La carta del “patrón”
Hace sentir que tiene autoridad y razones para exigir a la 4T que intervenga ante Estados Unidos para impedir que le apliquen la pena de muerte.
En esa carta no habla un presunto delincuente más.
Ahí no hay súplica o solicitud. Hay una orden.
“Exijo y demando que el Estado mexicano cumpla con su obligación ineludible de intervenir de manera inmediata, contundente y sin margen de discrecionalidad…”
Los abogados se han encargado, en medios, de bajarle al tono, pero lo escrito, escrito está.
En la prisión de Brooklyn, Nueva York, hay un preso que le dice entre líneas al régimen:
- “Tú me debes muchas cosas”.
- “No habrías podido llegar hasta dónde estás, si no es por mí”.
- “Tienes conmigo una deuda de dinero y de poder”.
La carta de “El Mayo” es inédita.
Es la primera gran narco manta que el líder de un cártel dirige al Estado mexicano.
No es la narcomanta colgada en un puente para intimidar a un alcalde.
Se trata de un acto de coacción para que las alas de la República y sus instituciones se doblen.
“Si el gobierno de México no actúa esto constituirá un precedente peligroso que permitirá a cualquier gobierno extranjero violentar nuestra soberanía para detener a cualquier persona, incluso a políticos o funcionarios del gobierno…”
El Mayo sabe que al gobierno no le preocupa la detención de “cualquier persona”, pero sí de algunos políticos y funcionarios.
Con ese párrafo el autor le advierte a la 4T que podría repetirse en México el caso del ex presidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, detenido en 2022 a petición de Washington por tráfico de drogas y armas de fuego.
La carta ha cumplido, de entrada, con un primer gran objetivo: decirle al pueblo de México que el poder del Mayo Zambada no es una leyenda urbana.
Que se trata de la cabeza de una organización criminal que construyó uno de los entramados político delincuenciales más poderosos y complejos de todos los tiempos.
Estados Unidos con la ayuda de uno de los hijos del Chapo Guzmán no extrajo o secuestró a cualquier personaje sino al “patrón” ¿o debemos decir “padrino”?
De muchos políticos mexicanos del pasado, pero sobre todo del presente.
De ahí que el Fiscal Gertz Manero puede esperar sentado a que Washington acepte extraditar o repatriar a “El Mayo”.
El personaje es una pieza clave para Estados Unidos y sin duda para la 4T.
De lo que diga o no diga puede depender que Morena sea considerada –junto a los cárteles– como una organización criminal.
Para decirlo rápido:
- El futuro del régimen morenista depende ahora de la voluntad de “El Mayo”.
- Por eso Sheinbaum ha entrado en una espiral de dudas y contradicciones.
- ¿Hasta dónde puede exigir la repatriación del acusado, hasta donde defenderlo sin provocar la ira de Trump y sin que se confirme lo inevitable?
- Que el régimen protege a narcotraficantes.
Atrapada y ahora amenazada, la Presidenta se agarra con desesperación –como un náufrago– a la propaganda, reforma la Constitución para impedir la injerencia externa y grita para que la escuchen en Palenque: “No nos arrodillaremos ante los extranjeros”.
El problema es que la 4T ya arrió la bandera y se arrodilló ante los narcos.