Riva Palacio escribe hoy: en los hechos el ‘quid pro quo’ con EU consiste en ayudarlos electoralmente conteniendo la migración, a cambio de no voltear a ver la degradación de las libertades en México.

<h5 class="handdrawn subtitle">La tragedia de Ciudad Juárez es el colapso de una política migratoria de tres presidentes, López Obrador, Donald Trump y Joe Biden.</h5>

Los tres conjuraron, por diferentes razones, una política de exclusión e indignidad.

Treinta y nueve muertos, hasta ahora, son su timbre de vergüenza y responsabilidad política por el horror de ver cómo los inmigrantes fueron encerrados bajo llave en el centro de detención temporal de esa ciudad fronteriza, mientras se incendiaba su celda

<ul>
	<li>Biden no ha dicho nada.</li>
	<li>Trump, tampoco.</li>
	<li>López Obrador se lavó las manos.</li>
	<li>Ken Salazar, embajador de Estados Unidos en México, fue más sensato al decir que los dos gobiernos deberían trabajar para componer un sistema de migración “quebrado”.</li>
</ul>

Sus palabras no son nuevas. Salazar era secretario del Interior en el gobierno de Barack Obama cuando hace casi una década dijo en un discurso desde la Casa Blanca que el sistema estaba roto, y que cada día había millones de personas indocumentadas, en las sombras, que esperaban que hicieran algo.

Se había comprometido desde 2013 a reforzar la seguridad fronteriza –deportando a inmigrantes como ningún otro presidente ha hecho– y la infraestructura –que hizo Trump–, combatir el crimen trasnacional –que han mal hecho los tres– y deportar criminales.

Años después, todavía cuando era presidente electo, López Obrador se echó un clavado en ese sistema quebrado.

En octubre de 2018, Alejandro Encinas, quien iba a ser nombrado subsecretario de Gobernación para Derechos Humanos, declaró que el nuevo gobierno iba a modificar la política migratoria desde una visión humanitaria, dándoles visas de trabajo y refugio en caso de ser necesario.

Las marchas de migrantes hondureños habían comenzado, pero esas palabras que abrían la puerta al paraíso las aceleró.

La política humanista y de brazos abiertos llegó al extremo de facilitarles transporte, agua y comida a los inmigrantes en su paso por México hacia Estados Unidos, en ese mundo ideal de principio de sexenio que tenía el respaldo de 51% de la población, según las encuestas de Consulta Mitofsky.

Tiempo después del desorden que metieron a un sistema quebrado, un colaborador de Olga Sánchez Cordero, que era la secretaria de Gobernación y responsable de la política migratoria en ese entonces, dijo que habían cometido un error, pues no calcularon lo que iban a provocar.

Lo que provocaron fue que se aglomeraron en la frontera con Estados Unidos decenas de miles de inmigrantes y las detenciones comenzaron a subir súbitamente.

En marzo de 2019, en una reunión de Jared Kushner, yerno de Trump y responsable extraordinario de la política con México, le advirtió a López Obrador en la Ciudad de México lo que estaba sucediendo en la Casa Blanca y el temperamento de su suegro por la anarquía migratoria:

<h5 class="handdrawn subtitle">si no hacen nada, adelantó, habrá consecuencias</h5>

López Obrador oyó, pero no escuchó.

A finales de mayo de 2019, vino lo que le anticipó Kushner.

Trump le dio un ultimátum a México señalando que si para el 10 de junio no frenaban la inmigración ilegal, impondría aranceles a los productos mexicanos.

López Obrador le quitó la responsabilidad de la política migratoria a Sánchez Cordero, se la entregó al canciller Marcelo Ebrard y lo mandó a Washington.

<h5 class="handdrawn subtitle">EBRARD Y POMPEO: QUÉDATE EN MÉXICO</h5>

Ebrard ya había estado en la capital estadounidense en noviembre de 2018, cuando arregló en secreto el acuerdo conocido como Permanecer en México con el entonces secretario de Estado, Mike Pompeo, donde se colocó la semilla de lo que sucedió en Ciudad Juárez: quienes buscaran asilo en Estados Unidos esperarían el trámite en México.

Pero al agravarse el descontrol en la frontera, exigieron que frenara la inmigración a como diera lugar.

