La jefa
Hoy, una vez más, se vivirá un momento histórico en el escenario político de nuestro país. La puntera, Claudia Sheinbaum Pardo, será electa como la Coordinadora de los Comités de Defensa de la Cuarta Transformación.
El presidente Andrés Manuel López Obrador pasará el bastón de mando a la nueva encargada de continuar la Transformación de México.
A mi parecer, desde la última ocasión que Rosario Ibarra de Piedra contendió por la presidencia de la República en 1988, no ha habido una mujer de izquierda que levante tantas expectativas como ahora lo hace, La Jefa Claudia.
Sin menospreciar, claro está, los válidos esfuerzos de Cecilia Soto y Marcela Lombardo en 1994.
AMLO dijo en La Mañanera de ayer: “yo voy a apoyar al que gane, la encuesta, como miembro dirigente del movimiento de Transformación… Y yo me quedo pues un año gobernando, para seguir ayudando al pueblo, consolidar la Transformación, terminar obras”.
Yo creo que él sabe, que su hermana Claudia es la más apta para seguir con su visión de país.
Ahora te platico:
Marcelo Ebrard se ha visto muy nervioso, ansioso porque el proceso termine para que le den la razón de que él es el ganador. A como dé lugar, o “haiga sido como haiga sido”.
No me imagino un sucesor del humanismo de López Obrador con un proceder tan relajado ante los intercambios de favores o a recibir lisonjas del principal antagonista de AMLO.
“El Carnal” realizó su cierre en la Arena CDMX, propiedad del consorcio empresarial presidido por Ricardo Salinas Pliego. Este auditorio fue construido e inaugurado cuando Ebrard fue Jefe de Gobierno del D.F. en 2012. Y ahora, el abrazo de Salinas Pliego dio calor a quien le otorgara todas las facilidades para la construcción del centro de espectáculos, en aquel entonces.
Pero Marcelo también recibió cariño de Felipe Calderón, quien retuiteó una nota de Ebrard quejándose de Mario Delgado, presidente de MORENA.
Como diría el AMLO, “lo que no suena lógico, suena a metálico”.
Adán Augusto López, aunque se ha vendido como hermano del presidente, pues ha dejado mucho que desear con sus arranques coléricos como golpear con el codo a una diputada federal que le pellizcó la espalda mientras caminaban durante un mitin; o el cambio de estrategia de invitar a hacer campaña con él, a su esposa cuando los rumores de infidelidades se incrementaron.
Ya lo dicen por ahí, “explicación no pedida, acusación manifiesta”.
Tengo muy claro que este tipo de acciones distan mucho de cómo se ha conducido AMLO a lo largo de su carrera. Siempre hemos visto a un político feliz con el apapacho del pueblo en las manifestaciones multitudinarias, sin aspavientos ni desesperación. Un hombre siempre atento con la mujer quien sea su compañera, poniéndola en primer lugar todo el tiempo. Un caballero.
Pero bueno, eso no es tan grave como el tener a panistas colaborando con él, su gente operadora o “desoperadora”, según sea lo que convenga.
Desde que Adán Augusto fue gobernador de Tabasco, eligió la compañía de José Antonio de la Vega Asmitia como su Secretario de Gobierno. Para después cuando López Hernández tomó posesión como Secretario de Gobernación, también lo acompañara De la Vega Asmitia, y éste trajo a William Sebastián Castillo Ulín.
Bueno, está bien, muchos políticos cambian de ideología, es válido. Pero lo que no se vale, es tener gente que trabaje con mentalidad neoliberal que únicamente lleve agua para su molino.
Eso hicieron en SEGOB José Antonio de la Vega y William Castillo, con la venia de Adán Augusto. No encuentro similitudes de fondo para continuar con la responsabilidad que AMLO le pide a quien será su sucesor. No se ve la hermandad pregonada.
#EsClaudia la indicada. Una política que planea y sabe cumplir agenda con objetivos bien trazados.
Seguro y confiado estoy que cuando le entregue López Obrador el bastón de mando, realizará una disertación profesional de cómo llevar a cabo los trabajos de continuidad de la Cuarta Transformación.
Una política con la visión clara de poner en práctica todo lo que a través de los años que ha acompañado a AMLO, le ha aprendido. Poseedora de un ego muy saludable que le permite hacer las cosas a su manera, pero reconociendo que el trabajo lo inició alguien más.
Claudia será una gran Coordinadora de los Comités de Defensa de la Cuarta Transformación y pondrá en práctica todo el humanismo mexicano de Andrés Manuel López Obrador, sumándole su propia cálida y efectiva visión de Nación.
Si para muchos es una ofensa decirle a Claudia que es una copia de AMLO, para Sheinbaum no es así.
Es un orgullo para cualquier político, como ella, con fervientes intereses sociales que le vean características similares y reales con quien es el presidente de izquierda más influyente de los últimos años, en América.
Y aunque habrá berrinches y cólera de los otros contrincantes, Sheinbaum Pardo será la primera presidenta de nuestra República.