Dar el viejazo

Gerson Gómez DETONA: No se lo digan al PRI o al PAN, huelen a carroña; descompuestos sociales, alimento de los gallinazos de la carretera, pelean los restos del sistema democrático.

Al infierno las instituciones, antes ellos mismos deconstruyeron, privaron de recursos, pasaron a manos privadas, enriquecieron unos pocos, las cabezas visibles.

Azorados por la recomposición del Poder Judicial, van de salida muchos de sus alfiles.

Nunca más podrán disuadir las ambiciones de los clientes afamados, México produce millones de pobres.

Cada año sumamos a los caídos en desgracia, si hace falta los expulsa de los territorios originales.

Bienvenidos paisanos, en migración norteña, deje los dólares en la garita, nuestra guardia nacional repatria los despojos humanos.

Aquí viene en la siguiente hondonada centroamericanos, sudamericanos, del caribe y desde oriente, bienvenidos welcome, México recibe a los desterrados.

Invisibles para el PRI y al PAN.

Los negocios grandes apenas cruzaron por Usumacinta.

Tráfico humano, los muertos de hambre también necesitan alimento para el cuerpo, el alma.

MORENA ahora está afiliando a miles de personas.

En el interior del país aceleran las metas, jefes de manzana, de colonia, de alcaldía, gestores por estado, la maquinaria de los necesitados.

Comienzan a usar las mismas prácticas de sus maestros en ovación funeraria, cada apoyo, las becas, por situación diferenciada, suman al déficit de gasto corriente del gobierno federal.

La apariencia maquillada, momificada.

MORENA también está dando el paso a la infamia destructiva del ogro filantrópico, rebautizado como Humanismo mexicano.

El mejor silogismo eufemístico de los políticos emergentes, arrogantes.

Gerson Gómez

Morelense de cepa Regiomontana. LCC con especialidad periodismo (UANL). Doctor en Artes y Humanidades (I.C.A.H.M.). Tránsfuga de la mesa de redacción en diferentes periódicos como El Diario de Monterrey, Tribuna de Monterrey, y del grupo Reforma en el matutino Metro y vespertino El Sol. Escort de rockeros, cumbiamberos, vallenatos y aprendices al mundo de la farándula. Asiste o asistía regularmente a conciertos, salas de baile, lupanares, premieres, partidos de fútbol y hasta al culto dominical. Le teme al cosmos, al SAT, a la vejez y a la escasez de bebidas etílicas. Practica con regularidad el ghosting. Autor de varios libros de crónica como Hemisferio de las Estaciones, Crónicas Perdidas, Montehell, Turista del Apocalipsis, Monterrey Pop y Prêt-à-porter: crónicas a la medida.