LOS ACTUALES “ACTIVISTAS-TERRORISTAS”

Francisco Sepúlveda Cañamar DETONA: Van a decir que no guardé ninguna proporción, pero igual, no creo estar tan equivocado; la idea la tuve discutiendo con mi esposa, al decirle que, para mi gusto, “el K-Pop (pop coreano) está demasiado sobrevalorado”, de inmediato me amenazó con echarme encima a las seguidoras de dicha tendencia, las cuales han cerrado un sinfín de cuentas sociales de críticos del particular y de nuevo, la censura.

Así que no pude dejar de hallar un paralelismo con muchas otras activistas (y muchos otros, también).

Como las feministas radicales que vandalizan, o los defensores de la inclusión, que han llegado hasta a provocar el despido de académicos de universidades.

Y todo, por no permitir ni una sola crítica a los objetivos que defienden.

Y un movimiento que no permite críticas, está coqueteando peligrosamente con el totalitarismo más opresor que pueda concebirse.

Lo cual hace que terminen convirtiéndose en aquello contra lo que juraron luchar.

Transcribo lo siguiente del texto “Los ángeles que llevamos dentro”, de Steven Pinker (Editorial PAIDÓS, junio de 2018):

El terrorismo es una violencia premeditada perpetrada por un actor no estatal contra no combatientes (civiles o soldados fuera de servicio) en pos de un objetivo político, religioso o social, concebida para coaccionar a un gobierno o transmitir un mensaje a un público amplio. Puede que los terroristas quieran extorsionar a un gobierno a fin de que capitule ante una exigencia, debilitar la confianza de las personas en la capacidad de su gobierno para protegerlas, o provocar una represión masiva que ponga a la gente en contra de su gobierno o provoque un caos violento en el que la facción terrorista espera imponerse. Los terroristas son altruistas que están motivados más por una causa que por un beneficio personal. (Nota al margen: aquí me acordé de los ejecutivos de la empresa del ratón). 

El terrorismo es una forma de guerra asimétrica-la táctica del débil contra el fuerte- que saca provecho de la psicología del miedo para causar un daño emocional desproporcionado.

(sic, página 479 de la obra ya referida).

El autor comenta sobre movimientos terroristas ya conocidos:

  • El Ejército Republicano Irlandés (o IRA, por sus siglas en inglés).
  • ETA, del país vasco.
  • El movimiento de liberación de Palestina.

Aquí hay que mencionar que al autor le he hallado varios sesgos.

Obvio, pone a los palestinos como “terroristas” porque él es de origen judío.

Así como solo menciona en su libro los genocidios provocados por la URSS y la República Popular de China, pero se guarda de comentar sobre los genocidios en África, la India y el sureste asiático provocados por el colonialismo europeo.

El punto es, menciona que, al hacer un análisis, el 94% de los objetivos de una organización terrorista nunca fueron alcanzados.

Y que, los actos de los terroristas provocaron a la larga, el rechazo de la opinión pública.

Yo podría decir que esto es por algo muy simple:

Eran minorías que se querían imponer sobre la mayoría (irlandeses católicos sobre la mayoría protestante, vascos en España y Francia).

Pero el autor, aunque menciona las 3 fases de la “paz kantiana”, no pudo darse cuenta de que los movimientos “terroristas”, terminaron fracasando por esas 3 fases:

  1. Se extiendo la democracia.
  2. Se extendieron tratados internacionales, sobre todo para proteger a la democracia y los DDHH (lo cual protegió a las minorías).
  3. Se extendió el libre comercio.

Los católicos irlandeses, al ya no ser discriminados (porque eso le causaba represalias diplomáticas al Reino Unido), ya no tuvieron necesidad de tomar las armas.

De hecho, el que Inglaterra haya salido de la Unión Europea, está provocando que Irlanda del Norte, así como Escocia, busque abandonar dicho Reino Unido.

Pero los irlandeses protestantes saben que hicieron mucho daño a los católicos.

Así que están en un dilema.

Y los vascos, al ya no existir fronteras para propósitos prácticos y tener autonomía, pues también, depusieron las armas.

Ya con Palestina es otra situación, porque la mayor parte de los judíos sionistas nunca van a aceptar que es la lucha de un pueblo contra la ocupación ilegal de su país.

Y, a la inversa de lo mencionado por Pinker, la gente está actualmente apoyando a Palestina, en lugar de a Israel.

El punto es:

Cuando un movimiento quiere utilizar la violencia para imponerse sobre una mayoría, se puede catalogar de terrorismo.

  • Y no tiene que ser poniendo bombas.
  • Puede ser con actos vandálicos.
  • Puede ser censurando y bloqueando opiniones de críticos.
  • Hasta provocando el despido de sus lugares de trabajo por supuesta “intolerancia”.
Vamos, puede ser el obligarte a consumir productos con los cuales no te sientes identificado.

Sé que muchos se van a enojar al leer mi escrito.

Pero muchos otros, se van a quedar pensativos.

Esto es simple:

  • Donde no hay diálogo, habrá conflicto.
  • Donde una minoría se quiera imponer a una mayoría, habrá conflicto.

No es una ecuación difícil de entender.

Y si esa minoría en lugar de diálogo utiliza actos o promueve situaciones que provocan terror, serán terroristas.

Punto.

  • Así sea terror por no ver mi propiedad vandalizada.
  • Así sea terror por no perder mi posición académica, laboral y/o social, por externar críticas que me pueden valer el epíteto de “intolerante”.
  • Así sea, el difundir infodemia de que “la democracia, está muerta”.
Así que ustedes ¿qué eligen ser? ¿Terroristas, o demócratas?
Francisco Jesús Sepúlveda Cañamar

Médico oftalmólogo. Nacido y criado en Monterrey, N.L (1967). Maestro en ciencias por la UJED. Premio a la productividad científica del IMSS en 2013. Miembro de la Sociedad Mexicana de Oftalmología, y de la Real Sociedad de Medicina de Inglaterra. Miembro fundador de MORENA. Activista político y médico (Movimiento Médico 22 de junio).