Boletín de Plumas Azules: #08

Consejo de Plumas Azules DETONA: "Perdida de votos, la constante del pan" por Enrique Dávila y "Un pan dividido, como un reino, fenecerá" por Salvador Reding.
Perdida de votos, la constante del pan

El Partido Acción Nacional (PAN) lleva años perdiendo terreno electoral en México, incapaz de romper la inercia que lo relega frente a Morena. 

En 2024, obtuvo solo el 30% de los votos contra el 58% de Morena (Instituto Nacional Electoral [INE], 2024), y encuestas recientes lo ubican en cuarto  lugar con un apoyo de apenas 7% (Buendía y Márquez, 2025). 

¿Por qué este declive? 

La clave está en su desconexión con el 70% de los mexicanos que, según el experimento de conformidad de Asch, tienden a seguir a la mayoría, incluso contra sus intereses, como peces en un cardumen buscando una seguridad ilusoria (Asch, 1951, citado en McLeod, 2023).

El PAN  pierde porque no ha sabido contrarrestar  el éxito de Morena en programas sociales ni superar la percepción negativa que dejó el sexenio de Calderón. 

Su “guerra contra el narco” no creó la violencia —que ya crecía bajo el PRI—, pero al enfrentarla directamente y dejar de ocultar cifras (homicidios pasaron de 8,867 en 2007 a 25,000- 30,000 anuales; Instituto Nacional de Estadística y Geografía [INEGI], 2023), dio material a la propa- ganda que lo culpa.

Además, no conecta con los jóvenes, que buscan cambiar el mundo y prefieren narrativas simples de héroes y villanos. 

La izquierda, con su propaganda de resistencia fácil, les ofrece un enemigo claro —las reglas y elites— mientras el PAN, al defender instituciones, queda como el villano aburrido que no inspira (Kahneman, 2011). 

En 2018, Ricardo Anaya logró solo 22.36% (Konrad-Adenauer-Stiftung, 2018), y en 2024, Xóchitl Gálvez no unió a una oposición fragmentada (Center for Strategic and International Studies [CSIS], 2024). 

El PAN no rompe esta inercia porque insiste en tácticas gastadas —alianzas sin rumbo y campañas reactivas— en vez de liderar con una visión atractiva.

Ese 70% sigue a Morena por aceptación social y comodidad cognitiva. 

El cerebro evita el rechazo (Hsu, 2017), y el pensamiento intuitivo domina bajo incertidumbre (Kahneman, 2011). Morena lo aprovecha con transferencias directas —60% de aprobación de AMLO en 2024 (Friedman, 2024)— y  una historia épica que el PAN no iguala con propuestas de empleo, seguridad o bienestar.

Solución: Ser el centro de gravedad

Para captar a ese 70%, el PAN debe convertirse en un polo de estabilidad y progreso, no solo en una oposición crítica. 

Los partidos opositores necesitan plataformas sólidas y renovación interna (Modern Diplomacy, 2023).

El PAN podría:

  1. Proponer políticas económicas inclusivas: Un plan de empleos formales con incentivos fiscales, contrastando el asistencialismo de Morena.
  2. Renovar liderazgos: Elecciones internas transparentes para traer caras nuevas que inspiren a jóvenes (35% del electorado; INE, 2024).
  3. Fortalecer seguridad sin militarización: Modelos locales como Guanajuato, con policía profesional, no Guardia Nacional.
  4. Comunicación emocional: Campañas de esperanza y lucha, pintando al PAN como el héroe que enfrenta la corrupción real, no solo como defensor de reglas.

El PAN debe dejar de ser reactivo y convertirse en el centro de gravedad que el 70% quiera seguir. 

Reconocer que la violencia no nació con Calderón, sino que él la enfrentó sin maquillarla, podría limpiar su narrativa. 

Sin esta transformación, seguirá perdiendo ante un México que prefiere la épica fácil de la mayoría a la complejidad del cambio.

Un pan dividido, como un reino, fenecerá

Dentro de la sabiduría que encierran los Evangelios, hay temas muy obvios, pero que a las personas les gusta luego hacer a un lado. 

Uno de ellos se encierra en la frase “todo reino dividido perecerá”. 

Creo que nadie lo puede dudar, pero se pasa por alto con mucha facilidad en la vida diaria.

La realidad nos confirma la validez de la advertencia evangélica, que las divisiones internas acaban no sólo con reinos, sino con cualquier grupo humano. 

No es asunto de hipótesis o suposiciones, la división interna acaba desde una familia hasta una nación.

Los partidos políticos nacionales, como todo grupo humano, han tenido y tienen divisiones internas, y estas obedecen a diversas causas. 

Si se trata de diversidad de criterios y estrategias, y esto se lleva en sana discusión, el partido puede salir enriquecido; pero cuando esas diferencias se convierten en rivalidades, en luchas por el poder y hasta en traiciones al partido, el camino a la debacle está siendo preparado y recorrido.

Las diferencias interiores del partido no son cosa que se guarda en familia, los organismos políticos son casas de cristal, y lo que pasa dentro se ve desde afuera, amén de las propias voces de miembros que ventilan a los cuatro vientos esas diferencias y luchas internas. 

Se ha llegado a mancillar reputaciones de quienes son vistos como enemigos (el famoso “fuego amigo”, llevado al extremo y con nada de amistad).

La lucha y la obsesión por el poder interno se han llegado a ver en la imposición de metas, estrategias y sobre todo de candidatos. 

Han convertido a militantes más o menos comprometidos en verdaderos enemigos del partido, aliándose (fallidamente) con los partidos rivales. 

Tanto la causa –la imposición del poder–, como la rebeldía llevada a la traición, son inaceptables y deben ser desterradas.

Desgraciadamente, y así funciona la naturaleza humana lastimada, algunos que se ven desplazados en las confrontaciones internas, en vez de concretarse a dichas confrontaciones, con responsables que tienen nombres y apellidos, la toman contra el partido, como si éste fuera un todo único, y le hacen daño, renuncian y se alían con enemigos.

Las decisiones adversas de ciertas personas se las achacan al partido como tal.

No se trata de desaparecer en la nada los diversos criterios y opiniones, en particular para la selección de candidatos, sino en no dejar que esto divida al partido, olvidando el valor de la democracia interna, el consenso y la búsqueda de las mejores opciones en todo.

La unidad es factor decisivo, ya lo comprobamos en los reveses electorales. 

Pero cuando hay buena voluntad, hasta las más endebles organizaciones humanas pueden recuperar el vigor perdido con la unidad, que requiere también mucha paciencia, sentido democrático y absoluta dirección hacia los objetivos últimos, como es el buscar el bien común de la sociedad mexicana.

Para tener simpatizantes que voten por Acción Nacional, primeramente, estos deben ver cómo sus militantes están unidos. 

La unidad interna, demostrada con hechos, es la mejor campaña para ganar elecciones.
Consejo Plumas Azules

¿Qué es el Consejo de Plumas Azules? Es un grupo de comunicadores panistas, activos en algún o más medios, como grupo de reflexión, estudiando y compartiendo opiniones sobre el acontecer de la política nacional, principalmente. Equivale a lo que en inglés se llama un “think tank”. De esas reflexiones resultan guías personales o co convenidas para preparar escritos, comunicaciones, comentarios y charlas en medios de comunicación o en otros ambientes o grupos, propios del partido y ajenos.