¿Una utopía ecológica?
Es del tan despreciado Luis Echeverría Álvarez, presidente mexicano entre 1970 y 1976 (lo digo por aquello de los jóvenes que nos leen), que en medio de su fallida “Revolución Verde” propuso aquello de que solamente los caminos se quedaran sin sembrar, apuesta totalmente populista, como todo su régimen, tan anacrónico.
Pues parafraseando a Echeverría, tan admirado en secreto por el actual régimen, yo propongo que hoy, que usted me lee, soñemos con una utopía, que, sin bien se ve gigantesca, sería posible con tan solo un poquito de voluntad.
Esto es, que así como se propuso que solamente los caminos quedaran sin sembrar para lograr la autonomía alimentaria, al menos en cuanto a maíz y frijol se refiere, ahora, que la palabra clave es energía limpia, propongo que no quede techo ni azotea en México sin páneles solares.
Mi propuesta puede comenzar en cualquier ciudad grande, mediana o pequeña. Tapando primero, con techos de células solares, los estacionamientos al aire libre.
En seguida, todos los edificios, públicos y privados y al final todos los techos, completitos, de todas las casas, mansiones, residencias y hasta tejabanes.
Yo le aseguro que si algún político me “roba” la idea, no va a batallar para conseguir el financiamiento.
Al contrario: hay entidades serias en el globo interesadas en ese tipo de inversiones.
¿Tiene usted idea del ahorro real en electricidad que generaría un proyecto de esta calaña?
Soñando, creo que hasta nos sobraría energía para vender.
Claro que mientras el pelón con sombrero, o sea el coahuilense Armando Guadiana vea por no perder en sus negocios del sucio carbón, y así se lo haga saber al oído al inquilino de Palacio Nacional, esto sí es una verdadera utopía.
Y sé que de entrada la idea la van a despreciar aparte del gorrudo de Guadiana, la Nahle, el DinoBartlett y toda esa ralea, pero sabe qué: ni ellos ni nosotros seremos eternos y las generaciones postreras, confío, habrán de ser más conscientes.
O qué ¿Ya se nos olvidó, primero, que el país y el planeta no son nuestros, porque los tenemos prestados para nuestros hijos y nietos?
Pero, sin pensar en el futuro lejano, pensemos en el recibo de la CFE del bimestre que viene, porque, al menos acá en Nuevo León desde hace más de un mes comenzó el otoño, pero fresco, lo que se llama fresco, no ha estado…