Fastuosa, lujosa, lejana pero a la vez, cercana

Les platico: lo primero que me preguntó la irreverente de mi Gaby fue: "¿pues no que era muy listo?" 

Obvio, se refería a Santiago Nieto, el temible director de la UIF, Unidad de Inteligencia Financiera, quien de haber seguido la recomendación del General Audomaro Martínez se hubieran casado en Tombuctú, la ciudad de los 333 santos, en la República de Malí, al norte de Africa.

Pero quisieron irse lejos y llegaron casi al extremo de pedirles a sus 333 invitados la firma de cartas de confidencialidad, pero no era para tanto… aunque a la luz de lo que ahora se sabe, quién sabe…porque resultó que ninguno era tan santo como los de la ciudad africana.

Como dicen algunos de mis colegas, si Carla y Santiago tienen lana para pagarse una boda de esas dimensiones, ¿por qué no hacerlo?

Pero aquí entro yo con la famosa frase milenaria: “la esposa del César, además de casta, debe parecerlo”.

AH, ESOS ASPIRACIONISTAS QUE NO SE CONFORMAN CON UN PAR DE ZAPATOS

Si el blanco de los proyectiles del presidente es la gente que tiene más de un par de zapatos, ¿para qué buscarle tres pies al gato?

Si los enemigos declarados del presidente son los que alardean de lo que tienen y peor aún si son ostentosos, ¿por qué no te hincas si ves la tempestad?

Si es bien sabido lo que le sucedió a César Yáñez -el que antes de su boda era casi el número 2 en la jerarquía -o monarquía- de AMLO, ¿para qué les pellizcas los baidots a King Kong?

Si dentro de los 300 invitados había gente de dulce, de chile y de manteca, ¿para qué medirle la temperatura al que delira de calentura?

Si eres el coco debajo de la cama de los infractores fiscales, ¿para qué te vas a casar a todo lujo a Antigua en vez de irte como casi te sugirió mi General Audomaro, a Tombuctú?

Antes del atentado contra el jefe de la policía de la CDMX, Omar García Harfuch, mi General Audomaro advirtió en una de las reuniones de seguridad previas a las mañaneras, que tenía claros indicios de un ataque contra cualquiera de estos cinco prominentes miembros del gobierno:

AMLO, el propio Audomaro, Alfonso Durazo, Omar y Santiago Nieto.

Está bien, Santiago aparecía en 5º lugar, pero aparecía, y mientras más llame la atención, más riesgo hay de que se le vayan encima los malos… o los buenos.

Derivado de esta boda vamos a tener que contar a los damnificados.

Por lo pronto ya cayó Sara Paola Gálico Félix.

Era secretaria de Turismo de Claudia Sheinbaum.

Por cierto, no fue ella, como algunos dicen, quien llevaba la maleta con los $35,000 dólares que decomisaron las autoridades guatemaltecas. Eran de Juan Francisco Ealy Ortiz, el dueño del periódico El Universal, por cierto, severo crítico de la 4T, que fue quien rentó el jet privado del que ahora ya todos se saben hasta su matrícula y horas que lleva volando.

CAJÓN DE SASTRE

“Contemos, contemos, a los damnificados”, dice la irreverente de mi Gaby.