Decálogos: ¿Guía Moral o Publicidad Vintage?

Emiliano Calvert DETONA: Revisando un concepto básico de lo que es un decálogo —ese conjunto de normas o consejos que, aunque no sean diez, buscan guiar la conducta o el rumbo de una organización— me encontré con una joya de la política mexicana.

Uno de los partidos más relevantes del país presentó su flamante decálogo, destinado a sus autoridades y funcionarios.

Sin mencionar nombres (pero ustedes ya saben de quién hablo), el documento en cuestión pretende establecer los principios fundamentales que deben regir su administración.

Hasta aquí todo bien.

La intención es buena: establecer valores, crear una identidad, guiar el comportamiento.

Pero, como diría mi abuela, “del dicho al hecho, hay un largo trecho”.

Y vaya trecho...

Decálogo del Partido Político: La Promesa del Cambio Eterno

Al leerlo, no pude evitar soltar una carcajada.

“Las y los servidores públicos de este partido se deben al pueblo”, dice su primer punto, dejando claro que, al menos en papel, la lealtad al pueblo es su máxima prioridad.

Como principio suena muy bonito, casi tan poético como un verso de Benedetti.

Pero en la práctica, ¿no se parece un poco a esas promesas de amor eterno que duran hasta que uno deja de pagar Netflix?

  • “Plan de Austeridad Republicana”
  • “No hay cabida al nepotismo, amiguismo, influyentismo”
  • “La corrupción no se tolera”

Todo suena espectacular.

Pero, siendo honestos, suena demasiado bueno para ser verdad.

Es como cuando alguien te dice que "ya no va a tomar refresco" mientras ordena una Coca Light con su combo doble.

Y ahí radica el problema.

El decálogo se siente como un catálogo de intenciones, más que de acciones.

Suena bien, se lee bonito, pero la ejecución... Ay, la ejecución...

El decálogo de Don Eugenio Garza Sada: Principios para la Inmortalidad

Entonces recordé el decálogo de Don Eugenio Garza Sada, un conjunto de 17 normas que trascienden el tiempo.

Don Eugenio no necesitó prometer que sería leal al pueblo o que no sería corrupto, porque sus principios iban mucho más allá de las palabras.

Para él, eso era un hecho, el mínimo indispensable.

Su decálogo no se queda en lo superficial.

Va al fondo del comportamiento humano y profesional.

  • “Reconocer el mérito de los demás”
  • “Controlar el temperamento”
  • “Nunca hacer burla”
  • “No alterar la verdad”
Son principios universales, aplicables en el trabajo, en la vida personal, en la mesa de Navidad y hasta en el chat grupal de WhatsApp.

“Ser puntual” y “Disfrutar el trabajo” son mandamientos que, en un mundo donde procrastinar y quejarse del lunes es la norma, suenan casi subversivos.

Don Eugenio tenía claro que el éxito personal y profesional no se construye solo con intenciones, sino con acciones repetitivas y consistentes.

Comparando lo Incomparable: Ejecución vs Promesas

Al comparar ambos decálogos, la diferencia es tan evidente como un concierto en vivo versus una presentación en playback.

Mientras el decálogo del partido político suena como un listado de deseos de año nuevo, el decálogo de Don Eugenio suena como una guía para la inmortalidad moral y profesional.

Por ejemplo:
  • Decálogo Político: “El poder se ejerce con humildad. No hay espacio para banalidades.”
  • Don Eugenio: “Si uno es vanidoso, hay que ocultarlo como el secreto más íntimo.”

¿Ves la diferencia?

Uno suena a eslogan de campaña, el otro es una lección de vida.

Don Eugenio no solo predicó la humildad, sino que enseñó cómo practicarla sin alardear.

Es decir, predicó con el ejemplo.

Otro contraste interesante:
  • Decálogo Político: “La corrupción no se tolera.”
  • Don Eugenio: “No alterar la verdad.”

Mientras uno se enfoca en rechazar la corrupción (como si eso fuera suficiente), el otro aborda la raíz del problema: la honestidad personal.

La corrupción no nace de un sistema, nace de una persona.

Y si una persona miente, el sistema también lo hará.

De Palabras a Acciones: ¿Quién Gana?

Un decálogo no solo define a una institución, sino también a quienes deciden seguirlo.

El decálogo del partido político suena bien, pero no tiene la profundidad ni el impacto de un documento vivido y practicado diariamente.

Parece escrito para generar titulares más que para transformar vidas.

En cambio, el decálogo de Don Eugenio ha sobrevivido al tiempo precisamente porque fue encarnado en cada decisión y acción de quien lo escribió.

Don Eugenio no necesitó firmarlo públicamente ni presumirlo en redes sociales.

Lo vivió, y eso fue suficiente para convertirlo en leyenda.

¿Por Qué Importa un Decálogo?

Un decálogo tiene el poder de influir en la ideología de sus seguidores, no por las palabras en sí, sino por el ejemplo que establecen sus líderes.

El decálogo del partido político tiene una oportunidad de oro para inspirar, pero si no se vive, se convertirá en otro meme más de la política mexicana.

En cambio, el Ideario de Don Eugenio sigue vigente porque sus principios no necesitan actualizarse ni reinterpretarse.

Son universales, intemporales y profundamente humanos.

En un mundo donde las promesas van y vienen, los principios permanecen.

Decálogos que Trascienden y Otros que Caducan

El problema no es el decálogo en sí, sino la ejecución.

Mientras el partido político predica buenas intenciones, Don Eugenio mostró cómo se vivía un principio.

La lección es clara: no importa lo que se firma, sino lo que se vive.

Si queremos que un decálogo transforme una ideología, debe ser más que palabras bonitas.

Debe ser una guía para la acción, un recordatorio diario y, sobre todo, un ejemplo vivido.

Al final, un decálogo no solo define a una organización, sino también a quienes deciden vivirlo.

Y ahí, Don Eugenio Garza Sada sigue ganando.

No porque su ideario sea perfecto, sino porque lo vivió hasta sus últimas consecuencias.
Emiliano Calvert

Motivated LAE with 6 years of experience in comprehensive industrial waste management, and 1 year in Health care industry. Focused on creating, motivating, and developing results-driven teams, capable of analyzing problems and turning them into opportunities. Dedicated to systematizing through processes and methods to ensure the sustainability of results.
Alivia Operations Analyst
•⁠  ⁠Manage the behaviors of each disease to achieve the necessary supplies of medication.
•⁠  ⁠Investigate systems on the market for information management and improve decision making.
•⁠  ⁠Analyze times and movements of each of the clinics in the country and streamline logistics, inventories and purchases.