La política de brazos abiertos cambió radicalmente y López Obrador despachó a 27 mil soldados y Guardia Nacional a la frontera con Guatemala.

<h5 class="handdrawn subtitle">Trump corrió su frontera sur del río Bravo al Suchiate</h5>

Cuando Biden llegó a la Casa Blanca denunció las políticas migratorias de Trump como “crueles y excluyentes” y planeó cancelar la política del Título 42, impuesta por su antecesor durante la pandemia del coronavirus para restringir todo tráfico transfronterizo que no fuera esencial.

No le duró mucho el deseo, ante la realidad política electoral y la migración que no cesaba.

En octubre del año pasado, invocó el Título 42 y comenzó a negociar con México un mayor volumen de inmigrantes centroamericanos para “permanecer” en este país en espera de sus trámites.

En enero, en vísperas del arribo de Biden para la cumbre de líderes norteamericanos, López Obrador aceptó recibir a 30 mil inmigrantes más cada mes de Cuba, Haití, Nicaragua y Venezuela.

Desde septiembre de 2021, el respaldo a los migrantes en México había cambiado en concordancia con el discurso de contención militar de López Obrador, y se encontraba en 9% de acuerdo con Consulta Mitofsky.

En la actualidad se mantiene ese apoyo, pero el rechazo a los inmigrantes creció en todo el país a 88% y de alguna manera avalando que México se hubiera metido en la cama con Estados Unidos para hacerle el trabajo sucio migratorio, mientras que internacionalmente presumía lo contrario.

En nombre del gobierno mexicano, Ebrard suscribió en diciembre de 2018 el Pacto de Marrakech, y en junio del año pasado la Declaración de Los Ángeles, que incorporaban el respeto a los derechos humanos de los inmigrantes y el compromiso de no hacer deportaciones involuntarias.

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Plácido DETONA que hoy le toca a Groenlandia, pero la tendencia usurpadora de EEUU se remonta al arrebato de tierrasa sus pueblos indígenas y a la mitad de México en 1845.

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Plácido Garza DETONA las señas particulares de una plaga que contamina redes y chats. 

Plácido DETONA 7 aplicaciones para este título. La primera es una cita de Andrés Meza, desde Madrid, sobre el ambiente de guerra que se vive en Europa: "Cuando el río suena..." Súbete al tren, aunque sea el equivocado.

Es mejor equivocarse de tren, que quedarse en la estación

Plácido DETONA: Transgresores de leyes y normas se salen con la suya apostándole a esos 3 factores.

Plácido DETONA: Hay que saber refinarlos para obtener "combustible".

Datos son "petróleo" del futuro. Rotación de Personal. Episodio IV y último

Plácido DETONA que se ocupan expertos en el manejo de aflicciones.

Sí, el término es "profeta", pero en un juego de palabras con mi hermano Eloy Garza, la usamos para destacar que las advertencias locales y nacionales ante lo que se ve venir con el gobierno de Trump, no son atendidas debidamente por la respetable concurrencia debido a que se le da más importancia a las marejadas de información que provienen del exterior. En nuestro programa de hoy explicamos la diferencia entre inflación, deflación, recesión y depresión, hablando en términos económicos. También platicamos con los detonautas, de los factores que provocan tales expresiones del ritmo cardíaco económico en el mundo. "Intenso" es poco decir para definir cómo se pusieron las cosas. 

Macario Schettino DETONA: La imposición de aranceles que Trump ha promovido de formas muy diferentes e incoherentes en los últimos días, significan un choque de oferta para Estados Unidos.

DETONA aquí Martha Bárcena, Embajadora Eminente de México por designación presidencial: Es tiempo de reflexión, agradecimiento y compasión. De recordar a mexicanos generosos y compasivos, amables, abiertos al mundo.

Pablo Hiriart DETONA desde Madrid: En una época, la aristocracia y la clase política mexicanas fueron francófilas: trajeron arquitectos franceses, copiaron la decoración e importaron el modelo de vida de Francia.

La última entrevista de Porfirio Díaz (mexicanos en París y en Biarritz)

El Auditor Superior de la Federación DETONA aquí: Gobiernos estatales y municipales deben fortalecer sus responsabilidades recaudatorias.

