Carlos Bremer
Familiares, amigos, empresarios, colegas, trabajadores y una gran comunidad lamentamos profundamente la pérdida de Carlos Bremer Gutiérrez, un ser humano excepcional que dejó una huella imborrable en nuestra comunidad.
Su fallecimiento deja un vacío difícil de llenar; ya que pocos hombres y mujeres se atreven a ocupar esos espacios llenos de entrega y compromiso.
Carlos se destacó; por encima de todo, por su excepcional calidad humana
Su generosidad y empatía trascendieron las fronteras de los negocios, convirtiéndolo en un verdadero amigo y apoyo para numerosos emprendedores, artistas y deportistas.
Su compromiso con el desarrollo de talento y el impulso de proyectos innovadores le valió el reconocimiento y admiración de quienes se beneficiaron de su respaldo.
Como cada semana desde hace nueve años, escribo mi columna semanal, pero en esta ocasión me remontaré a mi columna a la cual nombré: “Ponernos de pie”, publicada el 29 de mayo de 2018, donde escribí sobre un acto que presencié en la llegada de Carlos Bremer al restaurante El Mirador en Monterrey.
En la mesa contigua a la mía, seis personas lo esperaban con expectación: cinco hombres y una mujer
Desde mi posición, pude ser testigo directo de un gesto que me dejó gratamente sorprendida.
Tan pronto como Bremer se acercó, todos se pusieron de pie para recibirlo.
La admiración, el respeto y el cariño eran palpables en ese gesto genuino.
Al finalizar mi columna invité a la reflexión: Ojalá podamos tomar ejemplo de personas como Bremer y dirigir nuestras acciones hacia la construcción de éxitos, beneficios y sociedades que valgan la pena admirar.
No se trata de buscar la admiración por sí misma, sino de contribuir a la creación de comunidades dignas de respeto y admiración.
Y cerré con la frase: Y tú ¿por quién te pones de pie?
Carlos Bremer Gutiérrez no ha dejado de existir, pues su legado perdurará a lo largo de las décadas en las cuales continuará siendo evocado en diversas instancias de la vida cotidiana.
Hoy, Bremer trasciende el ámbito físico y se arraiga en la memoria colectiva.
Su presencia se extiende a través de las mesas de negocios donde sus enseñanzas y experiencias inspirarán decisiones estratégicas.
Estará presente en las reuniones familiares y encuentros entre amigos, donde sus anécdotas serán contadas con cariño y admiración.
En eventos académicos, conferencias y charlas, donde continuará resonando, dejando una marca imborrable en aquellos que buscan inspiración y guía.
La prensa escrita lo inmortalizará en sus páginas, destacando sus logros y el impacto positivo que dejó en el mundo de los negocios.
Sin olvidar las 500 calculadoras. Las redes sociales, ese vasto espacio digital que conecta a personas de todo el mundo, también serán testigos de su legado.
Mensajes de gratitud, reflexiones y homenajes mantendrán viva la memoria de Carlos Bremer, recordando su influencia en la vida de quienes tuvieron el privilegio de conocerlo.
Así, la muerte física no es el fin definitivo, sino una transformación que da paso a la eternidad de la memoria.
Carlos Bremer Gutiérrez, lejos de desaparecer, se convierte en un ser inmortal en la mente y corazón de aquellos a quienes tocó con su sabiduría, generosidad y calidad humana.
Q.E.P.D. y que en memoria viva.