Las dos caras de una Liguilla mediocre
La llamada “Fiesta Grande” del futbol mexicano inició con cuatro partidos divididos en dos grandes contrastes.
El miércoles fuimos testigos de dos empates sin anotaciones, algo inédito en la historia de la Liguilla durante sus dos primeros partidos, mientras que el pasado jueves vimos todo lo contrario.
América-Pumas y Rayados-Atlas nos regalaron dos encuentros con muy pobre espectáculo, en el que predominó el orden táctico y el miedo a no perder entre los principales protagonistas.
Todo lo contrario a los duelos entre Puebla-León y Santos-Tigres, los cuales terminaron con idéntico marcador de 2-1 favorable para los locales.
¿A qué se le atribuye esa dualidad?
Muchos analistas se aventuraron a decir que la eliminación del gol de visitante, como primer criterio de desempate, fue un gran factor para que acontecieran los primeros resultados de esta fase final.
Sin embargo, no se explica cómo los equipos que protagonizaron el resto de los partidos sí tuvieron mayor disposición a ganar.
Es sólo cuestión de actitud y perspectiva de las estrategias: mientras unas escuadras prefieren especular y ser cautas, otras salen a darlo todo desde el primer partido como si no hubiera un mañana, caso del Puebla, un equipo limitado en presupuesto de jugadores, pero que ha sido una sensación.
Después de los partidos de ida, las ventajas fueron para dos de los equipos que comenzaron como visitantes (América y Atlas, que con un empate en el siguiente juego estarán en Semifinales) y para dos locales (Puebla y Santos), estos últimos consiguiendo una mínima diferencia.
No obstante, no hay que descartar a León y Tigres, dos equipos que ganando el partido de vuelta en sus casas, por cualquier marcador, avanzarán a la próxima ronda, por lo que las series continúan abiertas y con la probabilidad de que los cuatro primeros clasificados (América, Atlas y ambos felinos) se clasifiquen a la antesala de la final.
En el caso de Pumas y Monterrey están obligados a ganar este sábado en el estadio Azteca y en el Jalisco, debido que (aunque empataron) de persistir la igualada, el criterio por posición en la tabla general los podría dejar fuera; por consiguiente, no parten como favoritos.
En conclusión, esperemos que la Liguilla mejore en cuanto a espectáculo, como la gente se merece, porque por lo visto hasta ahora, sobre que la mitad de los partidos estuvieron buenos y la otra resulta mala, la hace parecer una...