Recaudación y gasto público deben ser vigilados y auditados 

Ciro Gómez Leyva DETONA: He tenido la fortuna desde hace más de dos años de estar bajo la protección de la policía de la Ciudad de México. El servicio que he recibido ha sido de excelencia profesional y humana.

Javier Treviño DETONA: El pensamiento, la estrategia y el liderazgo disruptivos representan una fuerza poderosa para la transformación de la política y el gobierno.

LO MEJOR DE HOY EN DETONA:

De las recientes tragedias migratorias en México, por primera vez el Estado mexicano es responsable directo de la muerte de 39 migrantes y decenas de heridos, pero en este gobierno no hay culpables ni cesados.

El día de hoy platiqué con Sergio Arturo Vela, sumamente apesadumbrado ante lo ocurrido el pasado lunes en Cd. Juárez, en un Centro de Detención de Migrantes. El dolor de ver a decenas de hermanos ser consumidos por el fuego y la forma inhumana con la que los oficiales del Instituto Nacional de Migración se refieren a este hecho, se multiplica al oír al Presidente López Obrador echándole la culpa de propia muerte a los migrantes que fallecieron y que ni pueden defenderse ante la indiferencia notoria del gobierno en turno. La negligencia, la indolencia y la ineptitud se suman al deprecio de la vida de nuestros semejantes. Las lágrimas de coraje e impotencia estuvieron a flor de piel ante esta gravísima injusticia. Las palabras de lamento fueron pocas. Si a ésto le sumamos el desenfado del secretario de Gobernación, Adán Augusto, echándole la culpa a Marcelo Ebrard, nos desnuda a la 4T cómo lo que realmente es: un runfla de acémilas que sólo han causado daño a nuestro país. ¡Fortaleza para los meses que le quedan a este régimen! Hagamos conciencia, mexicanos.

Gobierno MISERABLE y asesino de migrantes

Lo ocurrido es responsabilidad de la 4T y punto.

El enfoque de “una migración ordenada, segura, regular y humana en la región” es una de las tantas promesas que tienen empedrado el camino del infierno. 

En Ciudad Juárez, 40 migrantes perdieron la vida. Fueron quemados vivos porque no dejarlos salir. Esto es INFAME.

AMLO es un ser desalmado: Ricardo Anaya por muerte de migrantes

En la sede migratoria del Instituto Nacional de Migración estaban alojados 68 migrantes, de los cuales, sólo 29 sobrevivieron el incendio y se encuentran heridos.


Mueren 39 migrantes tras incendio en INM de Cd. Juárez

LECTURAS RELACIONADAS:

Es decir, todo lo contrario de lo que se hizo en Ciudad Juárez, donde incluso el Presidente dijo el martes que el incendio en el centro de detención temporal había sido provocado por los inmigrantes detenidos en respuesta a que iban a ser deportados.

Ciudad Juárez es el último eslabón del desastre de esta política migratoria binacional, donde México ha servido como el hoyo negro de las necesidades políticas de Trump y Biden, cuyas presiones han producido en los hechos el&nbsp;quid pro quo&nbsp;de ayudarlos electoralmente a cambio de no voltear a la degradación de las libertades en México.

Esto último ha ido modificándose, pero la política migratoria no.

<h6 class="subtitle underlined">Treinta y nueve muertos, y contando, es su resultado.</h6>

Opinión

Juárez, responsabilidad presidencial

Paco Peña DETONA: Una populosa colonia de Monterrey, decidió lanzar a la "hoguera" a Donald Trump presidente de los Estados Unidos y a Samuel Alejandro García Sepúlveda, gobernador del Estado.

Ante la aplicación de aranceles estadounidenses que están afectando la economía de México y los índices de contaminación, corrupción y violencia contra la mujer que sufre Nuevo León, el "tribunal inquisitorio" de la Obrerista, una populosa colonia de Monterrey, decidió lanzar a la "hoguera" a Donald Trump presidente de los Estados Unidos y a Samuel Alejandro García Sepúlveda, gobernador del Estado para "quemarlos" y condenarlos al escarnio público.

Este 2025 se cumplieron ya 83 años de la Quema de Judas y a partir de las 9:00 de la mañana de un Sábado de Gloria intenso y soleado regresó de nuevo la tradición con la que concluyen las actividades luturgicas de la Semana Santa.

