La derrota moral del gobierno

De las recientes tragedias migratorias en México, por primera vez el Estado mexicano es responsable directo de la muerte de 39 migrantes y decenas de heridos, pero en este gobierno no hay culpables ni cesados.
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La muerte de 39 migrantes en Ciudad Juárez en la estancia del Instituto Nacional de Migración no es responsabilidad de los extranjeros que prendieron fuego a las colchonetas, desesperados por el temor de ser deportados, como insinuó el Presidente de la República, sino de las autoridades del INM que huyeron y los dejaron morir atrapados entre las llamas, según se comprobó en brutales imágenes de video.

De las recientes tragedias migratorias en México, por primera vez el Estado mexicano es responsable directo de la muerte de 39 migrantes y decenas de heridos, pero en este gobierno no hay culpables ni cesados.

La migración no debe ser criminalizada, pero qué se puede esperar si el actual comisionado del INM, Francisco Garduño, fue responsable del sistema penitenciario federal (Ceferesos).

QUÉDATE EN MÉXICO ¿PARA MORIR?

Con la anuencia de AMLO, Marcelo Ebrard aceptó en noviembre de 2018 en Houston, el programa Quédate en México, propuesto por Mike Pompeo, tal como lo reveló en su libro Never give an inch (Nunca cedas en nada), y así nuestro país se transformó en la sala de espera de los solicitantes de asilo extranjeros devueltos por Estados Unidos, sin recibir fondos de ayuda a cambio (gratis, dijo Trump) y sin brindar las condiciones humanitarias y de seguridad básicas en las fronteras, pues el INM no tiene la capacidad para alojar el creciente arribo de migrantes, ya de por sí saturada.

Aunado a lo anterior, en enero pasado, México aceptó recibir a 30 mil migrantes al mes de Venezuela, Cuba, Nicaragua que sean expulsados de territorio estadunidense.

Estados Unidos deporta a los migrantes con la cooperación de México debido a que no tiene relaciones diplomáticas con Venezuela y porque los otros gobiernos no los aceptan.

El autoproclamado gobierno humanista, celoso defensor de la soberanía nacional, convirtió la cooperación migratoria con Estados Unidos en moneda de cambio:

Te ayudo a frenar a los migrantes pero no te metas con mi petróleo, de ahí que Biden sea tan condescendiente con AMLO, hasta ahora…

Adán Augusto López tiene razón cuando declaró que Ebrard es el responsable de la política migratoria.

A raíz de que Ebrard se comprometió a desplegar 30 mil militares de la Guardia Nacional en las fronteras, el Presidente lo nombró ilegalmente con esa alta responsabilidad, bajo su muy personal criterio: “lo que importa no es el cargo sino el encargo” pues no me “vengan con que la ley es la ley”.

DECRETO ILEGAL

Ebrard solicitó al entonces consejero jurídico de la Presidencia, Julio Scherer Ibarra, elaborar un decreto para supuestamente protegerlo en esa función espuria, pues ningún decreto está por encima de la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal.

El ilegal decreto presidencial, publicado en septiembre de 2019, creó la Comisión Intersecretarial de Atención Integral en Materia Migratoria, presidida por el secretario de Relaciones Exteriores, relegando como simple integrante al titular de la Secretaría de Gobernación.

El precandidato Ebrard:

  • Postula a México como sede de los Juegos Olímpicos en 2036, ¡para dentro de dos sexenios!.
  • Firma un libro propagandístico en El Sótano.
  • Y a la mañana siguiente de la tragedia en Juárez, conduce sonriente un coche Tesla en Monterrey, como si nada hubiera pasado.
Entre la frivolidad, la impunidad y la manipulación, el gobierno de AMLO está moralmente derrotado.

Detonamos este artículo publicado en Milenio, con la autorización del autor.

Agustín Gutiérrez Canet

Periodista y Embajador de México en retiro. Licenciado en comunicación por la Universidad Iberoamericana. Diplomático de carrera, representó a México como embajador en Rumania (2013-2016), en Finlandia, concurrente en Estonia (2008-2013) y en Irlanda (1995-1996). Fue cónsul general en Hong Kong y en Macao (1991-1995), ministro y jefe de cancillería en España (1989-1991), consejero en Italia (1985-1986) y representante alterno ante la FAO en Roma (1986-1987). En la Secretaría de Relaciones Exteriores fue director general de Comunicación Social (1982- 1985) y subdirector general de Prensa Extranjera (1980-1982). De 2003 a 2005 fue coordinador de Información Internacional en la Presidencia de la República y director del Departamento de Estudios Internacionales de la Universidad Iberoamericana (1998-2002).