En mi mente no cabe la jubilación
Muchas gracias al Jurado y a la Organización Trofeo Regio…al Lic. Espinosa Benavides, al Lic. Jesús Ancer y a mi presentadora Doña Leonor Guzmán de Vázquez, por su excelente e inmerecida presentación.
¿Qué me motiva a mis 83 años a trabajar todavía sin descanso…?
No es para comer mejor…no es para vestir mejor…no es para viajar mejor…no es tampoco para recibir reconocimientos…entonces para qué…?
Tengo dos principios estereotipados en mi conciencia:
El primero, ascender, al menos una pulgada todos los días.
El segundo, que cuando me presente en el juicio final y me cuestionen: ¿Cómo usé los talentos que se me dieron...?, responder, sin titubeos, que los exprimí hasta la última gota.
MIS TRUCOS
Con estas dos trascendentes motivaciones he tratado siempre de ascender y ascender…y tengo varios trucos:
El mejor de ellos es: pararme frente al espejo todas las mañanas y preguntarme: ¿Cómo estoy hoy, igual, mejor o peor que ayer…?
Si la respuesta es mejor, me aplaudo, si es peor, también me aplaudo, porque no estuve inactivo y aprendí algo para NO volverlo a hacer.
Pero si la respuesta es igual que ayer…, saco un fuete y me doy latigazos en la espalda por haber desperdiciado un día; porque ni la comida que me comí, ni el agua que bebí, me la merecía. Estoy convencido de que yo no vine a este mundo a vegetar.
Ascender una pulgada al día, es poco, pero en un año serán 365 pulgadas que ya es algo y después de diez años serán 3,650 pulgadas, que ya es un soberbio risco.
MI LEGADO
Dejar un legado y los talentos exprimidos hasta la última gota, me estimula para dejar más sabiduría a mi estirpe y a los colaboradores de la empresa.
Este reconocimiento me fustiga a seguir por este camino hasta que se me acaben los días; en mi mente no cabe la jubilación.
Este Diploma me aclara mucho mejor mi horizonte, aún cuando la emoción del momento me arranque lágrimas sensitivas y estrujantes.
Esta presea, no obstante que vulnera la escasa modestia que aún queda en mi, me enaltece y colma de oxígeno a mis vetustos pulmones.
Esta distinción me energiza y cual catapulta me lanza a nuevas y más osadas aventuras.
Muchas, pero muchas gracias a todos los que se fijaron en mi sencillo y humilde trabajo.
Con profunda emoción les confieso que los aprecio hoy como siempre lo haré.
Muchas gracias.
Gustavo.