Y seguimos con el IMSS. Episodio 2
Nuevamente muy buenos días
Pues, estábamos estableciendo el contexto en el universo descomunal de servicios a los cuáles está obligado el IMSS para satisfacer las necesidades de sus derechohabientes.
Al del dedo (que ya no, al de la pluma), le correspondió bien o mal, derecho o chueco, "haiga sido como haiga sido", diría el clásico, participar en los servicios médicos tan sometidos a escrutinio y merecedores de una polémica de proporciones bíblicas y me quedo corto.
México es lo que es por el alcance y resultados de sus sistemas de educación y salud
Volviendo al tema, el microscópico granito de arena que me tocó desarrollar en la mencionada área médica, me correspondió ejercerlo en los tres niveles de atención a la salud previamente descritos de forma somera y muy general.
Ahora entro a los detalles de los que me acuerdo porque la memoria ya me traiciona.
Tengo que preguntarles a mis hermanas y hermanos académicos.
Entrando en materia, todo evento médico llámese interrogatorio directo o indirecto, exploración física, comunicación al paciente y/o familiares, solicitud de laboratorio o rayos X, canalización a pacientes a otro servicio o unidad médica de apoyo, debía ser plasmada en un expediente clínico con descripción y lujo de detalles.
Luego, resumida en una hoja de informe diario de actividades llamada 4-30-59 que era cuidadosamente archivada y/o también era pasada a archivo digital.
Lo básico eran el diagnóstico, el tratamiento, el pronóstico y la necesidad o no de incapacidad.
El tema a tratar involucra el último punto.
¿El diagnóstico elaborado por la médica o él médico, apoya y fundamenta la necesidad de que el paciente vaya a reposar sin necesidad justificada de acudir a su trabajo?
Existe un bloque de incapacidades formada por tres hojas.
Cada incapacidad, impresas en el bloque en un número de 50.
Una era el comprobante del paciente, otra el comprobante para la empresa y una más para el control interno del IMSS.
En el período reciente del COVID-19 también tomaron prioridad las actividades alrededor de la expedición de las incapacidades, dada la importancia de la evolución tan errática de una enfermedad nueva.
Una incapacidad debe ser expedida por mínimo 3 tres días o máximo 30, dependiendo del diagnóstico elaborado.
Mención aparte requieren las incapacidades por maternidad, tema de otra fase de actividad escrita.
Estos documentos que amparan la dinámica de una actividad tan importante representan un cheque al portador aunque algunas reglas limitaban su utilidad para personas de mal comportamiento, rateras o corruptas, como que las incapacidades de tres días no se pagaban.
Se paga solamente un porcentaje del sueldo establecido en la empresa del trabajador y/o acuerdos internos en el que ignoro si los sindicatos estaban involucrados.
Mencionado lo anterior, se llevaba un control muy riguroso de los formatos correspondientes a una incapacidad de tal forma que aparentemente resultara imposible que algún fraude pudiera ser maquinado alrededor de la expedición de las incapacidades.
No contaban con la astucia de ciertas personas
Los bloques de incapacidades estaban resguardados a piedra y lodo bajo el amparo de personas un nivel de confianza superlativo.
Y los formatos correspondientes al IMSS llevaban un flujo de control con firmas de todos los participantes de niveles operativos y administrativos, que blindaban los cobros de dichas incapacidades, pues se realizaban reuniones de monitoreo periódico por parte de instancias institucionales encargadas de que todo funcionará bien en el IMSS, físicamente ubicadas frente al hoy estadio de baseball Móvil por Manuel Barragán.
Esto era el departamento de auditorías de lo cual hablaremos más tarde.