Las palabras de nuestros líderes sí importan. 2a Parte

Hace unos días compartí mi pensar sobre los acontecimientos en el Capitolio de EU y mencioné que había mucho más en el subtexto. 

Compartí la confianza que tenía de que las instituciones americanas son fuertes, y en que todavía prevalece la voluntad firme de preservar y cuidar formas fundamentales. 

Esta es la liga de mi anterior artículo

https://detona.com/articulo/las-palabras-de-nuestros-lideres-si-importan

Por lo menos hay consenso, en el poder, en el cómo no, y en el cuándo sí se requiere unión y aplicación de todos sus recursos para sancionar lo imperdonable, y qué es lo imperdonable queda suficientemente claro. 

PAÍS DIVIDIDO

El país, como ya es plaga en el mundo, está profundamente dividido, hay suficiente representación en las urnas de ambos lados, y todos con la Constitución de estandarte y la defensa de la democracia como excusa y discurso para ganar los votos. 

¡Pues sí! y los grupos radicales insurrectos también creían estar defendiendo su democracia, que piensan está siendo robada y ultrajada con un fraude electoral, siendo que tuvieron una elección histórica en la cantidad de gente que salió a votar, aún en medio de un pandemia. 

Pero paradójicamente quienes introdujeron y alimentaron impunemente estas falsas teorías, no tienen ninguna intención democrática, y utilizan a los vulnerables para acumular poder.

¿Les suena familiar?

También entiendo que este tipo de comportamiento no es posible motivarlo de la noche a la mañana.

El sentimiento tiene que venir gestándose durante años y debe existir una razón y un sentimiento legítimo y verdadero, que al no encontrar audiencia que prestara atención suficiente, prescribió la paciencia y la cordura para ser fácilmente explotados a través de un ecosistema creado para alimentar una realidad alterna, con datos y noticias alternas.

LO PREOCUPANTE

Que esto último pueda ser y se haya podido difundir y fortalecer gracias a la participación de medios y personajes de poder, es, para mí, lo más preocupante de todo, porque los mecanismos que lo permiten no desaparecen fácilmente, si acaso se pueda.

Olvidamos o ignoramos a unos, mientras a otros les damos todos los micrófonos dejándolos crecer y hacerse poderosos sin importar mentiras, corrupción, inmoralidad, falta de decoro y formas, hasta para llegar a cargos de la más alta importancia, pero, que mientras se obtengan beneficios: “que digan lo que quieran”, nos hacemos de la vista gorda. 

Hablo de Pedro y su mundo, para entender a Juan y el suyo.

Solo que, esa impunidad es el alimento que hace crecer a monstruos y ecosistemas, que tienen extraviado el valor de la honestidad y la verdad. 

Entonces como dijeron por ahí: “I was shocked, but not surprised”.

Las cosas están que arden y la democracia es utilizada, pero no ejercida, por los nuevos poderosos.

El mundo con los ojos puestos en el conflicto del país que dice tener la democracia más sólida, observando y listos para juzgar su congruencia, alejándonos de la nuestra, conectados a ver cómo acaba esta historia, buscando tal vez un rayo de esperanza en el mundo donde las películas siempre tienen final feliz.

Si tan solo fuera película y no serie.

EL FINAL ESTÁ LEJOS

Probablemente tendremos un buen final de este capítulo, porque el consenso en el cómo no, cuándo sí y en el qué, es ya un gran avance, pero el final, me parece, está lejos.

En el script de la serie no está sanar las heridas y la recuperación del diálogo entre hermanos, no solo de patria, sino del planeta.

Un orden que pueda poner en equilibrio la balanza, la construcción de puentes reales y sinceros, que sea capaz de escuchar y ver todas las inquietudes de los distintos grupos marginados y al mismo tiempo seguir propiciando la libertad para la creación de riqueza y prosperidad para mejorar la vida de todos. 

Nada más esto, cosita de nada.
 
Sin esto en el guion, el final de la serie se alargará por muchas temporadas, será interesante, más no pacífica ni alegre, y no sé si alcancemos a ver el final.

Espero muy ilusionadamente, porque la esperanza debe prevalecer para encender voluntades, que la llegada de Biden, junto con las lecciones, si aprendemos de la pandemia, promuevan un ambiente propicio para empezar a mejorar el guion de la serie.

Que si hay una consecuencia de rechazo contundente y evidente para quienes corrompen nuestros sistemas como lo he descrito, aprovechándose del vulnerable para fortalecer sistemas de poder abusivos y represivos, sea un ejemplo que marque pauta y de esperanza a otras naciones.

Quiero, antes de cerrar, aclarar que mi intención al hablar de esto no es el análisis político ni geopolítico, porque no tengo las calificaciones. 

Me interesa tratar de entender al ser humano dentro del mundo en que vivimos, desde mi interpretación simple y cotidiana. 

Tal vez promueva conversaciones que ayuden a generar ideas para empezar a cambiar el guion desde lo personal.

En este plano me queda claro  que hay una desconexión profunda entre yo y el otro, como entre el otro y yo, que urge conectar, porque como Elaine Pagels concluyó acertadamente en su libro “The Origin of Satan”: 

¿Por dónde podemos empezar hoy? o todavía mejor, ¿por dónde puedo yo empezar hoy? 

madero.pilar21@gmail.com