Medicina regenerativa. Noticias para los senectos
Hubo una autora italiana muy avezada en las lides de la salud y de la enfermedad por allá por los 1930's y cuarentas, Rita Levi- Montalcini.
Era doctora en medicina en el area de neurología, nombre al que respondía esta admirada, respetable, académica, científica y honorable mujer, notable porque recibió el Premio Nobel de Fisiologóa o Medicina compartido con el Dr. Stanley Cohen en el año 1986.
Rita tenía entonces 77 años y a ella le debmos el descubrimiento, caracterización e identificación de un factor de crecimiento neuronal (tejido nervioso).
Sus hallazgos han sido fundamentales para la comprensión de los mecanismos de control que regulan el crecimiento de las células.
De ella me acordé ahora que fuimos al sepelio de una persona maravillosa, oriundo de un rancho de Fresnillo Zacatecas, padre ejemplar, esposo modelo, abuelo comprometido, así como ya quedamos pocos, con 7 hijos, 5 hijas.
Excelente agricultor, vaquero, jinete, domador de bestias (sin agraviar).
Ganó carreras, trofeos, espuelas de plata, líder local que nunca se dio ínfulas de cacique.
Sin embargo, la bajada vital existencial lo agarró descuidado:
Los desacuerdos de comportamientos del ambiente rural al citadino, liderazgos filiales para darle los mejores cuidados, tratamientos para mejorar el ciclo sueño-vigilia, algunos otros manejos farmacológicos y la llegada a los 95 años de edad, obligaron a llevarlo a una casa de cuidados geriátricos.
Ahí le proporcionaron un manejo excepcional.
De pronto me llamaron para dar una opinión agregada y hace algunos meses lo evalué.
Llegué con mi sombrero y de inmediato les informo que lo que más extrañaba eran sus caballos, sus sombreros, sus sogas y sus actividades ecuestres.
Hice algunas preguntas a su cuidadora y todo estaba bien, incluidos los resultados de estudios de laboratorio.
Concluí: 95 años, senectud, pronóstico malo en meses. Y así fue.
Solo que eso inició hace 95 años en los padres del señor, padre de una amiga adorada y entrañable.
Decidieron en un acto de amor dar vida a un nuevo ser, en un ambiente rural de difícil supervivencia (1929), iniciando la época postrevolucionaria.
En esas condiciones, un gameto masculino, célula reproductora (espermatozoide) equipada con 23 pares de cromosomas uno de ellos el cromosoma sexual qué determina el sexo.
Y en su caso, se une a una célula enorme, el óvulo femenino, también equipado con 23 cromosomas, uno de ellos sexual portador deX.
Una reciente emisión eyaculatoria se acompañó de 40-60 millones de espermatozoides por mililitro.
Es posible eyacular entre 1.5 y 5.0 mililitros de líquidos seminotesticulares.
De la unión de estas 2 células reproductores se inicia una vida, la estructura resultante se denomina cigoto y se forma en una estructura tubárica para posteriormente implantarse en el endometrio, donde tomará el nombre de embrión.
Esto sucederá en el lapso de 8 semanas, en las cuales ocurrirán divisiones celulares inducidas. Ignoramos por qué tipos de factores, para formar tres capas estructurales: endodermo, mesodermo y ectodermo.
De estas tres capas se originaran todos los órganos que forman el cuerpo humano.
Actualmente, por consenso se determinan 78 órganos, aunque hay quien dice que una clasificación estricta daría más de 300.
Poseemos alrededor de 37,200 millones de células en todo el cuerpo humano y existen 200 diferentes tipos de eucariotas y procariotas.
A lo largo de la vida, las células mueren y son sustituidas en diferente proporción.
De las más conocidas, los glóbulos rojos viven 120 días y son reemplazados por células madre de la médula ósea de tal forma que nunca deben faltar.
La medicina regenerativa es en lo que más se tienen avances, solo que todavía nos falta mucho es en el sistema neurológico y en el musculo esquelético.
Se requiere conocer toda la evolución embrionario desde la formación del cigoto hasta que el bebé nace y la evolución ulterior año por año para determinar factores iniciadores, inductores, estimulantes, facilitadores, bloqueadores, inhibidores, enzimáticos, promotores, de cambios celulares qué permiten o dificultan la vida, la función y la salud.
En la actualidad se manejan transfusiones o infusiones de exosomas, células madres, factores regenerativos, soluciones enriquecidas de exosomas combinados con células madre.
Pero siguen a nivel experimental y requieren de confirmación para su aprobación por las entidades regulatorias de los países involucrados y de preferencia en personas entre los 50 y/o 60 años de edad al inicio del manejo, probablemente se debiera iniciar antes.
Los trabajos de la doctora Levi y quienes la han seguido, sentaron bases que no debemos abandonar.
La investigación científica se encuentra bloqueada en diversos países de primer status socioeconómico lo cual muestra también la ignorancia a ese nivel.
Tal vez, cuando logremos avances relevantes en esta materia de la medicina regenerativa, podamos apoyar y ayudar a que la senectud sea lo más duradera y más saludable posible, para vivir hasta los 120 años.