Descubrir a México en Madrid
Madrid.-
Para el curioso viajero representó una agradable sorpresa descubrir en Madrid obras de arte mexicanas, poco conocidas en nuestro país.
En la exposición Antes de América, fuentes originarias en la cultura moderna, la Fundación Juan March, en colaboración con el Museo Kaluz de Ciudad de México, admiramos unas 600 piezas contemporáneas no solo mexicanas sino de varios países americanos, inspiradas en culturas “que se remontan a mucho antes de que los europeos bautizaran como América a todo un continente”, según el catálogo de la muestra.
Indica el programa que desde principios del siglo XX surgió una dimensión identitaria americanista con la reinterpretación de lo prehispánico, la cual transformó el diseño gráfico, la arquitectura, la literatura, el teatro, el cine, la música y la moda, entre otras disciplinas.
El peso cultural de México sobresale en la exposición debido al elevado desarrollo de las culturas maya y mexica y al talento de artistas como José María Velasco, Carlos Chávez, Roberto Montenegro, Rufino Tamayo o el mexicano-guatemalteco Carlos Mérida.
El pintor del Valle de México destaca por un paisaje al óleo de la Pirámide del Sol en Teotihuacán, cubierta de maleza, de menor tamaño que el expuesto en el Museo Nacional de Arte (Munal), en Tacuba.
Se exhibe también en Madrid un Vaso azteca, acuarela sobre papel, pintado por Velasco cuando era dibujante del Museo Nacional. Ambas obras, ahora en préstamo, forman parte de los fondos del Munal.
En la obra de teatro de Sergio Magaña, Moctezuma II, el rey mexica fue representado por el actor Ignacio López Tarso, quien aparece en una fotografía de pie sobre la cabeza de Quetzalcóatl en la pirámide de Tenayuca, Tlalnepantla.
Un cartel con la imagen estilizada de la carita sonriente de Veracruz ilustra el programa de una noche mexicana a la que asistió como invitado de honor el célebre tenor Enrico Caruso, el 31 de octubre de 1919 en el teatro Esperanza Iris.
En La bestia alucinada, Carlos Mérida pintó siluetas de animales fantásticos o nahuales, y también cerámicas de personajes geométricos.
La calidez cromática del óleo sobre lienzo de Rufino Tamayo, Hombre rodeado de pájaros, vibra entre rojos y naranjas, con fondo difuminado entre verde y gris.
En la exposición se puede escuchar música de autores como Carlos Chávez, en particular la Sinfonía india, a través de una app a ser instalada en el celular, en lo que llaman “Un mural sonoro”.
Entre los extranjeros inspirados en temas prehispánicos destacan la fotografía de la bailarina estadunidense Martha Graham caracterizando el papel de Xóchitl, en el White Studio de Nueva York, en 1919.
El autor de las torres de Ciudad Satélite, Mathias Goeritz, está representado por un cuadro en lámina dorada con incisiones cuyas líneas forman rectángulos simétricos.
No podía faltar la influencia del Chac Mool en las figuras reclinadas del escultor británico Henry Moore, presente en la muestra madrileña.
Sin prejuicios maniqueos
Algunos expertos podrían encontrar omisiones en la exposición Antes de América, pero es digno de elogio el propósito didáctico de ayudarnos a reconocer, aquí en Madrid, la aportación fundamental de las sociedades precolombinas en la cultura moderna, sin prejuicios maniqueos.