentos, parte del Grupo Alfa, del cual él y su familia son accionistas principales.
Como todos sus predecesores y sus posteriores, proviene del linaje de las empresotas que mangonean a ese organismo vetusto por sus prácticas, de la IP regia.
En el apellido lleva la prosapia de su pedigrí, el mismo que ha evitado desde la fundación de Caintra, que los micros, minis y pequeños empresarios tengan voz e influencia en las decisiones y la postura de ese gremio tan devaluado.
Como preámbulo anunciaron el pasado 31 de enero la remoción de Guillermo Dillon Montaña, quien fuera director de ese OISP ¡durante la friolera de 20 años!
Como dijo el grafitero que le rayó … el vagón al trenecito maya en el banderazo de arranque que dio AMLO en medio de la selva: “NO MMS”.
Algo de lo que más critican los ipecos al gobierno, lo padecen ellos mismos en sus decisiones y acciones en los organismos que los representan:
La longevidad laboral de sus dirigentes operativos, o lo lo que es lo mismo, el anquilosamiento y la obsolesencia de sus subordinados cuadros cupulares.
Debido a tantos años amamantándose de la ubre de las cuotas de sus cada vez menos afiliados, se vuelven acedos, caducos y artríticos digitales.
¿A poco en 20 años no hubo alguien más preparado y capaz para dirigir a Caintra?
Claro que sí, pero los mandones prefieren lealtad sobre capacidad.
¿Dónde más se aplica semejante principio?
Lean los nombres de los presidentes a los que sirvió Dillon Montaña en su laaaaarga gestión como director de Caintra:
Eduardo Garza T Fernández, José de Jesús Valdez Simancas, Alberto Fernández Garza, Federico Toussaint Elosua, Andrés Garza Herrera, Eugenio Clariond Rangel, Álvaro Fernández Garza, Eduardo Garza T Junco, Juan Ignacio Garza Herrera, Adrián Sada Cueva y Rodrigo Fernández Martínez.
Salvo JJ Valdés -alto directivo de Alfa- todos los demás llevan en sus apellidos el linaje, los olanes y el tru tru de la seda de sus cunas.
Por cierto, Caintra es un “Club de Toby” en toda su expresión: puros caballeros, ni una sola dama como presidenta.
Que les apliquen la equidad mal llamada de “género”, porque en realidad es de sexo, según la RAE.
FALTA DE REPRESENTATIVIDAD DE CAINTRA Y OPACIDAD DE SU "GEMELO" CINTERMEX.
Caintra padece el mismo mal de todos los OISP, organismos intermedios del sector privado: la nula representatividad que ejercen para los que más empleos generan en México: los PYMES.
Las empresas grandotas dan chamba solo al 15% de la “raza trabajadora”; el resto se lo reparten los PYMES y la informalidad.
Para amolarla de acabar, Caintra y su filial gemelo Cintermex le están dando en la madre a la transparencia, al ocultar a sus socios o locatarios, el manejo de las cuotas que pagan a ese centro de exposiciones.
Esto, merced a que otro de los que se eternizan en esos puestos, Gonzalo Escamez Sada, que lleva la penitencia en su apellido de angora.
Además, los presidentes de dicho organismo han, son y serán, todos, directivos de los grupos que controlan a Cintermex.
A saber:
Claudio del Valle Cabello preside hoy a ese organismo y a la vez es vice presidente de finanzas de Vitro, cuyo presidente es Adrián G. Sada Cueva.
Sucedió en el trono a Carlos Jiménez Barrera, a punto de jubilarse o ya se retiró como director de asuntos corporativos de Alfa, que preside Armando Garza Sada.
O sea, nomás los chicharrones de los grandes corporativos truenan en Caintra y Cintermex, para desgracia de sus afiliados.
Con eso muestran que adolecen de lo que tanto le critican al gobierno: la opacidad.
Que les vaya bien, señoras y señores, el 3 de marzo, ya saben lo que les deseo…
CAJÓN DEL SASTRE DE PANAMA.
“Ahí se ven”, remata la irreverente de mi Gaby.