Como cada año el cruce de las calles Colegio Civil y Progreso del centro de Monterrey se convirtió en "la piedra de los sacrificios", en donde más de mil 200 ciudadanos y vecinos dieron rienda suelta a su "venganza" y disfrutaron a gritos la incineración de Trump convertido en Chamuco y Samuel en piñata representada en la figura de Mickey Mouse, por aquello de su viaje a Disneylandia y azotado a palos en medio de la algarabía de los presentes y una encarnizada guerra de huevos crudos y otros rellenos de confeti que enmarcaron la celebración anual.

Hubo un tercer "demonio" el del abandono político en que se encuentra el Estado, un monigote de cartón y carrizo sacrificado a propuesta del regidor de Morena, Gibrán Ornelas, presente en el evento y quién llevó una lotería mexicana en la que los asistentes a la Quema de Judas recibieron diversos premios.

“Yo tuve la idea del abandono político. Yo tengo meses siendo servidor público por primera vez y, al igual que todos, yo sufrí ese abandono de que políticos iban a mi casa, me preguntaban una cosa y ya no regresaban”, mencionó el morenista.

Con esa postura coincidió también Francisco Haros, uno de los responsables más longevos de mantener viva la tradición en la colonia Obrerista, que data desde la Semana Santa del lejano 1942.

Se da el caso- dijo- de políticos que solo se aprovechan, "gente que vienen por los votos, vienen a que los apoyemos y luego se olvidan de uno."

<h6 class="subtitle underlined">La edición 83 de la Quema de Judas incluyó al igual de otros aniversarios un torneo de futbolito, lotería y vales que surgían de las panzas de los monigotes para después cangearlos por despensas e incluso seis y doces de cerveza.</h6>

Samuel y Trump dos traidores en la Quema de Judas de la Obrerista en Monterrey 

Sugerimos leer:

Me cuentan que fue mi abuelo, Jesús Garza Hernández -conocido como “Don Chucho el de Codazos” por su popular programa diario en el entonces Canal 3 de Monterrey- quien la invitó a participar en los recordados anuncios de las tiendas de ropa El Capricho.

Aquellos comerciales, hoy parte de la memoria colectiva regiomontana, cerraban con la inolvidable frase:

"Lindo Capricho, Capricho de verdad".&nbsp;

Ahí, mostraba su talento.&nbsp;Y así, desde aquellos días de televisión local y humor directo, comenzó la historia de una mujer que se convertiría en ícono del teatro popular de Nuevo León.

<h5 class="subtitle handdrawn">El siguiente fragmento del popular programa&nbsp;"Codazos", fue transmitido por el Canal 3 de TV de Monterrey, hace 61 años.&nbsp;Es una Joya, como el refresco embotellado que lo patrocinaba:</h5>

Trinidad “Nena” Delgado Valero, que nació&nbsp;en Salinillas, Anáhuac,&nbsp;Nuevo León,&nbsp;no necesita presentación entre los amantes del teatro en Monterrey.

Su nombre es sinónimo de tablas, pasión escénica y un humor que retrata como pocos la esencia de nuestra cultura norteña.

Actriz, guionista, productora y formadora de generaciones, la Nena Delgado ha dedicado más de 60 años de su vida a hacer reír, reflexionar y conmover a los regiomontanos con historias que nacen del pueblo y vuelven a él transformadas en arte.

Cuando leí por primera vez "Cien años de soledad", de Gabriel García Márquez, a mis 18 años, descubrí el realismo mágico, ese estilo literario que entrelaza lo cotidiano con lo extraordinario, reflejando una visión del mundo profundamente ligada a las&nbsp;creencias populares&nbsp;y la identidad latinoamericana.

De inmediato pensé en las historias de General Treviño, Nuevo León, que contaba mi tía Gloria Salinas, y en las crónicas del célebre Conde de Agualeguas.

Justamente de eso tratan las obras de la Nena Delgado,&nbsp;un teatro de raíz popular, cercano, lleno de giros y dichos del norte, que ella ha definido con precisión y orgullo como comedia norteña.

Su carrera inició en 1962 con la puesta en escena de "La zorra y las uvas", un clásico que la llevó al circuito más académico del teatro.

