Cultura es antítesis de la mediocridad, de lo insulso, de la mezquindad y de la pequeñez
Sumergirse en la cultura, en cualquiera de sus ramas, es desprenderte del pellejo que te envuelve y arroparte con lo sublime que no se arruga con la vida y que su brillo y calor se encienden cada día más hasta incendiar el alma que llevamos cautiva en este pellejo que se frunce irremediablemente con el paso de los inviernos.
Sumergirse en la cultura, es levantar la vista y entender que hay algo mágico que nos rodea y a veces nos toca para transportarnos a un mundo de ilusión que toca el cielo sin despegarse de la tierra.
Sumergirse en la cultura, es despojar lo divino de lo humano y cambiar los espacios acostumbrados por suspiros vivificantes.
Sumergirse en la cultura, es tornar lo fútil por lo magnificente.
Sumergirse en la cultura, es tener la vocación de ascender y volar y ver todo de otra dimensión, como Jorge vuela y convierte lo cotidiano en imperecedero.
- Este trofeo "Corazón de Niño", es su creación para impulsar y premiar la cultura en cualquiera de sus manifestaciones.
- Es un paladín de la cultura.
- Un defensor de la sapiencia.
- Un promotor de la sabiduría.
- Es un hijo agradecido con su padre, Don Idelfonso Vazquez Santos, a cuya memoria honra con sus actos de proselitismo cultural y ardor contagiante.
La cultura es la antítesis de la mediocridad, de lo insulso, de la mezquindad y la pequeñez.
Por eso esta labor engrandece a quien la practica e inmortaliza a quien la promueve.
En la vida hay 3 etapas:
- Formación.
- Desarrollo...
- ...y finalmente, la más valiosa la del engrandecimiento espiritual mediante la filantropía, el mecenazgo y la promoción cultural en cualquiera de sus trascendentes manifestaciones.
Nosotros, los de la 3a edad, entramos de lleno a esta 3a etapa y nos llena de júbilo y de una satisfacción indescriptible cuando nos introducimos en ese mundo incógnito de la caridad.
La cultura es el fruto más maduro de la compasión: la sabiduría, manifestada en el celo por llevar lo que cultivamos por años a nuestro prójimo, es la cúspide de la perfección en la cultura.
Hemos traspasado los dinteles de lo puramente humano para adentrarnos a lo claramente espiritual y trascendente
Esa es la meta intangible y brumosa a donde debemos llegar para estar completos y haber vivido con trascendencia, estampando huella.
- Gracias a quienes nos inculcaron esta ansiedad de difundir.
- Gracias a quienes nos inspiraron con su conducta estos ideales y...
- Gracias a quienes con su ejemplo nos impulsaron a este mundo hermoso e incógnito de la belleza cultural.
Esta escultura de cristal, estará en el centro de mi actividad, para con ella ampliar mis instintos de esparcir la magia que ya me envolvió a procurar y contagiar la beldad de lo formativo y lo embellecedor de nuestra existencia.
Me hubiera gustado seguir hablando de mi pasión, pero recordando lo que sentenció Baltazar Gracián de que “lo bueno si breve dos veces bueno”, me detengo a agradecer el "Premio Corazón de Niño" que creo no merecer y, en cambio, recibir la calificación de “bueno” al menos por lo breve.
Muchas Gracias.