Soldaditos de plomo
Hace una semana celebrábamos la decisión de Washington de pausar un mes la imposición de severos aranceles a todas las importaciones mexicanas.
El gobierno de la presidenta Sheinbaum aparecía en el mapa mundial como el primero en plantarse con éxito ante el Trump desatado y con ganas de morder.
Pero ayer, porque sí, Trump anunció la imposición de aranceles de 25% a las importaciones de acero y aluminio de todo el mundo.
En ese total, México significa 12% del mercado estadounidense, sólo atrás de Canadá (23%) y Brasil (15%).
Es un golpazo.
La amenaza que Trump retiró en 2019, se ejecutó ayer.
Entonces decía que nos castigaría por no resolver el problema de la migración ilegal.
El gobierno de López Obrador envió soldados a la frontera norte y le regaló a Trump una de sus consignas favoritas:
“Obligué a México a enviar 26 mil soldados a la frontera, es el muro pagado por México”.
Hoy vemos que ya no es así, que Trump trae cargada una pistola de grueso calibre y la disparará cuando sea sobre el objetivo que quiera para “hacer rica otra vez a América”.