¿Por qué Morena destruye y no construye?

Rogelio Ríos Herrán DETONA: No bien cumple la mitad de los 100 días de arranque el Gobierno de Sheinbaum cuando queda en claro que no intenta frenar la tendencia de López Obrador a destruir instituciones, sino que quiere o permite que eso siga adelante hasta los niveles actuales de locura.

Más allá de Sheinbaum y su decepcionante impacto en la conducción política del país, hay que preguntarse lo siguiente:

¿Qué pretende hacer Morena con las instituciones públicas y el régimen de gobierno en México? 

Nadie votó por destruir lo hecho después de al menos tres décadas de transición a la democracia.

En Morena se atribuyen un mandato de destrucción que nunca existió en las urnas, en las cuales se votó por la renovación del gobierno, no por la demolición de sus instituciones. 

El asalto al Estado mexicano que Morena hace día a día no tiene legitimidad alguna: los votos dan representación y formalidad al nuevo gobierno; la legitimidad se alcanza con el buen desempeño en el gobierno. 

No alcanzó a llevar el conteo de cada acción de los poderes ejecutivo y legislativo, no sólo en contra del poder judicial, sino que afectan severamente a la administración pública federal. 

El fervor nihilista de Morena no repara en que, al mutilar al Estado y la Constitución, se está dañando a su gobierno de manera irreversible.

Si en los seis años de gestión de López Obrador la “austeridad republicana” casi paralizó al gobierno federal y lo sumió en bajos niveles de eficiencia, lo que hoy observamos bajo el ciclo de Sheinbaum me parece inexplicable. 

  • ¿No percibe Claudia las consecuencias de lo que hace su partido Morena?
  • ¿O participa ella consciente y deliberadamente en la destrucción institucional? 

Tal vez no es el Ejecutivo la fuente del poder que impulsa a Morena, por lo que en Palacio nacional sólo se limitan a sobrellevar las cosas lo mejor que pueden. 

Me detendré nada más en un aspecto de la ola destructora morenista.  

Una de las peores locuras que Morena está poniendo en marcha es la de la “supremacía constitucional”, tesis según la cual la Constitución mexicana (la morenista, claro está) no se somete a la legislación de los tratados internacionales de los que México es parte.

Rogelio Ríos Herrán

Egresado de la Licenciatura en Relaciones Internacionales por El Colegio de México (1981)  y desde 1994 se ligó a los medios de comunicación como comentarista y productor en Radio Nuevo León y la televisión pública y colaborador y columnista en periódicos en Nuevo León y Arizona y Georgia, en Estados Unidos. Durante más de 18 años se desempeñó como editor de opinión en el periódico El Norte (Grupo Reforma), en donde además durante 15 años fue un editorialista regular con análisis sobre coyuntura de política internacional, Estados Unidos y asuntos mexicanos. Desde 2019 y hasta 2021 colaboró en Grupo Visión de Atlanta, Georgia, y condujo el programa radial Un Café Con Atlanta.