La filosofía de Gloria Trevi
En 1989 escuché por primera vez la canción “Dr. psiquiatra” escrita e interpretada por la cantante neolonesa Gloria Trevi, y me pareció filosóficamente muy interesante, ya que declara muy firmemente que su condición en dicha interpretación es de desesperación, más no de locura.
Argumentación, que además de parecerme reflexivamente muy trascendente, aporta elementos terapéuticos para muchas disciplinas encargadas de la salud mental de todas partes del mundo.
Después de 9 años Gloria tuvo un problema legal del cual no voy a enfocarme por ahora, solo puedo comentar que dicho problema debió haber generado jurisprudencia nacional.
Analizando la admirable filosofía de Gloria Trevi en otra de sus canciones intitulada: “Con los ojos cerrados”, menciona una frase de contenido muy existencial:
“Mi sangre quema cualquier pensamiento”.
Analizándola, se podría redactar toda una tesis sobre el verdadero amor.
En la canción “Hoy me iré de casa” menciona una frase muy interesante de analizar con contenido también existencial de muy alto nivel”
“Me iré de casa, corriendo descalza, el viento en mi cara, gritándole al alba”
Basta imaginarse eso precisamente, al viento gritándole al alba, como uno de los mayores milagros de la Creación.
En una de sus canciones que se deben analizar con mucha intelectualidad integra un consejo de vida excepcional:
“Ella se prometió, voy a cambiar mañana… (pero por su edad avanzada), el mañana no llegó”
Lo que nos hace reflexionar lo importante que significa cumplir con los proyectos de vida, a tiempo.
Con una de sus canciones más famosas es casi increíble como Gloria Trevi nos hace imaginar lo que sería una noche de lentejuelas.
En la canción: “Me siento tan sola”, Gloria Trevi magistralmente canta una frase que integra todo lo que puede significar la tristeza:
“El sol me huye para no ver mi dolor”.
En su canción “No querías lastimarme” incluyó una frase que podría contemplar nuevamente lo que significa el verdadero amor:
“Con tu suéter quitaste el frío de mi soledad”.
Gloria Trevi tradujo la canción de los Rolling Stones: “Nunca quedo satisfecha” (I can´t get no satisfaction) de una manera única y magistral, incluyendo su muy particular manera de interpretarla.