Sin embargo, su voz auténtica, su ritmo natural para la comedia y su instinto para leer al público la guiaron hacia el teatro popular.

<h5 class="handdrawn subtitle">Hoy es sábado ¿verdad? Pues qué mejor que ver esta obra de teatro producida por la Nena Delgado: Clic aquí:</h5>

A partir de 1967 se involucró en producciones más accesibles al gran público, sin perder calidad ni compromiso artístico.&nbsp;

Fue ahí donde encontró su lugar&nbsp;entre las carcajadas del público y los diálogos que retratan la cotidianidad con picardía y sabiduría.

El gran parteaguas llegó en 1991, con la obra "Luto, flores y tamales", escrita por Guillermo Alanís, uno de sus principales colaboradores.

La historia, cargada de humor negro y referencias profundamente regiomontanas, se convirtió en un fenómeno.

No solo marcó un hito en su carrera, sino que fue adoptada por el público como parte de su identidad.

La obra, que se representó por más de dos décadas, fue llevada también al&nbsp;cine y a otras ciudades del&nbsp;país&nbsp;y el sur de Texas, dejando claro que la cultura del noreste también tiene voz propia en la escena nacional.

Desde entonces la&nbsp;Nena consolidó una línea teatral basada en la comedia de costumbres, con una galería de personajes entrañables que parecían salidos de&nbsp;cualquier pueblo neolonés,&nbsp;la comadre chismosa, el esposo machista, la suegra entrometida, la muchacha soñadora.

Con títulos como "La mala leche", "Una pura y dos de sal", "La divina garza"...&nbsp;el repertorio de la Nena ha sido un espejo de la idiosincrasia del norte del país, de su habla franca, su doble sentido, su humor a veces rudo,&nbsp;pero profundamente humano.

En 1992,&nbsp;de la mano de un empresario visionario, Francisco González,&nbsp;inauguró el Teatro Nena Delgado, que se convirtió en su trinchera artística y en un centro vital para el desarrollo&nbsp;del teatro popular del Estado.

Desde allí, con su compañía Nena Delgado Producciones, ha producido más de 50 temporadas, sumando&nbsp;millones de espectadores y dando empleo y formación a decenas de actores, técnicos, diseñadores y escritores.

Y aunque muchas veces ha sido encasillada en la comedia, su propuesta va más allá de hacer reír,&nbsp;en cada una de sus obras hay una mirada crítica, una denuncia suave, un llamado a la empatía.

Porque en el fondo, lo que la Nena ha construido es un teatro que se parece a nosotros.

El pasado 27 de marzo del 2025, el Congreso del Estado de Nuevo León le rindió homenaje en Sesión Solemne, reconociendo su trayectoria y su aportación invaluable a la vida cultural del estado, este se suma a muchos otros premios y homenajes.

<h5 class="handdrawn subtitle">A sus casi 84 años, la Nena sigue activa, comprometida, creativa</h5>

<ul>
	<li>Revisa guiones.</li>
	<li>Prepara montajes.</li>
	<li>Aconseja a jóvenes actores.</li>
	<li>Y aparece en escena, para alegría de su público fiel.</li>
</ul>

Su legado está vivo en cada función que se representa en su teatro, en cada niño que descubre el escenario, en cada familia que se reúne a ver una comedia con sabor a casa.

<h5 class="handdrawn subtitle">Ella nos recuerda que reírnos de nosotros mismos puede ser un acto profundo</h5>

Que las historias del norte tienen tanto que contar como cualquier tragedia griega. Y que el teatro, cuando nace del corazón del pueblo, tiene el poder de unir, de sanar y de hacernos mejores.

Porque la Nena no solo ha hecho teatro, ha hecho historia.

