Verástegui: otro cirquero a la arena
Les platico:
¿Eduardo quiere ser presidente de México o busca promover su película?
Su anuncio de que va a contender como independiente por la presidencia de la República coincidió en fechas con el estreno de la cinta de la cual es productor.
Como diría mi abuela la alcaldesa: "Mira tú, qué casualidad y qué coincidencia".
Citando al célebre cirujano irlandés, el Dr. Jack The Ripper: "Vámonos por partes". ¡Arre!
Bailarines, strippers, cantantes, comediantes, payasos, actores, carperos, cirqueros, trapecistas, malabaristas, periodistas, deportistas, luchadores, boxeadores y conatos de estos venerables oficios, han sucumbido repetidas veces a la tentación de participar en política.
Casos exitosos los ha habido, pero no en México.
Ahí tienen a Shirley Temple, Ronald Reagan, Arnold Schwarzenegger, entre otros, poquitos, por cierto.
Bueno, en Estados Unidos, pero en México abundan los casos de faranduleros, que de verduleros no han pasado.
¿Botones de muestra? Los hay para surtir al cajón de cualquier sastre:
El stripper y 4o lugar en el concurso de la Casa de las Estrellas, Sergio Mayer, y su deplorable confusión cuando defendió a la inexistente "vaquita amarilla", siendo diputado federal por Morena, entre 2018 y 2021.
Quiso referirse a la amenaza de extinción de la vaquita marina, pero se equivocó cuando habló a nombre de la Comisión de Cultura y Cinematografía del Congreso de la Unión. ¡Háganme ustedes el refabrón cavor!
El futbolista Cuauhtémoc Blanco, que se agarró a patadas con medio pueblo desde el primer día que llegó a la gubernatura de Morelos, de la mano de narcos y de la rémora esa de Morena, el Partido Encuentro Social.
El aprendiz de actor de telenovelas, Alfredo Adame, más famoso por sus peleas callejeras y las mentadas de madre que les dedicaba a quienes lo criticaban en la calle, cuando quiso ser legislador por el RSP.
Carlos Villagrán, Quico, el patiño de Chespirito, que fue candidato independiente por la gubernatura de Querétaro.
Carmen Salinas, QEPD y muchos otros que fueron aprovechados por partidos políticos para mantener sus registros a través de candidatos de escuálidas capacidades políticas, pero ricos en sus habilidades histriónicas.
Verástegui y el millón de firmas.
Este otro farandulero sale ahora con que quiere ser presidente como independiente, pero identificándose con las alas más ultraderechistas de México.
Hagan de cuenta la versión mexicana del VOX español.
Alguien lo mal aconsejó respecto a la relativa fuerza que está tomando la derecha en Europa. Fernando, esto no es España, es México.
El asunto es que de buenas a primeras sale con la novedad de que quiere ser presidente, y lo anuncia justo en el momento en que su película llega a las carteleras mexicanas.
Por cierto, la cinta de la cual es productor, no convenció a Netflix y está fuera de la cartelera de ese gigante de la televisión mundial.