¿Tras el terremoto DeepSeek, fue un acierto que Samuel García no trajera Nvidia a NL?
El susodicho bully jalisciense me presumió que, a pesar de que los norteñosnos jactamos de ser los reyes del nearshoring, resulta que Nvidia, la mayor empresa de hardware y software de inteligencia artificial del mundo, decidió instalar su giga-factory de ensamblaje de chips avanzados en Tonalá, cerca de la carretera libre a Zapotlanejo, y no en el Área Metropolitana de Monterrey.
O sea, nos ganaron la partida.
¿Perdimos esa apuesta de la relocalización?
Solo aparentemente.
Yo no me alebresté contra mi amigo jalisciense, primero porque él era el que invitaba la botella de tequila Casa Dragones, y segundo, porque soy un convencido (lo he escrito decenas de veces) de que no hay inversión más inestable que la inteligencia artificial.
Y da la casualidad de que Nvidia, junto con Foxconn, producirá en Tonalá precisamente los súper chips GB200 Blackwell, destinados a los mayores servidores de inteligencia artificial.
Días después de que la botella de tequila pasara a mejor vida (o a mejor panza), mi amigo me llamó para darme la estocada final.
Donald Trump anunció por todo lo alto que Open AI, Oracle y SoftBank invertirían $500,000 millones de dólares (para darnos una idea, el monto total del presupuesto de egresos anual del gobierno mexicano), en una infraestructura de inteligencia artificial bautizada como Stargate.
Más que sorprenderme, el exagerado monto me desconcertó.
¿Lo pagaría en parte el gobierno de Trump?
Y, si bien es cierto que SoftBank es lo suficientemente solvente, ¿podría cubrir el proyecto Stargate con inversores crediticios que aceptaran expandir exponencialmente ese mega centro de datos?
Para despejar mis dudas, mi amigo me recordó el famoso dicho de los magnates tecnólogos de Silicon Valley sobre el dueño de SoftBank, el japonés Masayoshi Son:
“Cuando emprendas un gran proyecto tecnológico, evita que Masayoshi Son tenga su cañón de capital frente a ti, y busca mejor por todos los medios que Son tenga su cañón de capital detrás de ti”.
Eso hacía toda la diferencia.
Pues no había tal diferencia.
Los chinos son muy buenos para copiar productos (hasta el tequila ya aprendieron a clonarlo), mejorar tecnologías ajenas y desgraciarle la fiesta al mundo occidental con un cañonazo comercial.
En menos de 24 horas, los chinos sacaron su app de inteligencia artificial, DeepSeek R1, con código abierto (reforzando así su accesibilidad), con una inversión de apenas $5.6 millones de dólares (una vil bicoca), y con un modelo de autoaprendizaje superior al de ChatGPT y 50 veces más económico para los usuarios. Toda una goliza.
Nvidia perdió en un solo día 17% de su valor en bolsa (el descenso más estrepitoso en solo un día de toda la historia de la bolsa de valores), Meta está aterrorizada, y los inversionistas de Stargate (comenzando por el propio presidente Trump) ya la piensan dos veces para entrarle al quite.
Pero mientras Nvidia se recupera de la resaca que le provocó DeepSeek, y los nuevoleoneses respiramos aliviados por la cuenta de una borrachera que no tuvimos que pagar, te comparto dos incógnitas aún por despejar:
- ¿De dónde sacó DeepSeek su base de datos para el autoaprendizaje de su app?
- ¿Acaso de TikTok?
Te aseguro que sí.
Y segundo:
- ¿Qué pasará con la giga-factory de Nvidia y Foxconn en Tonalá, Jalisco?
- ¿Hay riesgo de que reduzcan su presupuesto inicial?
Podrán decir misa, pero las expectativas de esta planta adquieren ribetes verdaderamente sombríos.
- ¿Y si Nuevo León le hubiese ganado la partida de Nvidia a Jalisco?
¿En qué grado de ansiedad empresarial y político estaríamos ahora?
Quizá en uno que no nos haría olvidar ni siquiera una botella completa de tequila.
Moraleja:
En inteligencia artificial, cualquier competencia que salga de última hora puede moverte el tapete con todo y tu modelo de negocio disruptivo, tus costos y tu propuesta de valor.
En inteligencia artificial, no solo tú estás moviendo fichas ni revolucionando Internet.
Y finalmente, mi consejo más preciado:
En cuestión de negocios, no te burles de tus amigos porque todo se regresa en esta vida, no todos son cuentos chinos, y es muy fácil perderte en el bosque de la China de Xi Jinping.