<h5 class="handdrawn subtitle">Y Monterrey, sin duda, es más rico y más humano gracias a ella</h5>

<ul>
	<li>Su teatro, como ella misma, es directo, simpático, punzante y profundamente humano.</li>
	<li>En&nbsp;sus obras late la picardía y sabiduría popular que tanto nos identifica como norteños, tierra que&nbsp;nunca ha querido dejar.</li>
	<li>Su escenario está en Nuevo León, donde cada función suena&nbsp;a norte, a barrio.</li>
	<li>Aquí nació su comedia y aquí sigue, contando nuestras historias como solo ella sabe.</li>
</ul>

<h6 class="subtitle underlined">Gracias Nena por tantas risas y mantener viva&nbsp;nuestra cultura, el humor tan nuestro, tan de Nuevo León.</h6>

<ul>
	<li>Instagram: @sonyasantosg</li>
	<li>Tik Tok @sonyasantosg</li>
	<li>Twitter @sonyasantosg</li>
	<li>Facebook: Sonya amante culinaria</li>
</ul>

Entretenimiento

Gracias por tanto, Nena Delgado

En los tiempos de los&nbsp;rápidos cambios tecnológicos,&nbsp;mercados volátiles&nbsp;y&nbsp;expectativas&nbsp;cambiantes de los consumidores, la&nbsp;disrupción&nbsp;se ha convertido en algo más que una palabra de moda: es un&nbsp;imperativo de supervivencia.

Para prosperar en este entorno, las organizaciones pueden adoptar el&nbsp;pensamiento disruptivo, implementar&nbsp;estrategias&nbsp;disruptivas y cultivar un&nbsp;liderazgo&nbsp;disruptivo.

Estos tres pilares conforman un marco que desafía el statu quo, redefine las industrias y moldea el futuro.

El pensamiento disruptivo comienza con una&nbsp;mentalidad: la disposición a&nbsp;cuestionar suposiciones, romper moldes y reimaginar lo posible.

Acuñado y explorado por&nbsp;Clayton M. Christensen&nbsp;en su libro “El dilema del innovador” (1997), el concepto de&nbsp;innovación disruptiva&nbsp;describe cómo las tecnologías más simples, económicas y accesibles pueden derrocar a los gigantes de la&nbsp;industria.

Uno de los ejemplos más citados es&nbsp;Netflix.

Adoptó un modelo disruptivo que finalmente&nbsp;destruyó la industria del alquiler de videos.

Sus líderes pensaban de manera diferente, no en términos de medios físicos, sino en términos de conveniencia, personalización y tecnología de&nbsp;streaming.

Los pensadores disruptivos provienen de sectores externos a las industrias tradicionales o tienen una perspectiva contraria.

Pensemos en&nbsp;Elon Musk, quien cuestionó la&nbsp;sostenibilidad de los combustibles fósiles&nbsp;y&nbsp;revolucionó&nbsp;tanto la&nbsp;industria automotriz&nbsp;(Tesla) como la exploración espacial (SpaceX) al replantear paradigmas arraigados.

Su enfoque refleja lo que Harvard Business Review denomina “contrarianismo estratégico”: la capacidad de&nbsp;ver oportunidades&nbsp;donde otros ven imposibilidad.

Además de la obra de Christensen, vale la pena leer dos libros más: “Think Again: The Power of Knowing What You Don’t Know”, de&nbsp;Adam Grant&nbsp;(2021), que insiste en las ventajas del replanteamiento y la&nbsp;flexibilidad mental.

Y “Loonshots: How to Nurture the Crazy Ideas That Win Wars, Cure Diseases, and Transform Industries”, de&nbsp;Safi Bahcall&nbsp;(2019), que explora cómo surgen y perduran las&nbsp;ideas radicales&nbsp;en las&nbsp;grandes organizaciones.

Pensamiento disruptivo: desafiando el statu quo

Una&nbsp;estrategia disruptiva&nbsp;va más allá de la innovación de productos.

Altera fundamentalmente la forma en que una empresa compite.

En lugar de enfrentarse directamente con actores establecidos, los disruptores suelen&nbsp;crear nuevas redes de valor&nbsp;y&nbsp;atender mercados&nbsp;desatendidos o ignorados.

El marco de Christensen distingue entre innovación sostenida (mejora de productos existentes) e innovación disruptiva (creación de nuevos mercados).

Por ejemplo,&nbsp;Airbnb no mejoró los hoteles, sino que proporcionó una plataforma que&nbsp;transformó&nbsp;la&nbsp;percepción de las personas&nbsp;sobre el&nbsp;alojamiento&nbsp;para viajes.

Christensen decía que “la&nbsp;disrupción es un proceso.

