El verde es vida

Gerson Gómez DETONA: La juventud y la decencia olvidaron a Dios, por eso hay tanto consumidor. Podría ampliar el episcopado mexicano. Tal vez tengan razón. Tal vez no.

Supone el consumidor mayor calidad. Incluso a la producida en el sur de California.

En los promocionales Snoop Dog aparece. También lo hace el chaval de los corridos tumbados Natanael Cano.

Inversionistas a la par del expresidente de México, Vicente Fox Quezada. Imaginamos al consumidor de cannabis contento al llegar a casa. Forja el cigarrillo. Puede escuchar a Peso Pluma, si es en el barrio bravo. Pink Floyd en zona de media clase. Algo de sonido clásico, como Mozart en las amplias zonas residenciales de nuestro abundante país.

La juventud y la decencia olvidaron a Dios, por eso hay tanto consumidor. Podría ampliar el episcopado mexicano. Tal vez tengan razón. Tal vez no.

Alex Lora del TRI en sus conciertos, como también lo hace Santa Fe Clan, dicen al público, el verde es vida o si quiere ver a su hijo bueno y sano, póngalo mariguano.

Lo cierto es la patente de venta, de comercialización, es un negocio magnífico.

A tal grado llegó en los años 80, cuando el genio del campesinado nacional, Rafael Caro Quintero, ofreció pagar la deuda externa, pidiendo al presidente de la época y a la milicia, solo dejarlo trabajar.

Cada lona colocada en expendidos para mayores de 18 años, como también lo son los sex shop, pagan impuestos. Ayudan a la economía formal. Para Vicente Fox continue con su magnífico centro de investigación en Guanajuato.

Por cierto, de las pocas franjas de tierra gobernadas por el panismo tradicional.

Donde la sangre corre, por las disputas entre las células del crimen organizado.

Pelean palmo a palmo por el control, trasiego y cobro de piso. En vez de comprarle a Vicente, con sus budys, la patente de corso.

Gerson Gómez

Morelense de cepa Regiomontana. LCC con especialidad periodismo (UANL). Doctor en Artes y Humanidades (I.C.A.H.M.). Tránsfuga de la mesa de redacción en diferentes periódicos como El Diario de Monterrey, Tribuna de Monterrey, y del grupo Reforma en el matutino Metro y vespertino El Sol. Escort de rockeros, cumbiamberos, vallenatos y aprendices al mundo de la farándula. Asiste o asistía regularmente a conciertos, salas de baile, lupanares, premieres, partidos de fútbol y hasta al culto dominical. Le teme al cosmos, al SAT, a la vejez y a la escasez de bebidas etílicas. Practica con regularidad el ghosting. Autor de varios libros de crónica como Hemisferio de las Estaciones, Crónicas Perdidas, Montehell, Turista del Apocalipsis, Monterrey Pop y Prêt-à-porter: crónicas a la medida.