La 4T frente a Trump: pasmada e incompetente
Sheinbaum ha tratado de ocultar la impotencia de su gobierno.
Ha llamado a la calma y pedido “cabeza fría” con la intención de ocultar la guerra unilateral que declaró Trump a México.
Trump dedicó el discurso de toma de posesión a nuestro país.
Lo hizo para decir que México representa un grave riesgo para la seguridad de Estados Unidos y que su gobierno lo tratará como un enemigo a vencer.
La respuesta de la Presidenta llegó débil y tarde.
- Tuvieron que transcurrir varias horas para que diera un posicionamiento.
- Era evidente que su círculo más cercano quedó pasmado.
- Esperando la llamada de Palenque para saber qué hacer.
- Quedó en evidencia que no había estrategia.
- Que esperaban otra cosa.
- Que Trump valoraría el liderazgo de su “gran amigo” AMLO.
Lo cierto es que el amago del republicano encontró al gobierno mexicano desnudo, asido a un falso nacionalismo, a la manida bandera de la soberanía que los mismos cuatroteístas han hecho girones.
El gobierno ha recurrido a la propaganda para ocultar su derrota y miedo frente a Washington.
Para evitar responder a las “acciones ejecutivas” que el presidente del país más poderoso del mundo dictó –durante la ceremonia de investidura– únicamente en contra de México.
No de China, no de Rusia, no de Corea del Norte o de Afganistán.
Trump es una hiena que huele la fragilidad de su presa.
Lo que está haciendo es explotar hábilmente las debilidades de México y especialmente las debilidades de la 4T.
Sabe que tiene como vecino a un régimen corrupto que llegó al poder y se mantiene en él con ayuda del crimen organizado.
A esto se debe la respuesta timorata y evasiva del gobierno ante una inédita declaración moderna de guerra.
No hay tanques, no hay bombas, pero, como en cualquier guerra hay una declaratoria de emergencia nacional, hay militares sellando la frontera y un enemigo: México y los migrantes.
La nación comienza a sufrir las consecuencias del desmantelamiento institucional que inició López Obrador.
Los traidores a la Patria no son –como dijo Sheinbaum– los que están a favor de que los cárteles sean denominados terroristas.
Los traidores son quienes han dejado a México vulnerable frente al imperialismo norteamericano por haber roto los cimientos de la Republica.
México llega a esta especie de guerra unilateral con Estados Unidos con una Cancillería desmantelada, consulados pobres, sin personal y con un embajador en Washington en calidad de fantasma.
Trascendió que el ex embajador de Estados Unidos en México, Christopher Landau, le dijo a un grupo de empresarios que el “reto es demostrar que México es socio confiable en migración, comercio y narcotráfico”.
Una Jefa de Estado autónoma habría dado –un segundo después del discurso en el Capitolio– un mensaje a la nación para anunciar que su gobierno se pondría a la cabeza de la lucha en contra de la delincuencia y a favor de ordenar la migración.
Con un presidente tan poderoso como Trump, México necesita una Presidenta con capacidad de decisión.