Las memorias fragmentadas

Gerson Gómez Detona: Quien paga manda. En los libros de historia realza al personaje dual. Hizo bien a cuentagotas y procuro la maldad a manga ancha. Nuestros periódicos están llenos de medias verdades.

Al docente el gremio le impone una banda para la ceguera. Brinca los temas espinosos. Sobre el mundo de las ideas. La existencia de Dios sobre la razón. Virgen santa. Cuanto comunista apostata cobra en el gobierno.

Enriquezca el vocabulario. Hable a groserías. Use el emoticón de la berenjena para referirse a las partes pudendas. El lenguaje se muere por desuso. Ninguna de las academias muestra interés en salvar el castellano. Entre más pocho o mutilado la rima del rapero se escucha mejor en las tocadas.

Caminamos de frente al patíbulo. Libros para sanidad emocional a precio de locura. Quienes dan terapia cargan en el alma las grotescas historias del paciente. Fracasa en el matrimonio. Rehúye al cuidado de los hijos. Alcoholismo activado. Víctima de sí misma. Tanta ciencia y el mundo da tumbos sin remedio.

Convocan las instancias culturales a desarrollar proyectos. En el segundo paso, dar vida a la propuesta, los jurados declaran desierto, es decir, falta de calidad de todos los proyectos. La bolsa financiera devuelta a la tesorería del estado.
Mayéutica es poder dar a luz la verdad. Tu versión. Su versión tan claramente trastocada. En caída libre moral y ética el cordón de emergencia sale de su riel. Estampa de la tragedia. 
Decir antes los tiempos eran mejores. Fragmentamos la memoria. No queda de otra. Seleccionar lo menos peor.
Gerson Gómez

Morelense de cepa Regiomontana. LCC con especialidad periodismo (UANL). Doctor en Artes y Humanidades (I.C.A.H.M.). Tránsfuga de la mesa de redacción en diferentes periódicos como El Diario de Monterrey, Tribuna de Monterrey, y del grupo Reforma en el matutino Metro y vespertino El Sol. Escort de rockeros, cumbiamberos, vallenatos y aprendices al mundo de la farándula. Asiste o asistía regularmente a conciertos, salas de baile, lupanares, premieres, partidos de fútbol y hasta al culto dominical. Le teme al cosmos, al SAT, a la vejez y a la escasez de bebidas etílicas. Practica con regularidad el ghosting. Autor de varios libros de crónica como Hemisferio de las Estaciones, Crónicas Perdidas, Montehell, Turista del Apocalipsis, Monterrey Pop y Prêt-à-porter: crónicas a la medida.