Los productos que comienzan siendo simples y asequibles mejoran con el tiempo y finalmente desplazan a los&nbsp;competidores establecidos”.

En su libro “Blue Ocean Strategy”,&nbsp;W. Chan Kim&nbsp;y&nbsp;Renée Mauborgne&nbsp;describen un complemento estratégico a la teoría de Christensen.

En lugar de navegar en un “océano rojo” lleno de competencia feroz, las empresas pueden buscar océanos azules: espacios de mercado sin explotar, propicios para la innovación.

El Cirque du Soleil, por ejemplo, eliminó elementos costosos del&nbsp;circo tradicional&nbsp;(como los animales) y combinó acrobacias con narrativa teatral, creando una nueva forma de entretenimiento.

Estrategia disruptiva: creación de nuevos mercados

El&nbsp;liderazgo disruptivo&nbsp;es la capacidad de&nbsp;dirigir&nbsp;a través de la ambigüedad,&nbsp;fomentar la experimentación&nbsp;y construir culturas donde prospere la innovación.

Los líderes disruptivos no sólo se adaptan al cambio, sino que lo crean.

Según&nbsp;Linda Hill, profesora de la Escuela de Negocios de Harvard y coautora de “Collective Genius: The Art and Practice of Leading Innovation” (2014), el&nbsp;éxito&nbsp;de la innovación se basa menos en la genialidad individual y más en la&nbsp;creación de entornos&nbsp;donde&nbsp;equipos&nbsp;diversos puedan co-crear.

Hill argumenta que “liderar la innovación consiste en&nbsp;liberar el talento&nbsp;y la pasión de muchas personas”.

Pensemos en Satya Nadella, quien transformó Microsoft al transformar la empresa de una cultura de “sabelotodo” a una de “aprendelotodo”.

Su liderazgo no se centró en la disrupción por sí misma, sino en impulsar la transformación a través de la empatía, la mentalidad de&nbsp;crecimiento&nbsp;y la&nbsp;colaboración&nbsp;interdisciplinaria.

Bajo la dirección de Nadella, Microsoft adoptó el código abierto, la estrategia de priorizar la nube y el diseño inclusivo, muy diferente de su postura anterior.

Los líderes disruptivos muestran ciertos rasgos clave:&nbsp;empatía&nbsp;e&nbsp;inteligencia emocional; pensamiento visionario a largo plazo; seguridad psicológica que fomenta la toma de riesgos; orientación al aprendizaje, no al perfeccionismo.

Liderazgo disruptivo: liderando en la incertidumbre

<h5 class="handdrawn subtitle">El riesgo de sentirse demasiado cómodo</h5>

Una de las principales advertencias de la teoría de la disrupción es que el&nbsp;éxito puede generar complacencia.

Como señala Christensen: “no sobrevive la especie más fuerte, ni la más inteligente... sino la que mejor se adapta al cambio”.

Esta&nbsp;metáfora darwiniana&nbsp;subraya el&nbsp;peligro&nbsp;que enfrentan los actores del mercado que se resisten a la innovación.

Kodak, que en su día fue líder de la industria, inventó la cámara digital, pero no logró comercializarla.

¿Por qué? Porque sus líderes estaban apegados al rentable&nbsp;negocio tradicional de la película.

Su incapacidad para generar disrupción fue una advertencia.

Christensen decía que “la razón por la que a las&nbsp;empresas&nbsp;existentes les resulta tan difícil&nbsp;capitalizar las innovaciones disruptivas&nbsp;es porque sus procesos y su modelo de negocio, que las hacen eficaces en su negocio actual, las hacen incapaces de competir por la disrupción”.

<h4 class="subtitle">La disrupción no consiste en perseguir todas las tendencias.</h4>

Se trata de cultivar una mentalidad, una estrategia y un estilo de liderazgo que acojan la transformación.

El pensamiento disruptivo abre la puerta, la&nbsp;estrategia disruptiva&nbsp;guía el camino y el liderazgo disruptivo proporciona la brújula.

Las organizaciones que adoptan esta triple combinación no sólo pueden sobrevivir a la disrupción, sino que también pueden impulsarla.

En un&nbsp;mundo que cambia más rápido&nbsp;de lo que se pueden hacer planes, la única ventaja sostenible es la&nbsp;capacidad de adaptarse,&nbsp;aprender&nbsp;y&nbsp;reinventarse.

