Nuevo León entre crisis de ingobernabilidad y desaparición de poderes
Cuando las manecillas del reloj marquen el primer segundo del sábado 2 de diciembre, todo podría ocurrir en Nuevo León.
Un Estado convulsionado, que transita peligrosamente en el filo de la navaja, entrampado en medio de una crisis de ingobernabilidad y la amenaza latente de la desaparición de poderes por parte del Senado de la República.
El ambiente encrispado, arrastra al presente, los recuerdos de negras historias del pasado: la renuncia en 1971 del entonces gobernador Eduardo Elizondo Lozano a causa de una pugna universitaria y la estrepitosa caída hace 27 años de Sócrates Rizo García, en épocas del presidente Ernesto Zedillo por la guerra del agua entre Nuevo León y Tamaulipas.
Ahora, a largos años de distancia, el epicentro del nuevo conflicto inicia un domingo 3 de octubre a partir de la toma de protesta del gobernador Samuel Alejandro García Sepúlveda que abanderando las siglas del partido Movimiento Ciudadano, envelantinado y soberbio desencadenó una serie de eventos que han sumido al estado en un profundo estrés político.
Desde las tensiones en el Congreso del Estado de Nuevo León hasta la designación de Luis Enrique Orozco Suárez como gobernador interino, cada paso parece ser un nuevo capítulo de Netflix en un drama político-social con final inesperado.
Cómo bien lo describe el colega periodista Salome Martinez, el conflicto comenzó cuando García Sepúlveda exigió que el diálogo con diputados locales y líderes del PRI y PAN estuviera condicionado al nombramiento de Orozco Suárez, actual gobernador interino, como fiscal general de Justicia del estado, desplazando así a Pedro Arce Jardón de su cargo.
Este acto, respaldado por interpretaciones peculiares de la constitución estatal, marcó el inicio de una confrontación que pronto se intensificaría hasta hoy en vísperas de la Navidad,
Los diputados del congreso de Nuevo León, sin ceder ante las expectativas del aspirante presidencial en campaña, designaron a Orozco Suárez como gobernador interino, una decisión que desató el caos en el recinto legislativo.
Simpatizantes violentos irrumpieron en las instalaciones, sumiendo a la entidad en un estado de incertidumbre y ahogando con humo tóxico de un extintor activado en medio de la trifulca, la designación del nuevo interino.
La figura de Arturo Salinas Garza, del Partido Acción Nacional (PAN), también entra en juego como gobernador interino en octubre del 2023, añadiendo más complejidad a la situación. Su compromiso de trabajar en consensos y su llamado a una transición ordenada con García Sepúlveda reflejan la búsqueda de estabilidad en medio del caos.
Mientras tanto, la figura de Luis Enrique Orozco Suárez, el vicefiscal del Ministerio Público de la Fiscalía de Nuevo León, asume un papel central como mandatario interino. Su designación se produce en un contexto de disturbios y controversias, sumándose a la serie de eventos que han dejado al Estado con un gobernador intermitente y claramente sin rumbo fijo: Samuel Alejandro García Sepúlveda, precisa en su crónica Salome Martinez.
En medio de estás escaramuzas políticas, el gobierno de Nuevo León no cede y complica las negociaciones de un arreglo concertado, armónico y racional.
Samuel García se dispone a impugnar y judicializar la designación del interino, que en un "madruguete" concretaron las fracciones del PRI y el PAN en el Congreso Local, en esa lucha de intereses por el poder del Estado.
Hace casi un año, un viernes 2 de diciembre del 2022, el activista social Ernesto Pompeyo Cerda Serna advirtió lo que ocurriría si los poderes ejecutivo y legislativo no arreglaban en armonía sus diferencias, y hace días levantó la mano para participar en el proceso de selección del Interino; fue más allá al presentar un Plan Mínimo de Gobierno mientras concluyen los seis meses del interinato.
Y como sobre aviso no hay engaño; el colaborador de DETONA Real News lanzó otra advertencia: si no hay acuerdos, solicitará de inmediato la desaparición de poderes en el Estado. A su postura se sumó también el alcalde de Monterrey, Luis Donaldo Colosio Riojas, quien señaló que sería vergonzoso para la clase política del Estado llegar a esta situación.
En resumen
El Gobernador Samuel García se encuentra atrapado en una encrucijada que pone en riesgo su futuro político; los jerarcas del PRIAN, expuestos al escrutinio de la sociedad y los ciudadanos de Nuevo León desamparados ante un horizonte incierto y de negros nubarrones que se avecina.