No es sano para México dar tanto poder a un gobierno, asegura Guido Lara
Después del resultado electoral del 2 de junio, he observado diversas reacciones de la gente, que van desde el triunfalismo por parte de los seguidores de Morena, hasta la afirmación categórica de la oposición, al afirmar que “hubo fraude”; por ello, decidí entrevistar a Guido Lara, quien es un experto a analizar el comportamiento humano en eventos masivos, tal como sucedió en la reciente jornada electoral.
Lara sostiene que la oposición y los organismos de la sociedad civil que participaron activamente en esta etapa electoral, no lograron estructurar una propuesta de gobierno que realmente convenciera a los electores a votar por la Coalición Fuerza y Corazón por México, liderada por Xóchitl Gálvez.
La oferta de Morena y sus aliados fue precisa al sentir de la gente al ofrecer un país más justo económicamente hablando, parejo, donde no haya racismo, dando privilegio a los pobres, situación que se cristalizó con la entrega de miles de millones de pesos a través de los programas del bienestar, que han beneficiado a millones de mexicanos.
Por otro lado, Guido dice: “A los ciudadanos les importo poco que tenemos un mal gobierno, con fallas estructurales tremendas, pero que les ofrece un rumbo más justo... combatiendo la desigualdad económica y acabando con el racismo".
Por lo tanto, la oposición debe cambiar su visión de cómo ver el escenario nacional.
Contemplamos escenarios reales que demuestran las deficiencias del gobierno, pero no aceptamos que la entrega de miles de millones de pesos en los programas sociales han sido bien aceptados por la población; sin embargo, los temas torales de nuestro país, como los contrapesos, la separación de poderes, la democracia, la libertad, el respeto a los derechos humanos constitucionales de los mexicanos, no les dan el valor necesario para defenderlos.
Irá viniendo, iremos viendo como esta derrota aplastante logra despertar la vocación de lucha, a través de la perseverancia, logrando superar las etapas del duelo, superando la negación yla ira, hasta llegar a la aceptación de que perdimos una batalla, pero que seguiremos luchando por la democracia en nuestra nación.