¿Le debemos a AMLO la democracia?

Al menos eso espera el presidente.

A más de alguno le habrá sorprendido oír al presidente decir que la democracia apenas había llegado al país con su triunfo.

Así de fácil quiere anular la lucha por la democracia que se inició en los ochentas, que pasó por muchos avatares hasta lograr que hubiera instituciones encargadas de las elecciones separadas de los tres poderes tradicionales.

La llegada del panismo al poder significó el fin de una dictadura sexenal hereditaria.

De entonces a hoy, la alternancia se ha hecho presente continuamente, elección tras elección, aunque no en todo el país.

los pilares

Esas luchas, esas instituciones, con la participación ciudadana, fueron los pilares de un proceso electoral con defectos, pero confiable.

Eso fue lo que permitió que Morena llegara al poder, aunque con la ayuda del presidente saliente.

Si el actual mandatario dice que la democracia apenas llegó, es porque no entiende la democracia de la misma manera.

Como suele suceder en la izquierda, confunden la igualdad cívica con la económica, y terminan arruinando a las dos.

Por eso creen que Cuba, Nicaragua o Venezuela son países democráticos.

Con razón, Alexis de Tocqueville separó los términos democracia y socialismo.

La historia ha demostrado que la verdadera democracia implica la libertad y eso lleva al progreso, mientras que el estatismo y el socialismo conducen a la pobreza nacional y al enriquecimiento de los líderes.

En nombre de la libertad, debemos echar a la calle a los morenistas y sus compañeros de viaje.

No son demócratas, se trata de grupos ideologizados que no saben crear riqueza, ni siquiera distribuirla.

Eso no debe significar el regreso del priísmo, porque sería dar dos pasos atrás.
José Luis Mastretta Galván

Físico por la Facultad de Ciencias de la UNAM. Filósofo por la UNAM y UPAEP. Maestro en Humanidades por el CPH. Director de Pensamiento Empresarial CANACO MTY 1986-1997. Comentarista político desde 1981.