<h5 class="handdrawn subtitle">Pensamiento, estrategia y liderazgo disruptivos en política y gobierno</h5>

En el contexto de la&nbsp;gobernanza, el pensamiento, la estrategia y el liderazgo disruptivos tienen el potencial de abordar&nbsp;problemas arraigados, fomentar la innovación y reconectar con electorados cada vez más volátiles y desilusionados.

Sin embargo, también conllevan riesgos inherentes y exigen una comprensión matizada del&nbsp;panorama político.

El pensamiento disruptivo en política cuestiona supuestos arraigados y concibe enfoques de gobernanza completamente nuevos.

Va más allá de la reforma gradual y busca identificar las tareas que el gobierno debe realizar de manera fundamentalmente diferente.

Los&nbsp;partidos políticos&nbsp;necesitan una&nbsp;deconstrucción&nbsp;y&nbsp;reconstrucción&nbsp;completa de su forma de hacer política.

Tienen que adoptar la&nbsp;innovación&nbsp;y la&nbsp;tecnología&nbsp;para generar un cambio transformador en lugar de un progreso lento e incremental.

Esto requiere la voluntad de mirar más allá de los paradigmas tradicionales de&nbsp;izquierda-derecha&nbsp;y abordar nuevas ideas, incluso aquéllas que desafían las ideologías establecidas.

La estrategia disruptiva en el gobierno traduce este&nbsp;pensamiento innovador&nbsp;en planes de acción concretos.

Identifica áreas propicias para un&nbsp;cambio radical, donde los sistemas existentes fallan o no satisfacen adecuadamente las necesidades de la población.

Aprovecha la tecnología para prestar servicios de forma más eficiente, la&nbsp;reestructuración fundamental&nbsp;de los&nbsp;procesos burocráticos&nbsp;o el cuestionamiento de la propia naturaleza de la&nbsp;intervención gubernamental&nbsp;en ciertos sectores.

El&nbsp;liderazgo disruptivo en política&nbsp;es el motor de esta transformación.

Requiere individuos que no teman desafiar la sabiduría convencional,&nbsp;asumir riesgos calculados&nbsp;y movilizar apoyo para ideas no convencionales.

Estos líderes a menudo operan como forasteros, desafiando el&nbsp;orden establecido&nbsp;y apelando al deseo de un cambio fundamental.

El camino hacia la disrupción en la&nbsp;política&nbsp;y el&nbsp;gobierno&nbsp;está lleno de desafíos.

Los intereses arraigados, la&nbsp;inercia burocrática&nbsp;y el&nbsp;escepticismo público&nbsp;hacia el cambio radical pueden crear obstáculos significativos.

La falta de marcos establecidos y los riesgos inherentes asociados a los&nbsp;experimentos sociales&nbsp;a gran escala exigen una cuidadosa consideración.

Además, las&nbsp;implicaciones éticas&nbsp;de la disrupción, especialmente en áreas que afectan a poblaciones vulnerables, deben abordarse exhaustivamente.

En conclusión, el&nbsp;pensamiento, la&nbsp;estrategia&nbsp;y el&nbsp;liderazgo disruptivos&nbsp;representan una&nbsp;fuerza poderosa&nbsp;para la&nbsp;transformación&nbsp;de la&nbsp;política&nbsp;y el&nbsp;gobierno.

Al desafiar las normas establecidas, adoptar la innovación y movilizar apoyo para un cambio radical, los líderes pueden abordar problemas arraigados y reconectar con las&nbsp;necesidades sociales&nbsp;en constante evolución.

Sin embargo, este enfoque exige un manejo cuidadoso, una visión clara y una profunda comprensión de los posibles&nbsp;riesgos&nbsp;e&nbsp;implicaciones éticas.

<h6 class="subtitle underlined">El “sismo interno” que genera la disrupción debe gestionarse con cuidado para construir un sistema de gobernanza más eficaz, en lugar de simplemente&nbsp;fracturar los cimientos existentes.</h6>

Juárez, responsabilidad presidencial

Samuel y Trump dos traidores en la Quema de Judas de la Obrerista en Monterrey

Gracias por tanto, Nena Delgado

El poder de la disrupción