"Dejé un mensaje para ti en la última página del libro"
Les platico:
Así motivaba a mis hijos para que leyeran.
Les pedía que no hicieran trampa, para que no se saltaran toda la lectura del libro que les regalaba.
Y así fomentaba en ellos la paz que da la ciencia: la paciencia.
Hace días, uno de mis muchos “críticos” se descosió atacando mi artículo del día, y miren que escribo a diario, desde hace muchos años y tengo estoicos editores que me publican a diario y también tengo a unos cuantos igualmente estoicos lectores.
Chequé la hora de la mentada “crítica” y ocurrió a los dos minutos de mi publicación.
El tipo ese cometió trampa, pero a la inversa: leyó solo el título y atacó el texto completo.
“Lee mi columna”, le respondí. “Estás insultando leyendo solo el título de mi texto”.
Y entonces recordé dos anécdotas:
- La de mis hijos, cuando estaban chiquitos.
- Mi reencuentro con Elena Poniatowska el 7 de junio del 2016.
Me encontré por primera vez con ella once años atrás, el 14 de septiembre del 2005, y las dos fueron en aeropuertos.
Cuento la historia de la primera vez en mi libro “Irreverente”, presentado el 13 de marzo del 2020, dos días antes de declararse la emergencia nacional por el COVID-19.
PONIATOWSKA
De mis encuentros con Elena atesoro dos mensajes escritos por ella a mano.
El primero fue cuando la vi sentadita en el aeropuerto Benito Juárez de la CDMX y fui y me senté a su lado a platicar con ella. Mínimo una vez al día gusto de hacer algo que me dé miedo.
Aquella vez de hace casi 18 años fue tratar de entablar plática con ella, por dos razones:
1ª: la celebridad que sigue siendo y la 2ª: estaba leyendo y la interrumpí.
Después de unos minutos le pedí que escribiera algo para mí.
Entonces no se acostumbraba lo de hoy de tomarse una selfie con alguien famoso.
Se me quedó viendo unos segundos y después escribió esto:
“A Plácido -entre dos aviones que nos lleven al cielo- un gran abrazo de afecto. Elena Poniatowska Amor. 14 IX 2005.”
Y al reverso -sin que yo se lo hubiese pedido- anotó su teléfono…
El otro mensaje lo escribió en una de las primeras páginas de un libro suyo que yo estaba leyendo en esos momentos y que me acompañaba entre los aviones que de tanto viaje me llevaban al cielo:
“7 de junio, Día de la Libertad de Prensa. A Plácido por el gusto del reencuentro. ¡Qué bueno estar vivos y ser felices! Un gran abrazo solidario. Elena Poniatowska Amor”.
Mi reencuentro con ella había tenido lugar el Día de la Libertad de Expresión.
MENSAJE FINAL:
En mi próximo viaje a la CDMX llevaré conmigo mi irreverente libro y voy a ir a su casa a llevárselo.
En la última página dejaré un mensaje para ella…
Va a llegar a él con paciencia, y al hacerlo, tendremos nuestro tercer reencuentro…
Elena cumplirá 91 años el próximo 19 de mayo.
CAJÓN DEL SASTRE DE PANAMÁ
“¡Qué historia nos acabas de contar…!”, remata la irreverente de mi Gaby…